Horror: remodelaban una casa y encontraron el cuerpo de un bebé debajo del piso
LA POLICÍA INVESTIGA EL CASO
Un macabro hallazgo generó conmoción en los últimos días. Un grupo de albañiles encontró los restos de un bebé debajo de las tablas del piso de una casa que estaban remodelando.
La Policía reveló que los restos hallados llevaban varios años enterrados en el lugar e interrogaron a los antiguos dueños de la propiedad.
El impactante suceso ocurrió hace unos días en la ciudad de Durham, al noroeste de Inglaterra, donde unos trabajadores, que remodelaban una casa, hallaron el cadáver de un menor y dieron aviso de inmediato a la Policía.
Al arribar a vivienda, los oficiales de la Policía registraron la casa entera y no encontraron más restos humanos. En ese sentido, los efectivos revelaron que el cuerpo del bebé hallado permanecía debajo de las tablas del primer piso de la propiedad. Posteriormente trasladaron los restos al Royal Victoria Infirmary, un hospital y centro de investigación en la ciudad de Newcastle,
La Policía inició una investigación e indagó a los antiguos residentes del lugar en busca de pistas que puedan esclarecer los hechos. En tanto, según los primeros indicios determinados por los forenses, el menor logró nacer a término y su cuerpo "no había sido tocado durante varios años". Además, especificaron que este viernes se realizará la autopsia para determinar la edad y las causas de la muerte.
Por su parte, las autoridades emitieron un comunicado, donde afirmaron que "se han contratado analistas forenses, incluido un antropólogo experto, para examinar el esqueleto y ayudar a determinar su edad y cuánto tiempo ha estado en su ubicación actual". Y añadieron que se programó "una autopsia y una tomografía computarizada para finales de esta semana para determinar la causa de la muerte".
"Nuestras investigaciones están en una etapa inicial. Obviamente, se trata de una investigación delicada y en este momento mantenemos una actitud abierta en cuanto a las circunstancias que rodearon el deceso", destacó el detective Mel Sutherland de la Policía de Durham en una nota con el medio The Guardian.