El Papa, en contra de la baja de imputabilidad penal que impulsa el Gobierno
El papa Francisco expresó su postura contraria a la iniciativa del Gobierno de Javier Milei de modificar el Régimen Penal Juvenil para bajar a 13 años la edad de imputabilidad.
El Sumo Pontífice manifestó su inquietud en la audiencia celebrada el lunes de la semana pasada con representantes de la Justicia federal en la biblioteca del Vaticano.
Ese día, Jorge Bergoglio se reunió con la jueza federal María Eugenia Capuchetti y los camaristas Mariano Borinsky y Daniel Petrone y hablaron sobre la reforma del Código Penal y la implementación del nuevo sistema acusatorio penal, reconstruyó el diario La Nación.
Sin embargo, el Papa aprovechó el encuentro para manifestar su rechazo al proyecto del oficialismo que impulsan los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich; y de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, quienes a fines de junio anunciaron que enviarían una nueva ley penal juvenil al Congreso.
Mientras el papa Francisco habría dado su visto bueno al proyecto de reforma y actualización de Código Penal que promueven los magistrados, por el contrario, habría sido tajante con su rechazo al nuevo Régimen Penal Juvenil que promueve el gobierno de Javier Milei.
Trascendió que el religioso sostuvo que la "educación" y la "reinserción" deben ser los pilares en cualquier reforma penal juvenil, no la edad de imputación.
Como se recordará, el Gobierno nacional busca llevar la edad de imputabilidad de delitos a 13 años, como en algunos países de la región. En el Ministerio de Justicia de la Nación se expuso que un adolescente a esa edad ya tiene discernimiento para saber qué es un delito. Las autoridades también sostienen que hay un aprovechamiento por parte de las organizaciones criminales para utilizar su inimputabilidad a favor de sus actividades delictivas.
Postura oficial
Al anunciar el envío del proyecto de reforma de la Ley Penal Juvenil, el Ministerio de Seguridad enfatizó: "La baja de imputabilidad es un asunto que gobierno tras gobierno, año tras año, las distintas fuerzas políticas han ido posponiendo y escondiendo. Esta gestión no tiene vocación de mentirles a los argentinos; las estadísticas indican que el delito juvenil existe, crece, y cuesta vidas".
Además, sostuvo que "las consecuencias de años de zaffaronismo, sumadas al desastre educativo y la mentira del Estado presente, sentaron las bases para el crecimiento de nuevas formas de delito, entre ellas el reclutamiento de menores de edad para la comisión de crímenes por los que actualmente no pueden ser imputados".