Un título con gusto santiagueño Mansilla, héroe de Estudiantes campeón
El arquero oriundo de Los Juríes atajó tres penales en la definición desde los doce pasos y le dio al "Pincharrata" el decimosexto título de su historia. Llegó hace poco al club y como ante Boca, el santiagueño brilló para levantar el trofeo en su provincia. La Plata está de fiesta.
Por Gustavo Paz
Santiago del Estero volvió a ser escenario de una definición y esta vez, a diferencia de las otras seis finales, un santiagueño prácticamente decidió el título. Estudiantes de La Plata, con un Matías Mansilla enorme, derrotó a Vélez y es el nuevo campeón de la Copa de la Liga Profesional. Después de los 120 minutos, la gran final terminó 1-1 y todo se definió con tiros desde el punto penal, donde el arquero nacido en Los Juríes atajó tres disparos, para darle al "Pincha" la victoria 4-3.
El ex Central Córdoba llegó hace poco al club de La Plata y como ante Boca, se vistió ayer de héroe ante un dignísimo Vélez, que también tuvo en Marchiori (atajó dos penales) a una figura clave para estirar la definición.
Fue una final vibrante en el Madre de Ciudades. El partido comenzaba con paridad absoluta. Estudiantes volcando sus ataques por el sector de Cetré y Vélez, intentando manejar la pelota con Aquino como principal generador de juego. El primer centro peligroso llegó al área pincharrata a los 4 minutos, pero la defensa respondió. Uno más tarde, Mansilla respondió bien ante un remate bajo de Thiago Fernández. A la salida de ese córner, Ordóñez le pegó de afuera y la pelota dio en el travesaño. Estudiantes pasaba el sofocon.
Los de Domínguez tuvieron su primer remate a los diez, pero Sosa le pegó alto de tiro libre. A los 12' y tras un centro del movedizo Fernández, Ordóñez apareció solo de frente al arco y su disparo bajo se fue apenas desviado. Un minuto después y a la salida de un córner, Estudiantes la jugó por abajo y el balón le llegó a Mancuso, quien no dudó y sacó un derechazo brillante para poner el 1-0 en el primer remate al arco platense.
Vélez sintió el impacto, pero en los siguientes minutos tendría tres chances claras. Mansilla respondió. Pizzini desperdició una muy clara a los 22 minutos. El equipo de Quinteros volvía a tener el dominio. Thiago Fernández era incontrolable por la izquierda. A los 36 y nuevamente por el sector izquierdo, el "Fortín" generó peligro. El centro de Aquino cayó en la humanidad de Vecino, quien cabeceó alto. Y lo de siempre: Vélez siendo mejor y teniendo la pelota, pero Estudiantes en ventaja. Así se cerró la primera mitad.
El comienzo de la etapa complementaria tenía la misma tónica. Vélez era más pero fallaba en el área. Aquino tuvo un lindo tiro libre desde el vértice derecho del área pero el disparo se fue alto. A los 13, Damián Fernández se ganó la segunda amarilla y Vélez se quedaba con diez. Quinteros mandaba a la cancha a Mammana y Sarco. Precisamente el 30, definió de gran forma tras una contra letal a los 18 minutos para ponerle 1-1 en el momento menos pensado.
A partir de allí todo cambió. Aquino metió un pase bárbaro de 30 metros y Pizzini se fue solo para el gol. Benedetti, que ya tenía amarilla, lo tuvo que bajar a centímetros del área y se fue a las duchas por segunda tarjeta. El propio Aquino le pegó y la pelota se fue apenas desviada. Vélez era amo y señor del partido, pero en los últimos diez, fue el Pincha el que se adelantó unos metros. El equipo de Quinteros sintió el esfuerzo y lo físico comenzaba a ser un factor aún más trascendente. Ninguno pudo imponerse en el área rival y así, el alargue fue inevitable.
El primer tiempo extra fue parejo, con el Pincha siendo está vez el que proponía y Vélez buscando salir rápido de contra. Bouzat jugó un partido enorme y fue reemplazado. Piatti y Cetré probaron de afuera sin suerte. Sarco respondió un zurdazo que se fue a un lado del poste izquierdo de Mansilla. Los pibes levantaban al Fortín.
En el segundo tiempo del alargue, los dos estaban exhaustos y se repartían la tenencia. Lobato probó de afuera y Mansilla contenía. Las defensas se imponían. Correa tuvo la suya y también la tiró por encima del travesaño. Todos se definiría en tiros desde el punto penal.
Mansilla y Marchiori la rompieron, pero el santiagueño atajó un penal más y así, el Pincha gritó campeón en el Madre de Ciudades.