Niegan emoción violenta y dictan preventiva al cabo que le disparó a un oficial

Duro revés judicial recibió ayer el ex cabo de la policía Julio Leguizamón, acusado de disparar nueve veces en contra de su compañero de guardia: el oficial Emiliano Martínez, ya que la Justicia rechazó los pedidos de su defensa y ordenó que siga preso.

Durante la jornada de ayer el juez José Luis Torrelio resolvió hacer lugar al pedido de prisión preventiva solicitado por el Dr. Álvaro Yagüe y le confirmó el delito que se le imputa.

A través de una audiencia, el representante del MPF solicitó que se mantenga la calificativa en contra del cabo, quien está imputado del delito de "homicidio doblemente calificado por la función de la víctima y del imputado, y por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa".

El Dr. Yagüe explicó, además, que la causa se encuentra en plena etapa de investigación y si bien existen indicios que sindican al cabo como el autor de los disparos en contra de su colega y compañero, falta recabar informes de las pericias realizadas.

Mientras que, por su parte, la defensa de Leguizamón solicitó el cambio de calificativa a "lesiones leves y subsidiariamente a homicidio en grado de tentativa atenuado por la emoción violenta"

Pedido al que la Fiscalía se opuso rotundamente ya que existen informes de las pericias psicológicas realizadas al funcionario policial días después de dispararle a quemarropa al oficial —quien supuestamente mantenía una relación amorosa con su esposa— comprendía la criminalidad de sus actos.

Finalmente, tras analizar la postura de las partes y las evidencias expuestas durante el debate, el juez rechazó el pedido de la defensa del cabo, entendiendo que no actuó bajo emoción violenta y ordenó la prisión preventiva por el terminó de dos años.

Como se recordará, el brutal ataque que generó pánico en la Comisaría 14 sucedió el pasado 7 de febrero en horas de la madrugada cuando el oficial inspector Emiliano Fernández se encontraba de servicio y fue atacado a tiros por el cabo Leguizamón quien ingresaba a la guardia.

"Eh vos puto, por qué no dejas de joder", le habría gritado el cabo al oficial mientras caminaba hacia él por calle Bolivia y sin esperar respuesta alguna, remontó su arma reglamentaria —que ya estaba desenfundada— y comenzó a efectuar disparos a su superior.

Leguizamón alcanzó a hacerle tres disparos a quemarropa, pero Fernández —que ya había sido alertado por la esposa de Leguizamón, sobre el descubrimiento del romance— empezó a correr en dirección a calle España hasta Alem. Afortunadamente ninguna de las balas logró herirlo.

Minutos más tarde fue el propio oficial Fernández, con ayuda de sus colegas, apresaron a Leguizamón cuando se encontraba dentro de un remís.