Una actualización en los precios de los biocombustibles podría tener impacto en los surtidores
En lo que va del año, las naftas acumulan un incremento por encima del 60%.
La Secretaría de Energía actualizó este martes el precio de los biocombustibles destinados a la mezcla obligatoria con las naftas y el gasoil, a través de las Resoluciones 95 y 96/2024 publicadas en el Boletín Oficial.
Esta medida podría resultar en un nuevo ajuste en los precios de los combustibles en los surtidores, tras el aumento de entre un 3,5% y un 4% a principios de junio, impulsado por el incremento del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), junto con la anterior subida del precio de los biocombustibles y la devaluación mensual del 2% del dólar.
Con la actualización, el precio mínimo de adquisición del biodiésel destinado a su mezcla obligatoria con gasoil quedó fijado en $951.285 por tonelada para las operaciones realizadas durante junio de 2024 y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace.
La normativa estableció que el plazo de pago del biodiésel no podrá exceder los 7 días corridos desde la fecha de la factura correspondiente.
Asimismo, el precio mínimo de adquisición por litro del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar se fijó en $635, mientras que el bioetanol elaborado a base de maíz tendrá un nuevo valor de $582.
El documento oficial también especificó que el plazo de pago del bioetanol, tanto el elaborado a base de caña de azúcar como el de maíz, no podrá exceder los 30 días corridos desde la fecha de la factura correspondiente.
Además, se aclaró que los nuevos precios fijados son los valores mínimos a los cuales deberán llevarse a cabo las operaciones de comercialización en el mercado interno.
En los considerandos, se recordó que la Secretaría de Energía, encabezada por Eduardo Rodríguez Chirillo, está facultada para modificar los precios en casos de desfasajes entre los valores resultantes de su implementación y los costos reales de elaboración de los productos, o cuando dichos precios puedan generar distorsiones en los precios del combustible fósil en el surtidor. Esta consideración se aplica tanto para el bioetanol elaborado a base de caña de azúcar como para el de maíz, ajustando los precios de manera excepcional para atender estas necesidades.
Dado que los biocombustibles son componentes utilizados en la elaboración de las naftas y el gasoil, esta nueva suba podría impactar en los precios en los surtidores, que en lo que va del año acumulan un incremento superior al 60%.