Central Córdoba aprovechó su momento y se clasificó a los 16avos.
El "Ferro" marcó tres goles en 6 minutos antes del final del primer tiempo y le alcanzó para eliminar al "Cervecero". Ahora enfrentará a Estudiantes.
La ilusión ferroviaria en Copa Argentina sigue avanzando. Ayer, en cancha de Temperley, derrotó a Quilmes por 3 a 1 y se clasificó a los 16avos de final, en un partido en el que el equipo de Balbo encauzó con una ráfaga de tres goles en seis minutos, antes del final de la primera etapa. Sanabria (la figura), Kalinski y Atencio, anotaron los goles de un conjunto santiagueño que ahora se medirá en la siguiente fase ante Estudiantes de La Plata.
Fue un comienzo muy equilibrado, con un Quilmes que quería imponer su juego rápidamente sin meterse atrás. A Central Córdoba le tomó varios minutos acomodarse al partido. En el primer cuarto de hora los dos se estudiaron demasiado y jugaban lejos de los arcos. Sanabria era el jugador más incisivo para un conjunto santiagueño que tendría en los pies de Meli su primera chance.
Santiago Puzzo probó de afuera tras un rebote largo y la pelota se fue muy cerca del travesaño. Antes de la media hora, Ingolotti salvó de muy buena forma un mano a mano ante Bordagaray y evitaba la caída de su valla.
Nada hacía presagiar lo que vendría luego. Central Córdoba sacaría ventajas y encaminaría el partido a pura contundencia.
A los 35 minutos, Quilmes salió mal. Monzón recuperó y se metió en el área. Levantó la cabeza y asistió a Sanabria, que con esfuerzo, la empujó al gol con el muslo, para el 1-0.
Casi no lo dejó respirar el "Ferro" a Quilmes y a los 37, el propio Sanabria se sacó la marca por la izquierda, metió el centro para Kalinski, quien la bajó de pecho y sacó un remate notable de volea para poner el 2-0.
Por si fuera poco, a los 41 minutos, otra vez Sanabria, armó una jugada excepcional por la izquierda. Eludió a tres defensores y metió un centro bajo para que Atencio la empujara debajo del arco. El partido estaba 3-0 en el sur.
El equipo de Balbo arrancó el segundo tiempo tratando de jugar con la ventaja. Y parecía conseguirlo. Pero a los 5 minutos, Quilmes encontraría el descuento. Lautaro Parisi le pegó de afuera y favorecido por un roce, la pelota se le metió en el palo izquierdo a Ingolotti para anotar el 1-3.
El "Cervecero" no lo supo aprovechar en los minutos siguientes y le costaba mucho llegar al arco "ferroviario". A los 16 minutos, el recién ingresado Marcos Enrique, casi de la misma posición del gol de Parisi, estuvo cerca de descontar. La pelota se estrelló en el travesaño.
Poco pasó desde ahí hasta el final. Quilmes chocaba contra su propia impericia y comenzaba a cansarse. Central Córdoba lo pudo liquidar de contraataque, pero tampoco estuvo fino. Los dos entrenadores movieron los bancos.
A los 39 minutos, Lucas Abascia tuvo el descuento de cabeza, pero la pelota dio en el travesaño y salió de milagro. Así, el resultado ya no se modificaría en el sur.