Santiago

Qué pasa con los niños y las pantallas en Santiago

"Cuando hablamos de uso desmedido, hablamos del extremo en que el niño no duerme, no descansa, no interactúa, no presta atención. En estos casos hay una alerta. Están faltando límites", advirtió la especialista.

La exposición extrema a las pantallas puede generar diversos impactos en la salud emocional de los niños. Al entender que el desarrollo emocional de los niños es un aspecto fundamental en el crecimiento y bienestar de las infancias, es que resulta necesario saber cuáles son los límites para evitar daños en los chicos.

"Me parece interesando abordar las consecuencias de la sobreexposición a las pantallas en los chicos. Hay que tener muy en cuenta las diferentes situaciones. Primero, qué es lo que ven, cuánto tiempo están pasando frente a una pantalla y, después el tipo de contenido que consumen. O sea, cantidad y calidad. Me parece que llegar a prohibirles es algo que es muy poco producente, porque cuanto más se les prohíbe, más querrán desafiar la situación", advirtió la Lic. Rosario Sanguedolce, especialista en Psicología.

Sin embargo, consideró importante "regular el uso. Porque cuando hay un tiempo desmedido frente a la pantalla, como cualquier cuestión desmedida trae consecuencias. Entre ellas, muchas dificultades para dormir, concentrarse e interactuar".

Realidad

Sanguedolce lamentó la cantidad de casos que se ven a diario sobre "las dificultades para usar herramientas simbólicas, usar la palabra y conectarse con el exterior. Esta es la parte negativa de lo que nos deja la tecnología, pero como siempre planteo, no es negativa la tecnología sino el uso que se le da".

"Cuando hablamos de uso desmedido hablamos del extremo en que el niño no duerme, no descansa, no interactúa, no presta atención, y toda su vida está siendo afectada. En estos casos hay una alerta. Están faltando límites".

Hay manera de resolver el drama y es fundamental el acompañamiento de los adultos.

"Es importante aquí atender a los jóvenes, que puedan mediar y poner un límite, sin prohibir, pero habilitando con ciertas medidas, porque si no el niño quedará absorto en esto de la tecnología".

La psicóloga resaltó además los peligros de las redes, que ponen en riesgo al niño y al adolescente.

"En las redes sociales hay un peligro general. No advertimos que el uso de la tecnología puede desencadenar en otros tipos de riesgo. Vemos cada vez más niños y adolescentes que prefieren vincularse por un aparato, que con el otro. El riesgo también crece en ese punto".

Lic. Sanguedolce: "Hay que plantear los riesgos y poner límites"

"Recordemos que la socialización implica también tolerar la diferencia, aceptar que el otro es diferente. También implica cierto estado de vulnerabilidad. Los chicos que no están a gusto empiezan a aislarse a través del uso de la tecnología. Ellos presuponen que las pantallas no lo van a rechazar. Pero hay que trabajar otras cuestiones. Hay que explicarles cuán nocivo es aislarse con una pantalla, ya que te aísla del entorno, de vínculos bueno. Hay que plantear los riesgos y poner límites", indicó Sanguedolce.

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