Viceversa

"Cuando nadie te mire, poeta, muéleme el corazón"

Por María de los Ángeles Lescano.

Así empiezan los primeros versos del poema La Moledora, del querido Carlos Artayer (1940-2024), el mismo que integra la Antología: La Banda y sus poetas de Nilda Alderete Ramirez.

Se trata de ?sostener la voz? que involucra la del hombre íntegro que fuiste, la del profesor y las clases magistrales de Literatura española en las aulas del Profesorado Nacional Manuel Belgrano. Es la voz del poeta sostenida en la gran poesía que transitaban sus textos (Luz Fabulada (2002), La tierra macha (2010) Travesía de las palabra (2011, entre las inumerables plaquetas publicadas, sin desmerecer las diferentes Antologías en las que fue incluido). 

Y me pregunto, si ?sostener la voz?, tu voz, implique situarnos en el territorio de la posteridad, un territorio que justamente hoy tiene las tintas de la tristeza. Entonces, me permito recordarte en la eterna sonrisa, en las raíces criollas y españolas que atravesaron orgullosamente tu existir. Nada es frágil cuando se piensa en la poesía que dejaste entrelazada con los versos del admirado Lorca, ?Dime Señor, Dios mío, no llega el dolor nuestro a tus oidos??. Es la angustia del final, y tal vez, en este preciso momento, se te ocurriría estar de acuerdo con Borges, al afirmar ?la muerte es una muerte vivida, la vida es una muerte que viene?. Posiblemente la muerte sea un accesorio para vos, Carlos Artayer, POETA. Y me atrevo a definirte con mayúscula, porque ésta debiera ser el modo para darte las gracias por tanta poesía genial e inolvidable, o quizás, sea la manera en que el pensamiento aclare el porqué de la congoja. 

Todas conjeturas como los cuestionamientos vacíos y recurrentes que vendrán en tiempo pasado (cómo fue la poesía de Carlos Artayer?, qué aporte dejó su lírica?). Abrazo en vos: la poeticidad y profundidad simultánea de tanto verso que ahora me sirve para disipar esta tristeza, la que la imagino, alada, con los brazos interminablemente largos, capaces de tocar a tu abuelo indio, guitarrero de cielo abierto y pampa, a tus poetas amigos Ricardo Dino Taralli con su Raíz y vaticinio de América, tal vez aquella dimensión sin tiempo que pregonaba el poeta Mario Lescano, o los versos de Felipe Rojas, cuando dice: ?donde quedará este tiempo cuando duerman mis sueños en los árboles? . Dicen que la vida de un poeta carece de final y coincido absolutamente con ello. Todos los talveces hacen falta a la hora de reflexionar que tu pluma quieta, Carlos Artayer, tendrá el silencio, o mejor dicho la invención de la lectura, otro pretexto seguramente para estar contigo y tus poemas. Se trata de ?sostener tu voz??, enarbolar una y tantas veces tus versos, ??Cuando te mire, moledora, muéleme el corazón (…) y si te preguntan qué mueles/ respóndeles: un grito largo por el fondo de las voces/ y un ala que quiere el cielo/ para traspasarlo.

1  Entre las que figuran: Los que fundaron la especie, Abuelo Indio, Testimonio de humildad, Cifra ceremonial, Los ojos recién llegados. Entre las antologías en las que se incluyó sus poesía; Santiago del Estero, poesía 69, Santiago 7 Poetas, Norte, Poesía contemporánea. Tomo 1 , 4 escritores de Santiago del Estero, Santiago en sus letras de José Andrés Rivas, Selección de la Poesía Santiagueña de Ricardo Dino Taralli, Antología La Banda y sus Poetas de Ada Nilda Alderete Ramírez y Antología de poetas santiagueños de Alfonso Nassif, Antología de Poetas argentinos, ed. Dar Almuheet, Emiratos árabes. 

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