Una apuesta valiente que ilusiona en ataque y que lo expone en defensa
Lucas González Vélez llegó a Santiago con una idea que sale de lo común en Argentina y que, después de enfrentar a River y Boca, presentará exámenes decisivos en las próximas tres fechas. Su plan, ¿puede llevarse a cabo en el fútbol argentino?. CENTRAL CÓRDOBA
Por Gustavo Paz
Si algo nos caracteriza a los argentinos es esa necesidad de ir en contra de la corriente. De polarizar y entrar en comparaciones absurdas todo el tiempo. El fútbol es quizás el mejor ejemplo. De hecho, aquí tenemos 40 millones de técnicos, ¿o no?. Hoy, el mundo Central Córdoba vive una dicotomía que resulta rara, pero que nos hace todo el tiempo pensar qué tipo de fútbol nos gusta y queremos ver.
Lucas González Vélez llegó desde Colombia con una propuesta valiente, que no se tradujo aún en puntos, pero que tuvo dos evaluadores de jerarquía mundial como River y Boca. El entrenador, formado en España y que lleva el manual de Guardiola bajo el brazo, sabe que su idea sale de lo común en el fútbol argentino.
Central Córdoba se le plantó a dos colosos, les quiso jugar de igual a igual y lo pagó caro. Lucas González prefiere siempre a los jugadores de buen pie. Para él, es clave tener la pelota el mayor tiempo posible. El equipo causó problemas cuando se asoció en ataque, especialmente ante Boca, pero defendió muy lejos de Ingolotti y le patearon casi 40 veces en dos fechas. El "Ferro" y Belgrano, su próximo rival, son los dos equipos con más goles en contra (7) y de no ser por el propio Ingolotti, el panorama podría haber sido peor.
Hace ya varios años, un viejo maestro me supo decir en una charla bohemia: "pibe, no hay táctica sin técnica, no lo olvide". Y creo que coincido bastante. ¿Puede Central Córdoba tener éxito con esta propuesta?.
Nadie puede negar la valentía del cuerpo técnico y de los jugadores. La entrega para salir adelante con este método está, pero esa energía necesita complementarse con el tiempo de ensayo y la suma de talento. Por eso, este mercado de pases será clave para Central Córdoba.
Ante River, en el Monumental, el sistema elegido fue el 4-3-3. Todo cambió con la expulsión de Laquidaín. Ya ante Boca, González optó por un osado 3-4-3, poblando el medio. El dilema de la manta corta, como le llamaba Menotti. Si te tapás los pies, te descubrís la cabeza y si te tapas la cabeza, te descubres los pies.
Central intentó complicar a River y a Boca en campo ajeno, pero se expuso demasiado. En Núñez y en Santiago, las derrotas pudieron ser aún peores. Ese método innovador de moverse y generar secuencias de pases ilusiona a muchos hinchas. Si el equipo logra un equilibrio, puede funcionar. Ahora se le vienen rivales más terrenales antes del parate por la Copa América. Y serán la mejor medida.