Policiales

Padre e hijo ataron de pies y manos a niño de 12 años y lo dejaron abandonado en la ruta 206

El menor caminaba con destino a la localidad de Buey Muerto para visitar a sus hermanos cuando los acusados lo sorprendieron y lo acusaron de robo.

La aparición de un menor de doce años atado brutalmente de pies y manos a la vera de la Ruta Provincial 206, que se une con la ruta 34 vieja en Fernández, movilizó a toda la policía durante la madrugada de ayer y terminó con la detención de dos sujetos, padre e hijo.

El grave hecho se conoció cerca de las 23, cuando circunstanciales transeúntes informaron que sobre la mencionada vía habían encontrado a un menor atado que gritaba desesperadamente pidiendo ayuda.

Personal de la Comisaría N.º 13 de la Mujer y la Familia llegó hasta el sitio indicado —a pocos metros de una desmotadora— y observaron sobre la banquina al niño amarrado de pies y manos con un cable de color negro.

El niño, que se encontraba con la cabeza tapada con la capucha de su propio buzo, refería dolor y frío. Rápidamente, los uniformados solicitaron una ambulancia y alertaron al Dr. Álvaro Yagüe —fiscal de turno— quien dispuso que la División Trata de Personas y Criminalística se hicieran presentes.

Expertos realizaron trabajos de rigor, desataron al menor que estaba ceñido con brutalidad, lo que quedó demostrado en las lesiones causadas por las ataduras. A raíz del estado de shock en el que se encontraba, el niño relataba hechos incoherentes. Más tarde llegó al lugar su tía, Claudia, quien contó que está a cargo del chico desde hace un año, ya cuando su madre lo abandonó.

Claudia indicó que reside con el menor sobre la Ruta Nacional 34, en la localidad de Villa Aurora (Fernández), y que en horas de la tarde —más precisamente después de las 17.30— su sobrino salió de la casa a pie con destino a la localidad de Buey Muerto. El menor tenía el propósito de visitar a sus hermanos.

Ante los dichos de la mujer, los efectivos de la División Trata de Persona con sus pares de la Comisaría 35 empezaron a reconstruir el camino que realizó la víctima. Así fue como establecieron que ingresó a una zona montuosa en donde había muchas casas habitadas.

Según la investigación judicial, cuando la víctima se encontraba en ese sector desde el interior de una vivienda salió una mujer que desde el umbral de su casa le gritaba, acusándolo de que le había robado y estaba huyendo.

El menor, que llevaba consigo una bolsa con cables de cobre y figuritas, habría ignorado tales gritos y siguió su marcha entrando por caminos alternativos. Cuando se encontraba a la vera de la Ruta 34, habría sido abordado por un motociclista.

El conductor del rodado le habría expresado: "Me dijo mi ma que le robaste cobre, ya voy a llamar a la policía". El niño siguió caminando ,mientras que el motociclista regresó hasta la vivienda donde se encontraba la mujer.

Cuando llegó a la intersección con la Ruta 206, la víctima fue abordada ahora por dos sujetos —uno de ellos era quien antes lo había interceptado—. Los adultos lo tomaron de atrás y le advirtieron que no volviera nunca más a robar en su casa.

Mientras lo amenazaban, los acusados lo ataron de pies y manos y lo dejaron a la intemperie a pocos metros de la calzada. Los investigadores determinaron luego que estas personas eran padre e hijo.

Cerca de las 15.30, con orden del juez Carlos Ordóñez Ducca, los uniformados allanaron la casa de los acusados —de 48 y 22 años— y los apresaron. El Dr. Yagüe les imputó el delito de privación ilegítima de la libertad. De no haber sido hallado, todo podría haber terminado en una tragedia.

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