Santiago

VIDEO | El enigma de la máquina de lluvia de Juan Baigorri, probada con éxito en Pinto

History Channel realizó un pequeño documental que retrata y revela lo ocurrido en aquel pasado.

En la historia de la ciencia y la tecnología, hay figuras que se destacan por sus contribuciones revolucionarias, mientras que otras permanecen envueltas en el misterio, oscilando entre el genio y el mito. Una de estas figuras es Juan Baigorri Velar, un ingeniero geofísico argentino que afirmó haber inventado una máquina capaz de inducir la lluvia, la cual fue puesta a prueba con éxito en la localidad de Pinto, ubicada al sur de Santiago del Estero.

Su historia es una fascinante mezcla de ciencia, ambición y controversia, que aún hoy despierta curiosidad y debate, es por eso que History Channel realizó un pequeño documental que retrata y revela lo ocurrido en aquel pasado.

Nacido en 1891 en Concepción del Uruguay, Argentina, Baigorri Velar se educó en la Universidad de Milán, donde se especializó en geofísica. A lo largo de su carrera, trabajó en la exploración petrolífera y desarrolló instrumentos para la detección de minerales y condiciones electromagnéticas del suelo. Su vida dio un giro inesperado cuando, según relató, descubrió accidentalmente que un aparato que había diseñado para otros fines provocaba lluvias ligeras al ser activado.

El enigma de la máquina de lluvia

Baigorri Velar perfeccionó su invención, que consistía en una caja con una batería eléctrica y dos antenas, y afirmó que podía generar "congestiones atmosféricas" y lluvia. En un acto de demostración, propuso hacer llover en la localidad de Pinto, en Santiago del Estero, una región argentina que sufría una severa sequía.

Según los informes, su máquina funcionó, y la lluvia llegó, aunque los escépticos cuestionaron la veracidad de estos eventos.

La figura de Baigorri Velar es compleja: algunos lo consideraban un charlatán, mientras que otros veían en él a un pionero incomprendido. Lo cierto es que su "máquina de hacer llover" capturó la imaginación de muchos y se convirtió en parte del folclore argentino.

A pesar de las dudas que rodean su invención, su historia resalta la delgada línea que a veces existe entre la ciencia y la pseudociencia, y cómo la esperanza y la desesperación pueden llevar a la humanidad a buscar soluciones extraordinarias a problemas preocupantes.

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