Bokalic: "La gente llegó con sufrimiento y dolor, pero muy esperanzada"
El obispo de la Diócesis de Santiago del Estero resaltó la devoción del pueblo y valoró su llegada a la Villa, a pesar de la crisis y el tiempo.
La participación multitudinaria en la Fiesta del Señor de los Milagros de Mailín no deja de sorprender. A pesar de las dificultades económicas y del frío, miles de peregrinos llegaron a la Villa ayer para participar de la misa central y procesión, con la que se dio por finalizado el programa de actos su honor.
En un diálogo exclusivo con el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, hizo un análisis de esta nueva edición de la Fiesta y resaltó la devoción del Pueblo santiagueño. Asimismo valoró la participación de los peregrinos en medio de tiempos difíciles para el país.
"Una vez más se ha demostrado que la Fiesta del Señor de los Milagros de Mailín es la verdadera fiesta. Es el Señor que nos convoca. Este pueblo creyente, necesitado de la bendición, ha venido con tanto esfuerzo hasta la Villa y está hoy con nosotros. Nos da mucha alegría haber compartido un año más esta fiesta. Seguramente mucha gente pudo reencontrarse con el amor de Dios y se lleva la garantía del Señor que los acompaña en la lucha cotidiana. Este es el gran clamor para que cada uno desde su lugar seamos sembradores de justicia, solidaridad y fraternidad. Esta es nuestra fe", reflexionó el obispo minutos más tarde de finalizar la ceremonia central.
Multitudinario
Asimismo remarcó la imponente cantidad de fieles que colmó la Villa durante este fin de semana para honrar al Señor de los Milagros.
"Nos ha maravillado la cantidad de fieles que se han llegado a participar de la Fiesta del Señor de los Milagros, a pesar de tanta crisis. Evidentemente hay algo que mueve mucho más allá de las pobrezas y miserias. La gente ha venido masivamente. Nos ha sorprendido realmente. Este es un signo de lo que hay en el corazón del pueblo y que lo tenemos que cuidar mucho. Esta es una riqueza que debemos valorar y cuidar, para vivirla y trasmitirle a la nueva generación", aconsejo Mons. Vicente Bokalic.
Entrega
La entrega de los fieles fue gratificante. Con sus promesas, pedidos y súplicas llegaron hacia el altar para arrodillarse ante el Señor de los Milagros y renovar su fe.
"He conversado con los peregrinos y veo que la gente llegó muy esperanzada, con dolor, sufrimiento, pero muy esperanzada. Vinieron a la Villa a reencontrarse, trayendo esa mochila de sufrimiento, de pobreza, falta de trabajo, desencuentro familiar, pero vinieron a buscar la bendición y se volvieron con el corazón lleno de esperanza", expresó finalmente el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero.