El aislamiento es difícil de sortear en El Impenetrable
La viralización del video de Ruth, una niña de 10 años, izando un teléfono celular a unos 20 metros del suelo para captar un poco de señal y poder comunicarse (y que reflejó un informe de Telenoche, de El Trece), exhibió las dificultades de comunidades aisladas, remotas o simplemente alejadas, que no disponen de una torre de telefonía celular que les dé señal para romper en parte ese aislamiento.
Al respecto, Adrián Yulán, maestro de la EEP N° 932 Anexo, del paraje Pozo del Algarrobo, relató las complicaciones cotidianas que deben superar por estar a 50 km de distancia de Miraflores, la población más cercana, donde él vive.
"Vivimos a tanta distancia, que a veces se complica ir a dar clases. Por ejemplo, cuando llueve aquí cerca de Miraflores y no se puede pasar por los caminos de tierra, no tengo ninguna manera de avisarles a los chicos que no podré llegar. O lo mismo pasa algunas veces que salgo de aquí sin novedades, pero llovió allá y el camino se puso intransitable. Ellos no me pueden avisar", relató Yulán.
El docente se alegró de haberse comunicado con el Ing. Luis Umlandt que se comprometió a enviar una antena para acercar la señal de celular para la escuela. "Las familias, cuando tienen una necesidad o emergencia, van a la escuela porque ahí tenemos señal y se comunican". Por lo que optimizar la conectividad implicaría una mejora en la calidad de vida de las familias cercanas también, además de los beneficios pedagógicos del uso habitual de internet.