La inspiradora historia de una santiagueña que venció dos tipos de cáncer
Milena encontró en el maquillaje un ancla para sus ganas de vivir. Ahora será emprendedora.
Tenía 13 años cuando recibió la noticia de que un cáncer estaba afectando sus huesos y la podía dejar sin una pierna. Hasta los 18 pasó toda su adolescencia luchando contra una enfermedad que además le quitó un pulmón, pero nunca las ganas de vivir.
En sus años de tratamientos, enfrentó esa mala noticia siempre con una sonrisa y contagiando esa alegría -a través de divertidos pintacaras- a otros niños y niñas que pasaban internados con diagnósticos similares al suyo, sin imaginar que el maquillaje sería un "modo de salvación".
No solo volvió a caminar y ganó la batalla: también pudo darle un sentido a su vida a partir de su experiencia. Milena Bárcena no se detuvo. Lo que empezó como un pasatiempo en sus horas de encierro, se convirtió en una forma de vida. "El arte, en todas sus formas, siempre salva", cuenta la joven que, a sus flamantes 27 años, halló en el maquillaje una contención que la ayudó a superar los momentos más difíciles de su vida y hoy la encuentra a punto de lanzar su línea de cosméticos.
"A mis 13 años me diagnosticaron un cáncer, exactamente de huesos. Y sí, la palabra cáncer asusta y mucho; al instante lo relacionas con la muerte, porque esta enfermedad se cobra muchas vidas, pero a mí no me ganó, aunque muchas veces pensé que me quedaba a mitad de camino", recuerda Milena sobre su enfermedad.
"Yerba mala nunca muere", bromea y asegura que, en hacer chistes "a veces un poco crueles", encontró "la única manera de reírme de lo que me pasó". La maquilladora reseña además que "la enfermedad me quitó toda la adolescencia, estuve enferma desde los 13 hasta las 18".
Asimismo, explica que al tratamiento lo realizó en la ciudad de Buenos Aires "porque en Santiago la alternativa que me daban era cortarme la pierna". La joven, que actualmente cuenta con una prótesis, tuvo que "hacer una quimio para matar al bicho, me operaron, me hicieron un trasplante de huesos y todo salió bien; pasé muchos años entre silla de ruedas y muletas, aprendiendo a caminar de nuevo".
Cuando pensaba que todo iba bien, llegaron los controles posteriores al trasplante que le realizaron y le informaron que "el bicho había vuelto, pero esta vez para atacar mis pulmones, uno de los órganos vitales que me mantenían viva". Después de un tiempo más de tratamiento, le quitaron uno de sus pulmones.
"Y así fue que a mis 16 años tuve que enfrentar nuevamente a una quimio; de esta etapa no tengo fotos porque, siendo sincera, estaba cansada. Odiaba a todo el mundo, no quería hacerme las quimios de vuelta, no quería saber nada. ¿Otra vez? ¿Por qué de nuevo? Me preguntaba sin tener respuestas, me acuerdo como si fuese ayer", indica al respecto.
Tras cursar el secundario, comenzó a dar sus primeros pasos en el maquillaje y logró abrir su estudio, pero en el año 2020 tuvo que cerrarlo tras la crisis que había generado la pandemia.
Ese año se fue a vivir a Córdoba y luego de trabajar un tiempo en una fábrica de sándwiches artesanales, consiguió un trabajo para continuar haciendo lo que amaba. Fue así como estuvo una temporada de verano maquillando a Morena Rial para una obra de teatro en la que trabajaba.
"Como no terminaba de acomodarme, iba y venía a Santiago con frecuencia, siempre con mi valija de maquillajes a cuestas. Hasta que un fin de semana me encontré con que la gente me llamaba para pedirme turnos uno detrás del otro, así que decidí quedarme y es al día de hoy que no me arrepiento", describe Milena sobre el proceso que la llevó a instalarse definitivamente en la provincia que la había visto nacer.
No conforme con haber conquistado a gran público de santiagueños, Milena está decidida a continuar fortaleciendo su emprendimiento y ahora trabaja en el lanzamiento de su propia línea de cosméticos que llevarán el nombre MAB Cosmetics.
Esta nueva aventura en el ámbito de la cosmética promete ser su proyecto más personal y ambicioso hasta la fecha. A través de su marca, ofrecerá una gama de productos que cuenta con todas las aprobaciones de rigor. "Para mí es un sueño poder haber hecho este recorrido, miro atrás y lo que veo es que nunca dejé de ser yo, me miro y no puedo creer las fuerzas que tuve siendo tan chica", dice.
La fuerza de voluntad es una herramienta imprescindible para comenzar una y otra vez, pero no es la única. Desde el apoyo familiar hasta la contención social, cualquier ayuda es necesaria para reinventarse.
"Cada vez que siento que me pierdo, miro las fotos de mis años de adolescencia para acordarme quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy", reflexiona Milena y para cerrar recomienda "vivir, amar y reír con todas las fuerzas, que la vida es un instante; lo digo yo, que vi pasar todo en un momento, pero decidí quedarme en este mundo para mostrar mi arte y así poder volver a vivir".