Deseo sexual hipoactivo: cuando las ganas desaparecen aunque el amor siga intacto
El trastorno suele llegar a la vida de las mujeres, mucho antes que a la de los hombres. Y la forma en la que se manifiesta, también tiene a ser significativamente diferente. CONTENIDO AUSPICIADO POR Ámsterdam Love Store. ESPACIO DE MARCA
Por LA DRA. MARIELA FUENTES COSTILLA. MÉDICA GINECÓLOGA.
El deseo sexual hipoactivo, una disminución persistente o ausencia de deseo sexual, es un problema que afecta a muchas personas, tanto hombres como mujeres. A menudo, esta condición puede interferir significativamente en la calidad de vida y en las relaciones de pareja.
La Dra. Mariela Fuentes Costilla, médica ginecóloga, en un extenso diálogo con EL LIBERAL, ahondó en la temática y consideró que esta situación es más común de lo que se piensa, aunque las consultas tardan en llegar por el tabú que significa, aún en este tiempo.
"Se considera que se está frente a un problema de falta de deseo cuando la carencia de fantasías eróticas y de motivación para tener relaciones sexuales persiste a lo largo del tiempo. Es un mito muy extendido e influenciado por nuestra cultura que la falta de deseo es más común entre las mujeres.
Por suerte ya se ha podido demostrar que las mujeres tienen deseo sexual y cada vez más lo están potenciando. Al igual que existen diferentes situaciones fisiológicas, psicológicas, ambientales, medicamentosa entre otras, que pueden afectar tanto al hombre como a la mujer", explicó la especialista sobre este trastorno del que pocos hablan, pero paradójicamente, muchos la padecen.
Existen algunas causas por las que el deseo desaparece y nada tiene que ver con el fin del amor (en caso de que se hable de una pareja consolidada).
Sobre este aspecto, Fuentes Costilla sostuvo que "factores orgánicos, psicológicos o una combinación de ambos suelen ser la causa de la falta o disminución del deseo. Es habitual asociarla con disfunciones sexuales, como por ejemplo en la mujer la dispareunia, que es cuando hay dolor en el coito, y se hace muy difícil sentir placer. Y, si no hay placer, no hay deseo. En tanto que, en el hombre con la disfunción eréctil, suele suceder algo similar, ya que los problemas de erección pueden provocar descenso de la libido y llevan a conductas evitativas a la hora de tener sexo".
QUÉ FACTORES GENERAN AUSENCIA DEL DESEO
De acuerdo con lo que explica la Dra. Fuentes Costilla, hay una serie de medicamentos que pueden intervenir directamente en el deseo sexual hipoactivo. Sobre este tema, indica: "Ciertos medicamentos, indicados para tratar enfermedades crónicas, como la diabetes, disfunciones tiroideas, insuficiencia renal o afecciones cardíacas, entre otras, también inhiben el deseo al igual que algunos psicofármacos o anticonceptivos hormonales".
Pero no todo tiene que ver con los remedios que una persona ingiere. "En el orden psicológico, hay que tener en cuenta la depresión, la ansiedad, el estrés de la vida cotidiana pueden que contribuyen al descenso del deseo o a una sexualidad poco placentera", sostiene la ginecóloga.
"Los factores vinculables también son clave: si en la pareja hay distancia emocional, enojos, falta de confianza, escasa intimidad o aburrimiento, lo más probable es que el deseo esté hipoactivo o nulo. En parejas de larga data, la rutina y el "sistematismo" recurrente de alguno de los miembros o de ambos, genera un circuito que desfavorece y puede afectar negativamente el deseo". Por lo tanto hay que buscar alternativas para salir de la rutina.
CÓMO SE "DETERIORA" EL DESEO CON EL PASO DE LOS AÑOS
Aunque todo puede variar, el deseo sexual hipoactivo suele llegar a la vida de las mujeres, mucho antes que a la de los hombres. Y la forma en la que se manifiesta, también tiende a ser significativamente diferente.
"A partir de los cuarenta años, los hombres empiezan a registrar un déficit hormonal progresivo y lento sobre todo de testosterona; las mujeres, por su parte, comienzan con alteraciones o insuficiencia hormonales tales como los estrógenos, progesterona y también los andrógenos cuyos déficit dan a lugar al Síndrome Climatérico caracterizado por síntomas y signos que preceden a la menopausia, tales como los sofocos, trastornos del humor, sueño, alteraciones del ciclo menstrual y la disminución de la lubricación genital y, por consiguiente, la caída del deseo, creando un círculo vicioso persistente que lleva en muchas ocasiones a la angustia y frustración personal de la mujer", explicó la Dra. Mariela Fuentes Costilla.
¿CUÁNDO DEBERÍAMOS CONSULTAR?
"La falta de deseo sexual es un tema importante y sensible. Si se prolonga en el tiempo y afecta nuestra calidad de vida y nuestras relaciones personales, puede que haya llegado el momento de consultar y buscar ayuda profesional.
Mediante una entrevista detallada, controles y estudios necesarios, un especialista podrá determinar y descartar si la "falta de deseo" es fisiológica, o sea, por alteraciones hormonales, y/o situacional. Aunque tampoco debe ser una obsesión, pues el deseo no necesariamente tiene que estar presente en cada momento y etapa de nuestra vida. Hay que recordar que tenemos nuestros ciclos sexuales y épocas de más libido que otras", aclaró la especialista.
HAY DISTINTAS FORMAS DE "ENCONTRARLE LA VUELTA"
Basado en esta evaluación, se podrá recomendar un plan de tratamiento que puede incluir desde cambios en el estilo hasta terapias de reemplazo hormonal, según se considere como causa algunas alteraciones fisiológicas gonadales, lo que determinará el médico especialista.
"Mientras tanto, ¿qué se puede hacer? Tener en cuenta que el orgasmo no es la única meta a alcanzar en un encuentro sexual, sino también confianza y encuentro con la otra persona. Saber que no sólo existe el "Punto G" sino también otros "Puntos" que debemos descubrir para tener un encuentro sexual satisfactorio y que despierte el deseo. Lo más importante, a mi opinión, es estimular de la mejor manera posible uno de los puntos más importantes: el cerebro. Sumando también cariño, creatividad yescuch ar lo que el otro quiere son la clave", cerró la Dra. Fuentes Costilla.l