Hacer reír hoy a la gente, es todo un desafío para los humoristas santiagueños
Adrián Martínez Ramallo (La Mueca), Leandro Crespo (Sombras y Trapos) y Carlos Cianferoni (artista termense) cuentan las vicisitudes de la profesión y los beneficios del humor para el estado de ánimo y la salud de las personas. HUMOR
Son tiempos difíciles para un país como la Argentina que hace décadas viene siendo castigada por la crisis y por todo aquello que no hace más que sembrar dudas de cara al futuro.
Hoy todo cuesta el doble y nada hace presagiar que la vida de los 46 millones de argentinos, tenga una vuelta de rosca para bien y sobre todo para mejorar el ánimo y el espíritu de la gente.
La mochila del bienestar, la seguridad y la confianza, hoy está muy pesada y con una carga emocional que se debilita a medida que pasa el tiempo y no hay respuestas inmediatas.
Pero como dice la ley de la vida, nunca hay que perder la esperanza y la fe. Por más fuerte que sea el vendaval, siempre hay que luchar y no dejarse caer.
Como lo están haciendo algunos artistas santiagueños que a pesar de la dura y difícil situación, siguen apostando por el hábito del humor para enfrentar los efectos de la crisis.
"El humor en tiempos difíciles es la manera de oxigenar la realidad. Estas bocanadas de ánimo nos salvan de ahogarnos en la dificultad cotidiana. El humor nos distancia del problema por unos segundos, y es el plano inconsciente el que mientras eso sucede acomoda la estantería. En éstos tiempos difíciles es cuándo más deberíamos buscar el humor para hacer catarsis y lograr el equilibrio", expresó Adrián Martínez Ramallo cuando habló con EL LIBERAL y dejó un mensaje que no sólo invita a introducirse en el campo de la reflexión sino que, además, abre una ventanita para vivir la vida con una actitud más positiva en este sentido.
Luego agregó: "La crisis generaliza y potencia los problemas individuales, y el humor siempre va a contramano, como una necesidad propia de existir".
Martínez Ramallo es hoy el director del grupo artístico La Mueca y un actor teatral que no baja los brazos y que con sus actuaciones promueve y difunde la comicidad dentro de un ámbito en el que no es fácil llegar.
"Debemos ser adultos, pero con la flexibilidad cerebral de la que teníamos de niños, para poder tener otras miradas ante una realidad. Eso es el pensamiento creativo, y este pensamiento también invita a no dejar de ver ante la incertidumbre las cosas buenas que nos suceden a diario, que nada tiene que ver con negar la realidad sino, más bien es balancear el ánimo con la sensible experiencia del vivir", añadió Martínez Ramallo.
La esencia del humor no solamente puede estar ligado al chiste, a la broma o algún gesto corporal del humorista sino que también influye casi por naturaleza en el estado anímico y emocional de las personas.
"Cómo recomendación en tiempo de crisis, fortalezcan el hábito de buscar el humor. Así como el pecador busca la iglesia para sanar su espíritu.
El abrumado tendrá que buscar el humor para poder sobrellevar la crisis", amplió el director de La Mueca.
Leandro Crespo es integrante del grupo de títeres Sombras y Trapos y otro de los actores que no se resigna a dejar de lado el humor. Él siente que ayuda a ver las cosas de otra manera y que fortalece el alma y el espíritu de las personas.
"Hoy en tiempos de crisis el condimentar la realidad con buen humor, sin dudas, hace que uno digiera las cosas de otra manera y predispone a la gente a un buen ánimo. Sino, la vida sería sólo un trago amargo", afirmó Leandro para sustentar su visión de humorista titiritero.
Luego remarcó: "El humor no es la finalidad de la vida, pero de seguro es el ingrediente indispensable. El humor es romper con la rutina, nos saca de un lugar pasivo y frío, nos activa, nos saca de una preocupación para activar la alegría. De repente es ver un perro con zapatillas y uno es impulsado por una risa inevitable".
Siempre mirando la otra pata del humor, Leandro fue un poco más allá y explicó las otras ventajas que ofrece una virtud que no todos la pueden tener.
"El humor rompe la lógica, le da un giro a la realidad y nos hace ver la vida de otra manera. El humor es mucho más que risas. No soló es decir un chiste o hacerse el gracioso o el pícaro. Hay muchos niveles y tipos de humor. Uno puede reírse con un niño que se pone zapatos grandes o ver los albañiles jugando con peluca, desfilando en la obra".
Sabedor que es un artista que interactúa permanentemente con el público, el comediante trazó un paralelo entre lo que significa hacer reír a la gente en diferentes momentos de la vida con el estado emocional y físico.
"Reirse relaja, descontractura y es la mejor manera de romper el hielo para generar confianza. Todos somos humoristas en alguna medida", remarcó.
Santiago es una de las tantas provincias que es una aliada del humor y que cuenta con una camada de artistas que la vienen remando para que la gracia no pierda su sentido.
El termeño Carlos Cianferoni es uno de ellos y otro que reconoce que todo se pone difícil cuando la gente no asiste a los teatros del país o no se engancha por completo con los espectáculos de la calle y a la gorra.
"Desde 1987 que trabajo entre algunos escenarios de teatros del país y la Rambla, por ejemplo, de Mar del Plata. La crisis se siente y se pone cada vez más difícil hacer reír a la gente", comentó Cianferoni cuando pintó un panorama duro al respecto.
Hoy el desafío para ellos es mayor porque la economía del país no acompaña ni tampoco ayuda a la venta de entradas para presenciar un espectáculo humorístico.
"Hoy todo es complicado. Cada vez hay menos venta de entradas y el humor no está al margen de la situación. Tengo relación y siempre contacto con algunos colegas y todos coinciden que es un momento duro para nuestra actividad", agregó Cianferoni que es un hombre que trabaja tanto en actuaciones en teatros como en la calle.
Al vivir en Las Termas, ciudad que atrae al turismo nacional y extranjero, para Cianferoni no deja de ser una buena noticia. Hay hoteles que suelen contratar sus servicios y que ponen a su disposición un lugar para entretener a los turistas.
"Es una salida los hoteles, pero son más reservados para el humor. A diferencia de las teatros por ejemplo donde la gente va más predispuesta a reírse y disfrutar de nuestras bromas o chistes", señaló.
Con el deseo de que todo se revierta, el humorista no dejó pasar la ocasión para gastar a su colega Pochi Chávez que esta viviendo una situación muy especial con su actual y joven pareja.
"Le puse albañil pobre, tiene una changuita, pero no las herramientas", bromeó Cianferoni cuando cerró esta nota con gracia y picardía, las otras grandes hijas del buen humor.