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Santiagueña y sus dos hijos mueren calcinados al incendiarse su casa de Monte Grande, Buenos Aires

La víctima (43) se encontraba descansando junto con sus dos hijos, de 5 y 19 años, cuando el fuego tomó por completo la vivienda sin darles tiempo a salir. Su esposo se encontraba trabajando. Sus padres no tienen consuelo. CONMOCIÓN EN AÑATUYA El hecho generó profundo pesar en la familia. Hermanos y tíos viajaron para darles el último adiós 

Una joven madre, oriunda de la ciudad de Añatuya, y sus dos hijos murieron calcinados ayer al prenderse fuego la casa donde residían en la localidad de Monte Grande, provincia de Buenos Aires.

La tragedia se desató durante la madrugada de ayer dentro de una finca, situada en la calle Leandro N. Alem al 3800, casi en el cruce con Lobos. Allí se encontraba durmiendo Sandra Marcela Luna (43) y sus hijos Ariana Abril Lizondo (19) y Gino Martinez Luna, de 5 años.

El dramático hecho, que generó profunda consternación y dolor a sus familiares residentes en la "Capital de la Tradición", sucedió pasadas las 3. Al parecer las llamas sorprendieron a las víctimas durmiendo, y no pudieron salir, quedaron envueltos en las llamas.

Sobre la tragedia los medios locales informaron que integrantes de un cuartel de bomberos de la zona, al ser avisados de dicha situación, arribaron al escenario del incendio y, luego de apagar las llamas, observaron los tres cadáveres.

La mujer se encontraba en su habitación y los menores en otra pieza. De inmediato el lugar se llenó de policías y expertos de ciencias forenses. Además tomó intervención la Unidad Funcional Descentralizada N° 2 de los tribunales de la jurisdicción.

Luego de trabajar en la casa, las autoridades intervinientes resolvieron convocar a los integrantes de la Policía Científica para la realización de diversas pericias y determinar a dónde se originó el fuego y por qué.

Mientras tanto, los servidores públicos destinados en la Comisaría 5ª del distrito se encargan de investigar lo acontecido.

Según se supo del entorno familiar, dos días antes el esposo de Sandra había comenzado a trabajar por las noches —cumplía funciones de seguridad privada— por lo que no se encontraba en la casa al momento de la tragedia.

Los cadáveres fueron trasladados a la morgue judicial para ser examinados por forenses y luego entregados a sus familiares para sus cristianas sepulturas.

El pasado domingo Sandra venía a Santiago, pero tuvo que volverse

Sandra tenía 43 años y casi la mitad de su vida la vivió en Buenos Aires cuando se fue junto con otra de sus hermanas en busca de un futuro mejor, dejando atrás el hogar familiar en el Bº Villa María donde actualmente viven sus padres.

Allá tuvo a sus dos hijos y formó su propia familia. A pesar del desarraigo, Sandra no olvidaba su pago y regresaba año a año. "Todos los años para la fiesta de Nuestro Señor de los Milagros de Mailín ella estaba aquí", manifestó a EL LIBERAL una familiar consternada por la tragedia.

Venía periódicamente para visitar a sus padres, dos adultos mayores que quedaron en Añatuya con sus otros cuatro hijos. Además contaron que Sandra el pasado domingo tomó un colectivo y emprendió viaje a Santiago, pero nunca llegó. Sandra iba a visitar a su mamá que estaba enferma, pero a las pocas horas de su salida le informaron que su pequeño de 5 años se enfermó por lo que decidió regresar a su casa de Monte Grande.

Sus planes eran regresar en "cualquier momento". Tras conocer la tragedia, hermanos y tíos emprendieron un viaje hacia Buenos Aires para darle el último adiós. Aún no trascendió si sus restos serán trasladados a la "Capital de la Tradición".

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