Luis Gregorio Gallo, el ídolo santiagueño que enorgulleció a todo Vélez Sarsfield
Fue protagonista del primer título en la historia del 'Fortín" en 1968 y es hasta hoy todo un símbolo para el club de Liniers.
Velez Sarsfield será uno de los equipos que el próximo domingo, a partir de las 15.30, en el estadio Único Madre de Ciudades, tratará de sumar su undécimo título en el ámbito nacional y con un plantel que no tiene grandes nombres y apellidos, pero sí un sueño gigante de alcanzar la gloria.
Como aquella que logró en el Nacional del 68 cuando por la última fecha del triangular final venció por 4 a 2 a Racing Club de Avellaneda en el viejo Gasómetro de San Lorenzo de Almagro.
Fue el primer campeonato doméstico que obtuvo el "Fortín" y entre sus jugadores que tocaron el cielo con las manos, y fueron protagonistas de un acontecimiento histórico para el club del barrio de Liniers, estuvo un santiagueño: Luis Gregorio Gallo.
Nacido el 10 de abril de 1945, "Gallito" (como lo bautizaron los hinchas fortineros), llegó a Vélez Sarsfield después de vestir la camiseta de Central Córdoba en 1965 y de ser descubierto por captadores de talentos de la entidad velezana.
Tuvo la posibilidad de integrar el plantel por una década y de mostrarse como un lateral derecho que reunía todas las condiciones para ser considerado hasta hoy como uno de los mejores en su puesto en toda la historia de Vélez.
"Gallo trajo desde Tala Pozo, su barrio natal, y desde Central Córdoba, su club de procedencia, el manual del marcador de punta: firmeza en el quite, concentración para el cierre, despliegue para el ida y vuelta, y prolijidad para la incursionar en ataque", describe un artículo que habla sobre el fallecido futbolista santiagueño y que está incluído en uno de los tantos capítulos de la vida de Vélez.
"La V azulada se le tatuó en el cuerpo casi una década. Cavó una canaleta y dibujó un surco, como un equilibrista, sobre la raya derecha del césped del Amalfitani", agrega la nota que destaca las grandes cualidades técnicas y físicas del lateral santiagueño.
También se recuerda que cuando los directivos le entregaron el pase libre en 1975 (una decisión muy criticada por los socios) Gallo tenía un curriculum con 319 partidos jugados y 7 goles, números que hoy lo posicionan en el décimo casillero debajo de Carlos Bianchi y encima de Emiliano Papa- de la estantería destinada a los jugadores con mayor cantidad de presencias en la historia del club.
También se hace referencia al campeonato que logró en el Nacional del 68 y que habitualmente era citado al seleccionado argentino a finales de la época del 60.
Los memoriosos también recuerdan que terminó su carrera futbolística en 1985 en Bolivia donde marcó otro hecho histórico: tuvo la oportunidad de compartir equipo con su hijo Walter, todo un acontecimiento para el fútbol argentino y muy en especial para el santiagueño.
El 26 de abril de 1991, y cuando regresaba a su hogar en esta ciudad, la noticia de su muerte en un accidente de tránsito golpeó profundamente a todos y en especial al hincha de Vélez que siempre lo recuerda y que le hizo un lugar muy grande en su corazón.