Quién es Piera Fernández de Piccoli, la mujer que encabezó la marcha universitaria
Tiene 27 años y vive en Río Cuarto. Está a punto de convertirse en la primera cordobesa en liderar la Federación Universitaria Argentina (FUA). ENCABEZÓ LA MARCHA AYER
En un hito histórico para la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, una joven de 27 años proveniente de Río Cuarto, es la primera cordobesa en liderar esta emblemática organización estudiantil. Su ascenso a la presidencia de la FUA no solo marca un momento trascendental para su carrera política, sino que también representa un reconocimiento a su compromiso y dedicación en la militancia estudiantil.
Piera Fernández, nacida en Río Cuarto, ha demostrado desde temprana edad un profundo interés por la política y la justicia social. Su trayectoria comenzó en el colegio secundario Leonardo Da Vinci, donde se involucró en la formación del centro de estudiantes y comenzó a militar activamente. Desde entonces, ha liderado diversas iniciativas estudiantiles, destacándose por su defensa de los derechos estudiantiles y su compromiso con la educación pública.
Ingresó a la Universidad Nacional de Río Cuarto en 2016, donde cursó la Licenciatura en Ciencia Política y continuó su militancia en Franja Morada, siendo elegida presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas entre 2019 y 2022. Su experiencia en la universidad la ha llevado a comprender la importancia de la participación estudiantil en la construcción de políticas educativas y públicas que promuevan la ciudadanía y la inclusión.
El reconocimiento de su liderazgo llegó cuando su nombre fue propuesto para presidir la FUA en una mesa nacional de conducción de Franja Morada y la Federación Universitaria Argentina. Siendo elegida por sus pares para encabezar este proceso, Piera se enfrenta a la responsabilidad de representar a miles de estudiantes universitarios en todo el país.
En una entrevista, Piera expresó su orgullo por esta nominación, pero también destacó la responsabilidad que implica ser la voz de las estudiantes en un espacio históricamente dominado por hombres. Su objetivo es poner en valor las necesidades y desafíos de las universidades del interior del país, así como promover políticas estudiantiles que prioricen la calidad y la inclusión.