El "Negrito" Pérez hundió a Cevilán: lo delató con el homicidio y sobre otros robos cometidos
El sangriento ataque fue descubierto cerca del mediodía del martes 16 cuando una empleada informó a la familia de la víctima que no abría la puerta.
Durante la jornada de ayer, tal como lo anticipó EL LIBERAL, la Fiscalía tomó declaración indagatoria a Rubén Fernando Pérez y a Héctor Angilio Cevilán, ambos imputados del delito de "homicidio calificado por alevosía y ensañamiento".
Según se supo, Pérez fue el primero en ser interrogado. Por recomendación de su abogado defensor, en principio se abstuvo de declarar tanto en la causa por la muerte del jubilado municipal como en la de narcomenudeo. Enterado de que su supuesto cómplice, el comerciante Cevilán, estaba declarando, el "Negrito" cambió su parecer y decidió contar también su versión de los hechos. Según sus dichos, asesinaron a la víctima entre los dos, mientras que el otro acusado aseguraba que no estuvo en la escena, que se quedó en la esquina.
Con la versión de ambos implicados, ahora la Fiscalía aguarda el resultado de las pericias para confirmar o no los dichos de cada uno, tales como el resultado del material genético que está siendo analizado.
"Cevilán me gritaba matalo chango matalo"; "Me iba a pagar 10M"; "cometimos varios robos juntos"
Representado por el Dr. Emilio Nazar, minutos antes del mediodía, Raúl Fernando Pérez fue interrogado por la fiscal coordinadora Dra. Mariela Bitar de Papa. Comenzó su declaración expresando que conoce desde hace 4 años a Cevilán, a quien lo apoda "Hetyno".
"Lo conozco desde el 2020 porque cometimos varios robos juntos", sostuvo para luego contar que días antes del crimen recibió un mensaje por parte de su supuesto cómplice en el que le decía: "Vamos a hacer un trabajito". Expresó que el día del homicidio, Cevilán le envió un mensaje donde le decía: "Vamos a jugar a la pelota", haciendo referencia al ataque contra Corllí, por lo que él le respondió: "21.30 o 22, pero hablemos antes".
Así fue que cerca de las 18.30, Cevilán "me buscó en su auto de la puerta de mi casa. Le pregunté qué había que hacer y me dijo 'hay uno para matar' entonces le pregunté cuánto había y Hetyno me dice que 10 millones y le dije bueno vamos".
"Hetyno se fue y yo le dije que necesito el 50% para pagarle al referí y él me contesta 'vengo de La Banda, ya me dieron el Ok' y se fue".
Horas más tarde: "Mi señora vino con mi nena y me frenó bastante. La hago dormir a la nena y empezó a sonar mi celular, era Hetyno. Ahí me preguntó si ya estaba para jugar a la pelota, le dije que sí, pero que faltaba lo del referí".
Según contó Pérez, Cevilán le respondió: "Ya tengo el ok". Contó que Hetyno llegó a su casa en auto y "preparado" con una campera por lo que él tomó la campera de su madre y su casco y salió. "Mi mami me preguntó para qué llevaba casco si iba en auto. Pero Hetyno me había dicho que (después) íbamos a ir en la moto. Ahí me preguntó si ya tenía el arma, entonces agarro un cuchillo carnicero y lo guardo en la cintura".
Cuando suben al auto, según consta en la declaración de Pérez, Cevilán le pregunta por el arma a lo que él solo atina a tocarse la cintura. En el medio, contó que dos meses antes su cómplice le ofreció un "trabajo" un día que él estaba drogado. Además, confesó que el día del crimen consumió alplax.
Pérez contó el recorrido que hicieron en el auto desde su casa hasta la de la madre de Cevilán. "Unas dos cuadras antes de llegar a la Aguirre me pidió que me baje que iba a buscar la moto. El salió en una Honda Wave. Tenía una mochila. Por los nervios le pedí que frene en la plazoleta de la Güemes. Frenamos frente a un jardincito".
"Allí Hetyno le puso cinta de embalar color negro a la patente de la moto. El creía que yo tenía un arma, no sabía que tenía un cuchillo y me repetía 'metele dos tiros, matalo'. Cuando llegamos a la casa había unos barrecalles. Dimos tres vueltas más. En la puerta Cevilán le mandó un mensaje a Corlli que le decía 'ya estoy afuera' y como no respondía le mandó un audio".
"Ahí se abrió un portón grande. Cevilán me dijo que me quede detrás de él y que lo mate. Hetyno entra, pone su casco sobre un auto; yo me saco el casco y le gano el lugar a Cevilán y le pego un puntazo (a Corlli) cuando estaba en la puerta de la casa".
"Él (por Corllí) le decía 'Hetyno no, ¿por qué haces esto?' y ahí Cevilán lo tiró al piso. Ahí se encontraba fácil y le empiezo a meter puntazos", enfatizó Pérez dejando claro que en todo momento la víctima y su deudor se reconocían. "Hetyno me taladabra la cabeza diciéndome que lo mate. Corlli estaba ensangrentado y se movía. Ahí Hetyno de un sofá agarra ropa y la enreda en el cuello mientras la pisaba y la estiraba".
Mientras Corlli agonizaba, según la declaración de Pérez, Cevilán le gritaba: "Matalo chango matalo". Después "Cevilán entró a la pieza y sacó un maletín celeste y lo guardó en la mochila. Yo salí corriendo hasta el fondo de la casa, estaba desesperado y él me decía tranquilo, ya lo hemos liquidado, ya lo hemos matado".
El imputado contó que en la pelea se cortó la mano, que tenía mucha ansiedad y que quería fumar. "Después le pregunto a Hetyno por dónde íbamos a salir, pero él buscaba el teléfono de Corlli, porque tenía que llevárselo", sostuvo para luego asegurar que abrieron el portón de la casa de la víctima, subieron a la moto y regresaron a la casa de la madre de Cevilán.
"Yo lo esperé a la vuelta. Saqué los cigarros y pedí fuego, pero nadie me quería dar hasta que dos chicos me dan un encendedor. Cuando prendí el cigarro ellos (los chicos) vieron que yo tenía sangre. Después subí al auto de Cevilán. Él ya se había cambiado. Ahí me dijo 'ya terminó el partido de River, ya sé cómo salió' y yo le pregunté qué haríamos con el teléfono, y me dijo que lo íbamos a tirar al río".
Pérez aportó detalles sobre cómo y dónde se despojaron del teléfono celular de la víctima y el arma homicida. Más tarde cuando regresaron al auto él le preguntó a su cómplice por la "tarasca" a lo que Cevilán le manifestó que la plata estaba en la guantera. "Abrí y saqué un paquete de doscientos y otro de quinientos. Me bajé en el puente del Bº Almirante Brown llegué a casa y me pegué un baño. Puse el pantalón en el agua y con la remera no me acuerdo qué hice", sostuvo.
Explicó que días después mantuvo contacto con Cevilán ya que éste le debía entregar la plata que faltaba a lo que su cómplice le respondió: "Tranquilo la otra parte viene con sorpresa, hubo un problema, el chabón que viene de Rosario llega el domingo recién".
Según declaró Pérez, Cevilán formaría parte de una organización narco, con raíces en Rosario, y que junto a esta banda comercializaba sustancias tóxicas. Además, contó que su "cómplice" también se dedicaba a robar droga a otras personas y que el día del homicidio sacó sustancias tóxicas de la casa de Corlli.
"Lo único que pretendía era que se asuste"; " él me dijo que iba a saber lo que era perder un hijo"
Acompañado por sus representantes legales Dra. María Eugenia Carabajal y Dr. Héctor Ponce Héctor Cevilán, "acusado de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento" fue indagado durante la jornada de ayer.
Tal como estaba previsto y solicitado por su defensa técnica, el imputado llegó cerca de las 9.30 a las instalaciones del Ministerio Público Fiscal donde fue interrogado por la Dra. Mariela Bitar de Papa, fiscal a cargo de la causa. Una vez conocidos los hechos que se le imputan y las evidencias que existen en su contra, por más de una hora, Cevilán reconoció que llevó a Pérez hasta la casa de Corlli, pero sólo para "asustarlo" ya que la víctima lo había amenazado.
Detalladamente Cevilán expresó: "Teníamos una relación de vecinos muy buena, sin haber tenido inconvenientes" al ser consultado sobre el vínculo que lo unía con la víctima. Agregando: "Fuimos vecinos, conocidos por 10 años y cuando él se separó nos hicimos amigos porque él frecuentaba más mi taller".
"Allí surgió una relación de confianza. Yo estaba por abrir un nuevo taller en calle Güemes al 300. Local que comencé a alquilar en noviembre pasado. Cuando Corllí se enteró me ofreció prestarme dinero. Lo hizo en tres oportunidades. Me prestaba 1.000 dólares, yo le devolvía 1.500 en 30 días", remarcó.
"Por la confianza que había no firmábamos nada. Él sabía que yo trabajaba con compañías de seguro". Sobre el último préstamo expresó: "El último fue en marzo, se lo tenía que devolver entre el 10 y 15 de abril"
Según contó Cevilán: "Le comenté que se me habían atrasado con los pagos por lo que iba a demorar el devolverle la plata y fue allí cuando comenzaron las amenazas. Antes de Pascuas fue a mi casa y me dijo que si no le devolvía la plata iba a matar a mi hijo. Que iba a saber lo que era perder un hijo". Tal como lo adelantó EL LIBERAL.
El comerciante manifestó que la víctima "últimamente andaba machado y consumía con frecuencia. Bebía en mi taller y después seguía en otros lugares". Aparece Pérez en acción: "Después del quilombo de Pascuas, se me acercó Pérez (a quien reconoció, conoce desde hace 2 años ya que iban juntos a la cancha de Central Córdoba y él le daba plata para la coca o para la entrada) se acercó y se ofreció para hacerlo asustar a Corlli, por haber hecho lío en el barrio".
"Asustarlo implicaba pegarlo para que no hiciera lo mismo. Corlli continuó con las amenazas por mensajes por lo que le mandó un e-check de la compañía de seguros. El sábado siguiente al fin de semana largo, yo estaba en VEA con mis hijos Corllí me llama y me dice que estaba afuera de mi casa que si no le deba el dinero me iba a matar".
Contó que después de ese episodio vio a Pérez en el barrio "y le dije que vayamos a asustarlo a Corllí". El día lunes 15 el día del asesinato fue con Pérez desde su casa hasta la casa de su madre en Aguirre y San Martín en su auto Volkswagen Voyage. Allí sacaron una motocicleta Honda Wave y un casco y se fueron hasta el barrio Centenario. Tras contar cuál fue el recorrido, Cevilán expresó que "en la esquina de Misiones y Maipú nos separamos. Yo le esperé en la esquina y Pérez fue hasta la casa de Corlli para asustarlo, pero yo no vi nada".
"Le dije que le toque el timbre que le diga que iba de mi parte y que lo asustara", remarcó el acusado. Según sus dichos, el hecho ocurrió cerca de la medianoche. Media hora más tarde, Pérez regresó hasta donde él estaba y, en la moto que se movilizaban, fueron hasta el barrio San Martín para buscar el Volkswagen Voyage.
"Dejamos la moto y subimos al auto. Lo llevé a Pérez a la casa y en todo el trayecto él no me dijo nada de lo sucedido, tampoco vi que tenía sangre. Solo tenía una campera envuelta en su mano. Él no fue armado y cuando volvió tampoco tenía un arma", manifestó.
El imputado manifestó que Pérez no conocía a la víctima salvo por las dos veces que lo vio cuando la víctima coincidió con él en su casa. Luego expresó que el día martes su hermano lo llamó por teléfono y le dijo que Corlli se había suicidado. "Corllí decía que se iba a matar. Fui al velorio, me quería morir. Pérez se ofreció a ayudarme como un favor, no le pagué nada. Lo único que pretendía era que se asuste y no vuelva al barrio", sostuvo. Dijo que en su vehículo tenía cerca de $1.000.000 porque debía realizar pagos.