Batalla legal y controversia por la adopción de una niña de 3 años entre una docente y un matrimonio

Una niña de 3 años y medio quedó en el centro de una batalla legal. Desde hace 7 meses vive con una docente que inició el proceso de su adopción, pero un matrimonio se interpone y reclamaría ser el adoptante. La Justicia intervino y dictó fallos que generaron oposiciones y ahora estarían en suspenso las últimas medidas dispuestas por la recusación de una jueza.

Silvia es una docente, directora de un establecimiento educativo en esta ciudad. En el 2018 se inscribió en el Registro Único de Adoptantes, y tuvo que esperar hasta diciembre pasado, cuando fue notificada que su legajo reunía las condiciones para la adoptabilidad de un niña que por entonces tenía 2 años y 7 meses, y que dos meses antes había quedado bajo tutela del Estado provincial.

La pequeña estaba con una familia de acogida, cuyos integrantes figuran en un registro en el que se inscriben previamente y la normativa indica que éstos sólo son "de acogida" y que no pueden adoptar a los niños.

La jueza de Familia de 2ª Nominación, dispuso que en diciembre se inicie el proceso de vinculación, ordenando que se concreten los encuentros graduales (primero una hora, luego dos horas y así paulatinamente), a los que según Silvia, la familia de acogida puso trabas desde el principio.

Cada encuentro se desarrollaba en presencia de psicólogos miembros del equipo interdisciplinario para vigilar el proceso de vinculación, los que fueron arrojado informes positivos y en febrero, la jueza autorizó que la niña fuera a vivir con la docente, informó la docente.

Allí habría entrado en escena nuevamente la familia de acogida, que al parecer pretendía que la menor fuera entregada a la hermana de la mujer de dicho matrimonio. Incluso habría radicado una denuncia por un supuesto abuso sexual en perjuicio de la pequeña, que luego de las pericias e investigación de la Fiscalía, se dictaminó la inexistencia del delito, según la abogada de la docente, Dra. Silvana Perrén.

El 15 de mayo, la jueza de Familia de 2ª Nominación resolvió otorgar la guarda preadoptiva de la niña, valiéndose de informes del RUA, la Subnaf, Defensoría de la Niñez y del Ministerio Público Fiscal.

La familia de acogida, presentó entonces un per saltum, un recurso ante el Superior Tribunal de Justicia, tratando de revertir la guarda preadoptiva a favor de la docente.

Con voto en disidencia, el STJ terminó haciendo lugar a la presentación, por lo que ordenaba apartar a la jueza que había intervenido hasta ese momento, por lo que pasó a manos de la jueza de 3ª Nominación.

El martes, la magistrada habría dictado una medida cautelar ordenando que la docente entregara nuevamente a la familia de acogida a la niña, hasta que ella resuelva sobre los planteos de fondo.

La decisión fue recurrida por la docente y por los organismos intervinientes en el proceso de adopción, ya que la menor llevaba 7 meses conviviendo con la docente a la que llama mamá, su casa es su ambiente, y debía primar su derecho, además de que sostienen que la familia de acogida ya había sido excluida del listado autorizado por supuestas irregularidades.

Ayer la Dra. Perrén recusó a la jueza de 3ª Nominación por entender que está actuando con parcialidad y que en la cautelar que dictó, anticipó su sentencia, lo que ahora deberá ser resuelto por otro juez, después de que la magistrada haga su defensa.

Mientras, la niña permanece con la docente, hasta que la Justicia defina su futuro.

"Quieren arrancarme a mi hija"

"Es una decisión injusta, con esta cautelar que sacaron, la jueza de quiere arrancarme a mi hija y ponerla durante 20 días a modo de prueba, ensayo, como si fuera un ratón de laboratorio, sacarla de aquí, arrancarla del núcleo de su familia, de su centro de vida que somos nosotros y ponerla a modo de prueba 20 días, porque así decía la cautelar, 20 días", aseguró Silvia, sobre el fallo judicial que por el momento quedó en suspenso.

"Ella –la niña- no se duerme si no está conmigo, si no siente mi presencia cerca. En un primer momento no quería que esto se haga público para no revictimizarla, pero después de la medida cautelar, entré en shock, no podía creer lo que habían dictaminado", aseveró.