Abigeato: carnicerías "frágiles" de papeles enfrentan a abogados
Están detenidos desde marzo, el carnicero, Sergio O. Abregú; su empleado, Ángel A. Caro y Néstor Fabián Camus, de la víctima.
La Fiscalía irá por la prisión preventiva y la defensa por la libertad, el miércoles próximo, en una audiencia por una causa judicial de millones de pesos en robo de ganado y cuyo epicentro se situó en el campo El Carancho, a la vera de la ruta 89, a 3 kilómetros de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra.
El denunciante es el ganadero Fernando Moisés, integrante de una familia propietaria de una cadena de carnicerías en ciudad capital. A la vez, Moisés es presidente de la Sociedad Rural de Matará.
Los imputados son el carnicero Sergio Omar Abregú; su empleado, Ángel Antonio Caro y el ex hombre de confianza de Moisés, Néstor Fabián Camus, según la investigación que comanda la fiscal Luján González Garay por "abigeato agravado".
El procedimiento se concretó en la segunda quincena de marzo, en el campo de Moisés. Los policías señalaron que sorprendieron infraganti a todos los "actores", quienes terminaron esposados y presos.
Marcas, señales, nulidades
Sin embargo, el impacto del cuatrerismo cesó y con la espuma ya estabilizada, los abogados edificaron su propia perspectiva, la que se sustentaría sobre la base de nulidades, cuestionamientos, Afip, marcas, señales y todo cuanto les augure, al menos en su estrategia, abrirles la celda a Abregú, Caro y Camus.
El querellante, Jorge Navarro, se plantará en la esencia del delito; en el procedimiento; la 4 x 4 y el trailer con el que Abregú fue interceptado en la vía pública y escasas compras de ganado, desde el 2022, al menos desde el frigorífico habilitado por Ley en Robles. "Si tiene carnicerías, ¿qué carne vendió en estos años?", indagará Navarro.
Enfrente, los abogados Marcelo Castillo Gioya y Walter Santillán, por Abregú, atacarán la constitución de la querella, la propiedad de los animales e instarán a la intervención de organismos de contralor. También, José Barnes, por Camus, reclamará su excarcelación. Subrayaría que su cliente quedó varado en el centro de una maniobra ajena y no se descarta que sugiera que vendió vacas con luz verde de su jefe.
En tanto, Juan Manuel Rojas, por Caro, plantearía que llegó al lugar llamado por Abregú (vía celular), pero carecería de rol alguno en el abigeato e ignora hoy por qué está encerrado en una celda.