Peta: "Ahora hay que cuidar la salud mental y física"
La Lic. Emily Azar analiza que este fenómeno debe dejar una enseñanza en la comunidad. La decepción sufrida puede provocar peligrosos estados de ansiedad, angustia y mucha ira. SECUELAS PSICOLÓGICAS
El grado de reacción social que se está dando, con bromas y agresividad a la vez, que se suman a la dramática distorsión entre las expectativas y lo que finalmente ocurrió, ponen en un serio riesgo de sufrir secuelas psicológicas a quienes resultaron perjudicados por la estafa piramidal de la plataforma Peta.
En este sentido, la licenciada en psicología Emily Azar recomienda que, "después de esto, hay que cuidar la salud mental y física porque lo económico ya no se recupera", y analiza que "a partir de aquí, debe haber un aprendizaje, ya que, más allá de que la gente que está acostumbrada a invertir sabe que hay riesgos, para la gente que lo ha hecho por primera vez, esto es muy traumático".
La profesional recordó que, este tipo de fenómenos no son nuevos, y que en otras ocasiones "hubo personas que han llegado a sufrir traumas psicológicos graves".
Sobre las reacciones que pueden verse en las personas damnificadas, explicó que "entre las primeras reacciones pueden aparecer en la persona el aislamiento, la descarga, un estado irritable, sentirse muy nerviosa, insomnio como primer punto, y en los casos más severos se producen alteraciones en cuanto a la rutina familiar y laboral".
Carga de ansiedad
"La carga de ansiedad es mucho más fuerte porque deberá incurrir en otras acciones para poder devolver si es que pidió dinero, y pueden ocurrir alteraciones en la organización social y familiar, porque hay muchos que deberán empezar de cero, porque han dejado los ahorros de toda su vida", puntualizó.
Desde la psicología, dijo que seguramente los profesionales se van a encontrarse con estados de negación, por lo que "es muy importante que la persona hable de lo que le pasa, recuerde que tiene otros recursos, que puede haber otras maneras de arrancar y saber que va a llegar su tiempo, aunque lleve varios meses, hay gente que ha pasado por esto, y que se han recuperado".
"Hay un gran porcentaje de gente que estaba desinformada respecto de los riesgos y que no tenía información de lo que significan las inversiones virtuales y los antecedentes que hay de situaciones como estas", dijo la licenciada Azar.
El sueño de la rapidez
"Hay que tener en cuenta cómo ha jugado en esto la expectativa, el sueño de la rapidez, porque estuvo favorecido por la era virtual y la cuestión del 'hago clic y lo tengo', la confianza, y cómo la noción de progreso estaba orientada en la humanidad de la colaboración, en la jerarquía de unos y otros.
El tema fue que cuando se produjo la caída, aparece un quiebre muy fuerte donde todas estas decisiones radicales de apostar a un 'nuevo futuro', los famosos sueños, se caen de golpe y se produce un hecho traumático que genera síntomas, en algunos casos muy fuertes, que atraviesan el cuerpo. Estamos encontrando muchas manifestaciones agresivas que no se reprimen, mucha necesidad de castigar y hostigar al mismo que llevó a entrar en el programa, y se genera una bipolaridad entre lo que fue la ilusión, la amistad y la agresión, el enojo, el rechazo, y cómo la pérdida justificaría cualquier acto agresivo".
Cuestionamientos y vergüenza
"Debemos tener en cuenta la repercusión que va a tener esto en el pensamiento propio, porque vendrán muchos cuestionamientos, 'yo sabía' 'porqué no me fui' 'porqué he creído'. La vergüenza: 'qué hago, lo cuento o no', y como es algo traumático que puede causar mucha culpa, y mucha ansiedad que se la percibe como una angustia muy fuerte, será mayor cuando se piense en cómo se ha pretendido cambiar el guion de vida con la aplicación.
Es decir, determinado tipo de persona que venía teniendo su trabajo, su sueldo, y que venía con una cierta forma de conseguir sus bienes materiales, a través de la aplicación modificó eso, y ahora cae, hay que tener mucha paciencia, cohesión social para poder hacerse resiliente con esto, pensar que se va a necesitar tiempo para poder acomodarse. Por supuesto, las personas más vulnerables, serán aquellas que menos respaldo económico tengan".
Motivación desmedida que no permitió medir los riesgos
Sobre cuál es la motivación que lleva a una persona asumir el riesgo de estas características, la licenciada Azar consideró que si bien existen muchos factores, "los mueve el pensamiento mágico de creer que de esa manera se van a producir grandes cosas; el deseo que va arrastrado de una pasión desmedida, donde no se prevén consecuencias y no se contempla el riesgo".
"Esa ambición desmedida hace que no se diagramen posibles recursos a tener en el caso de que no funcionen las cosas. Claro que, detrás de esto, había un incentivo muy grande, algo que es externo, que lleva a realizar un acto que tienen motivaciones más internas, que tiene que ver con lo que se ha querido tener siempre o lo que se ve que tiene otro y también se lo quiere tener ingresando a este sistema", amplió.
Dijo entonces que lo que pasó tiene que ver "con algo masivo, por lo tanto no tan elaborado, y ha llevado a algo con mucho ímpetu por la forma en que se ha dado todo".
"Ha estado todo dominado por la emoción, por la manera de conseguir beneficios de una manera casi mágica, y eso ha llevado a que la mayoría de la gente se embarque en el programa, y que ahora esté sufriendo por la mala experiencia", cerró la especialista.