Buscan que la menstruación sea una cuestión de DDHH
Unas 500 millones de personas menstruantes en el mundo no tiene acceso a instalaciones seguras ni productos de higiene.
Una de cada tres adolescentes en América Latina falta a la escuela de manera regular por no contar con implementos adecuados para gestionar de forma digna su periodo menstrual: agua limpia, ropa interior adecuada y toallitas sanitarias, tampones o copas menstruales.
En lugar de ello tienen que recurrir a calcetines, trapos o papel, una situación nada digna y que afecta su autoestima y frenando así sus oportunidades educativas y desenvolvimiento social.
Al respecto, Natalia Haag, directora de Testeo y Prevención de VIH de AHF (Aids Healthcare Foundation) Argentina explicó: "No siempre las personas pueden acceder a los medios correspondientes de higiene menstrual o contar con instalaciones de baño seguras.
Por este motivo, es vital vincular la salud menstrual a políticas de estado y considerarlo como un derecho que debe ser garantizado económicamente y aceptado socialmente sin tabúes".
De acuerdo con Unicef, en el mundo más de mil 800 millones de personas menstrúan, pero a 500 millones de ellas se les niega el acceso a instalaciones seguras y a los productos sanitarios que ayudan a manejar sus períodos de manera saludable. De acuerdo con un estudio del Instituto Ceeri, en la región de América Latina y El Caribe, solamente 9 de 31 países consideran a los productos de higiene menstrual como productos de primera necesidad.
"En 2018, Colombia se convirtió en el primer país de América en eliminar el impuesto del valor agregado (IVA) del 16% de los productos de higiene menstrual, seguido por México en 2022. Por el contrario, Chile gravó estos productos con un 19%, el segundo más alto en la región, por detrás de Uruguay con 22% de gravamen", detalla el estudio.
El Día de la Salud Menstrual es reconocido cada 28 de mayo en el mundo y fue lanzado por activistas en 2014 para resaltar la importancia de la educación sobre el manejo de la salud menstrual.