El error que comete Colombia es mojarle la oreja al campeón
Esta final de Copa América tiene muchos matices. Uno de ellos es la efervescencia colombiana, que debería ser más cauta en cuanto a pronósticos.
Por Gustavo Coleoni, ex DT de Central Córdoba
La final de Copa América que protagonizarán mañana los seleccionados de la Argentina y Colombia, en el Hard Rock de Miami, está lleva de colores y matices dignos de repasar y mencionar.
Entre una de las cosas más importantes, es que será el último partido de Ángel Di María en la selección nacional, que no es un tema menor para nosotros, los argentinos.
A su vez, es el partido más importante en la historia del fútbol colombiano. Esta es la segunda o tercera vez que llegan a una final y tienen una sola Copa América ganada nada más. Y está la efervescencia colombiana que debería ser más cauta en cuanto a los pronósticos y las sensaciones.
Eso puede hacer que la Argentina se potencie porque todos sabemos que el equipo argentino, o esta camada de chicos argentinos, son muy ganadores y muy emocionales. Y en estas instancias finales, generalmente entregan ese plus. Y si hay que arremangarse, se arremangan. Y si hay que hacer un partido con mucha fricción, lo hacen.
De todas maneras, es una linda medida para la Argentina que no tuvo grandes actuaciones en esta Copa América, pero sí le alcanzó para ser finalista justo, con lo que dio. Capaz que los rivales tampoco le elevaron la vara a la Argentina. Ecuador un poquito lo dominó y capaz que el resultado no fue justo, pero fue la única vez que estuvo en aprietos el equipo de Scaloni.
Será otra final de la Argentina y no estaría bueno que naturalicemos que jugamos finales todos los torneos, porque hay que mirar para atrás y ver cómo le ha costado a la Argentina lograr este título. Pero paradójicamente, lo que está bueno es que estamos naturalizando que somos finalistas. Y cuando estuvimos en Brasil, que jugamos la final contra Brasil en el Maracaná, para nosotros era uno de los partidos más importantes en la historia de la Argentina. Y después ganamos en Italia, salimos campeones del Mundo en Qatar y otra vez somos finalistas de América. O sea, está bueno y no está bueno. Pero está bueno naturalizar que tenemos obligaciones de ser finalistas con semejante plantel que tenemos.
Otro matiz es que es la última Copa América de Lionel Messi y quedará la intriga y la incógnita de si Messi va a querer jugar el Mundial o no. Yo creo que sí, pero si sale campeón de América seguramente va a estar mucho más envalentonado y con ganas de jugarlo.
Para todo argentino es un orgullo y una cosa muy linda sentarse frente al televisor y poder ver jugar una final más a los Messi, a los Di María, a los De Paul, a los Cuti Romero, que son gente que se ha familiarizado con el éxito y están metidos en cada familia argentina por la satisfacciones que han dado en este último corto plazo.
A disfrutar de la Argentina, de Messi, de Di María, del equipo. Sabemos que va a ser difícil, pero el error que comete Colombia es mojarle la oreja al campeón en vez de respetarlo. No se olviden lo que le pasó a Van Gaal cuando lo hizo enojar a Messi.