Espectáculos

"La música es una defensa ideológica del santiagueño"

Horario Banegas en un mano a mano con EL LIBERAL.

El frío cortaba la noche en Las Termas, pero nadie se movía de sus butacas. La temperatura había bajado drásticamente, pero eso no era óbice para abandonar el lugar. Y el "clima" cambió rotundamente cuando subió al escenario Horacio Banegas junto con su banda, entre cuyos integrantes están sus hijos "Mono" y "Jana" Banegas.

Sonaron los acordes de uno de los himnos del juglar de nuestra tierra, "Santiago es pueblo que canta", y el público entró en calor inmediatamente y, en una pista improvisada en inmediaciones del imponente escenario ubicado en la explanada de Casinos del Sol, se comenzó a bailar. Y ese ritual continúo sin par tras el gran concierto que brindó el autor de "Mi origen y mi lugar".

Horacio Banegas, el gran trovador santiagueño de pura cepa, cantó y todo el país bailó en Las Termas de Río Hondo, imprimiéndole así a la apertura de la temporada turística invernal de la "Ciudad Spa" un ambiente ameno, familiar y de disfrute.

Banegas y su banda siguieron tocando y la gente no paró de bailar. Luego, siguió esta comunión de las almas cuando subieron al proscenio Manuel Orellana y Rodolfo Lucca, integrantes del Dúo Orellana Lucca. En lo que fue un inicio de temporada bien santiagueño, con artistas de la provincia, los turistas principalmente vivieron momentos inolvidables en la noche que cada vez más fría en lo meteorológico se convirtió en cálida y acogedora.

Tras concluir su imponente concierto, Banegas recibió a EL LIBERAL.

-Horacio Banegas cantó y el país bailó en Las Termas de Río Hondo. ¿Cómo vives esa devolución?

Con los años, la gente ha ido tomando como propias las canciones y sintiendo la necesidad esa de que el santiagueño siempre se manifiesta cantando, no importa si bien o mal como decía en el escenario. Esto es contagioso, hermoso. Nosotros, arriba, vivimos toda esa energía maravillosa que nos tira la gente y de ver que las canciones van pegando en ellos. Así como las han cobijado le han dado el amor, el respeto y hoy tienen esa necesidad de compartir con nosotros y cantar con el pueblo. Yo soy un desprendimiento de la gente. Sin la gente no sería nada. Soy una parte de ello y la gente, gracias a Dios, con los años, ha entendido que es eso, que soy una parte de ellos. Me honra, me dignifica y dignifica mi música y el trayecto musical nuestro de familia. Lo hablamos con el "Mono" y con "Jana" (sus hijos) y es una felicidad tremenda.

Una obra que trasciende

- "Santiago es pueblo que canta, mi tierra es tierra que canta…", expresas en la chacarera "Santiago es pueblo que canta". Esta expresión trasciende al mundo.

A veces, cuando una generación crece, como a mí me ha tocado una generación nueva en el 90, uno cree que eso se va diluyendo porque la gente crece, se casan, se van a trabajar a otro lado, pero vemos en la gente jovencita de ahora como que pareciera que nuestra música siempre ha estado presente para ellos. Nos manifiestan que la música nuestra ha acompañado los sábados, domingos o el asado en familia y eso es maravilloso. La música es eso. Nosotros no somos más que la gente. La música es un vínculo con el cual hemos entrado a los hogares y hemos trascendido con los años.

- Pero, el desafío siempre está más allá de esas certezas, de esas comprobaciones.

Todavía nosotros asumimos el desafío. Hoy es un tiempo muy difícil, sobre todo para el rubro nuestro en el que la gente pueda distraer dinero para poder asistir a los conciertos. La obligación nuestra es seguir defendiendo la esencia, la idiosincrasia del santiagueño. La chacarera tiene muchas aristas y una inmensidad de cosas que hay que descubrirlas, potenciarlas y que siga creciendo. Hoy hay una generación de músicos que el aporte que realicen va a ser importantísimo y brillante para el futuro de nuestra música. Ojalá que podamos cumplir el proceso de folclorización de cincuenta o cien años y que nuestras canciones ya queden instaladas, así como ha quedado mucha música de Andrés Chazarreta, de Julio Argentino Jerez. Ojalá que nos toque a nosotros también. Estamos felices de poder hacer ese aporte porque es nuestra obligación moral. La música y el arte, para nosotros, es una defensa ideológica del santiagueño, del ser y de la esencia en la que nosotros hemos construido nuestra vida.

La lealtad

-¿Cuánto sudor y lágrimas has derramado para lograr que esa santiagueñidad de tu música se instale en el mundo y, por otro lado, para aportar a esa folclorización que hablas?

Para mí no ha sido fácil, primero porque yo estoy desde los 12 años con la música. He pasado por generaciones y nunca ha sido fácil porque mis colegas, ninguno, en ningún momento me han dicho "vení, subí al escenario". Hablo de los colegas santiagueños. Después, hay otra gente que ha sido mucho más generosa. Mi primer disco "Mi origen y mi lugar", que ha sido tan trascendente e importante para las generaciones, ha tenido una influencia tremenda al irrumpir con un formato de banda que no existía en Santiago del Estero. Y también de decidir que debía ser un artista autogestionado, no depender de productoras o de manager que te dicen qué tienes que hacer para que tu carrera siga creciendo. He sido leal con la gente. Mis discos me representan en distintos momentos y etapas. Eso es lo que me ha llevado a conseguir el respeto que tengo hoy con la gente.

-Y leal con vos mismo también, que es muy importante.

Uno no puede traicionarse. Yo siempre digo que los artistas santiagueños no se pueden sentirse estrellas porque el sol se oculta a las siete u ocho de la tarde ya cuando las estrellas han empezado a salir, pero el sol está mucho más potente. El santiagueño no se puede sentir estrella en ningún momento. Y eso, para mí, me sirve de desafío, de asumir que no somos más que la gente sino somos los voceros de la gente. La gente nos hace trascender con el amor, el respeto y el cariño que nos han brindado.

Apuesta al Conurbano

- El sonido de los Banegas está instalado. En ese sentido, ¿qué nuevos proyectos tienes? ¿cómo vas con el proceso de "Viejos libros"?

El formato disco, lamentablemente, ha desaparecido. Nosotros tenemos "Viejos libros" intentando lanzarlo, pero como es autogestionado es difícil hoy hasta subir a Spotify o poner una moneda para que se difunda el disco. Estamos con los proyectos del "Mono" y de "Jana" viendo para dónde agarrar. El trabajo no sobra. Antes ahorrábamos de los shows para poder producir discos y producir shows. Les decía a los chicos de Orellana-Lucca (Manuel y Rodolfo) que hace años que vengo haciendo teatros trascendentes como el de Flores, el Vorterix, Niceto, La Trastienda (realizó ya ocho conciertos) y hoy me cuesta hacerlos porque me significa mucha plata producir. Es mi obligación de defender el proyecto nuestro buscando espacios alternativos como ser en junio próximo el Conurbano bonaerense, cosa que no habíamos hecho hasta ahora porque siempre tocábamos en Capital Federal. Seguimos peleando un espacio y seguir marcando nuestra presencia con el sonido Banegas. Yo creo que va a ser valioso como referencia para los músicos futuros.

De tocar en bares, a los escenarios del país y del mundo

-¿Cuántos sueños se han convertido en realidad?

Yo he cumplido el sueño grande aunque nunca me he propuesto ser un artista grande ni conocido. Escribía canciones y cantaba, desde niño, en las reuniones familiares con mi hermano Coco, pero sin ninguna pretensión. La gente me fue separando desde Los Tobas, desde Los Banegas y fue construyendo mi carrera la gente. La gente empezó a asistir a mis conciertos. Con Walter Díaz nos reíamos porque cuando me ofreció para grabar "Mi origen y mi lugar", él ha hecho un recorrido por los lugares con mi querida Mónica (esposa de Walter, ya fallecida), que está en mi recuerdo permanente. Iban a vernos y me decían que tocaba si había diez personas. Tocábamos en bares y, de pronto, la gente fue sumándose y eso se ha convertido lo que soy.

Horacio, un papá de corazón de "Manu"

Banegas reveló a EL LIBERAL por qué lloró tras ver un video que Manuel Orellana (del Dúo Orellana Lucca) subió a sus redes sociales. Manuel confiesa ser admirador de Horacio. 

"Él (por Manuel) ha hecho una publicación y me ha hecho llorar un montón con ese video. Lo conozco de cuando él tenía 10 años cuando fuimos a tocar a la Casa de la Cultura de Frías. Él se fue a ver el show. Cuando terminó el concierto, se acercó y me pidió una guitarra y cantó "Mi origen y mi lugar" de punta a punta. Empezó ese romance, ese amor. Es como un hijo. Siempre ha sido un hijo. Por eso yo digo que en cuanto lugar me toca nombrarlo a "Manu" digo que es el cuarto Banegas. Él ha sido fiel con la música mía. "Manu" venía y estaba 15 o 20 días en casa y después lo llevaba yo en la camioneta a Frías. Me siento un padre del corazón y del alma", evocó Horacio.

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