"Roban vacas, venden la carne sin reglas sanitarias y eso es un gran peligro para el consumidor"
En exclusiva, señaló a EL LIBERAL: "Hay más personas involucradas... Uno de los tres detenidos era mi empleado de confianza". TRÁMITE
"Descubrí este robo hormiga, porque en una mesa de amigos, un carnicero se habría jactado de que venía pasándola bien, robándome, choreándome y ganando mucho dinero con mis vacas. Ese comentario me llegó rápido y abrí los ojos ."
El productor Fernando Moisés reconoció su perplejidad. "Mínimamente, asumo que me han sustraído entre 500 y 600 cabezas de ganado en los últimos 6 meses", indicó en diálogo con EL LIBERAL. Es dueño de El Carancho, compuesto de 4.000 hectáreas, ubicado a la vera de la ruta 89, a 3 kilómetros de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra.
"Hay tres detenidos, pero sé que hay otro carnicero pegado al negocio negro", explicó. Legajo 8238/2024 denunciante Fernando Moisés contra Abregú Sergio Omar, Caro Ángel Antonio y Camus Néstor Fabián", destaca la investigación que impulsa la fiscal, Luján González Garay.
"Yo no conocía a Abregú. Sé que tiene tres carnicerías y una cuarta por abrir, pero que obraba, también, como boca de expendio ilegal en Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra. Y es probable que operaba con carnicerías del departamento Figueroa", arriesgó.
"Camus era mi hombre de confianza. Lo traje de otro trabajo, de la zona de Campo Gallo, Alberdi. Es una pena la desconfianza generada en mi campo. Porque de este trabajo, fácilmente dependen directa e indirectamente unas 40 familias", relató Moisés.
La grieta de lo legal e ilegal
Económicamente, indicó que hay una brecha inmensa entre lo legal y lo ilegal. "Por ejemplo, con mucho esfuerzo podemos vender el kilo de blando a $ 6.000. En lo negro, sé que Abregú vendía a $ 3.500"... "Un animal que legalmente nos cuesta $ 800.000, Abregú parece que lo pagó $ 80.000. De ahí, todo lo que pueda obtener es ganancia pura "
Más específico, dejó en claro: "De la vaca no se tira o se pierde, nada. En diferentes procesos, es dinero el hueso, la grasa, el cuero, la cabeza del animal", especificó.
Al recordar la noche del operativo policial, subrayó: "De casualidad, esa noche, descubrí porque a ellos (detenidos) les salió mal una jugada con seis novillos, listos para ser robados. No pudieron sacarlos, pero tampoco lo reintegraron al campo".
"El tema excede, va más allá del robo de ganado", indicó. "La carne sustraída fue vendida luego obviándose las normas sanitarias y poniéndose en serio riesgo la salud de los consumidores. Porque carneaban en un matadero clandestino", resaltó.
Finalmente, agradeció gestos de solidaridad. "Valoro la preocupación que me hicieron llegar otros productores. Directivos que conforman la Confederación Rurales Argentinas (CRA); Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) y desde la Federación Agraria Argentina (FAA)", entre otros.
Navarro: "Como querella aportaremos pruebas"
Moisés y su abogado (querellante), Jorge Navarro ratificaron ayer la denuncia, ante la fiscal, Luján González Garay. "También vamos a accionar en el plano civil", señaló enfático Moisés.
"Tenemos en claro que se trata de una conducta que excede al mero abigeato. Debemos valorar la labor de la fiscal y de la policía que actuaron de inmediato. Es más, los cargos atribuidos con abigeato agravado, son no excarcelables", señaló Navarro.
"Ofreceremos todas las pruebas necesarias que contribuyan al esclarecimiento de estos robos. Además del daño que ha sufrido mi representado, somos optimistas en que la Justicia le imponga un freno al flagelo del negocio en negro. Primero, porque es injusto ante el productor que trabaja conforme a las leyes. Y segundo, porque se pone en riesgo a la población", ahondó.
Asimismo, adelantó Navarro que desde hoy "comienzan a declarar muchos testigos". Los primeros serían dos o tres empleados del campo de Moisés, para quien es improbable que Camus robara animales sin que nadie lo advirtiese o sospechase.
Sergio Abregú: "Le compraba a la gente de Moisés"
El carnicero Sergio Omar Abregú declaró ayer, al ser indagado. Asistido por los abogados Pedro Méndez Cajal y Romina Nazar, habría indicado que no es cuatrero, "sino quien compró vacas a los empleados del denunciante".
Más allá de reconocer haber sido sorprendido cuasi in fraganti, ofreció una versión diferente. "Todos los carniceros le compramos al personal de Moisés, pero asumiendo que él estaba al tanto y que nadie obraba por fuera de la Ley".
Perspectiva diferente
Para el imputado, "en todo caso los empleados lo defraudaron a él y a mí", juzgó. "Nunca tuve la sensación de tratarse de un robo. Fui a retirar ganado que pagué previamente", insistió.
Tras la indagatoria de Abregú, la defensa aconsejó no declarar al empleado de éste, Caro. "Nuestro representado dijo su verdad. Está imputado por un delito no excarcelable, pero instaremos al cambio de calificativa, porque todos fueron víctimas del obrar de algunos empleados llamémoslos infieles", subrayó Méndez Cajal.
Audiencia, hoy, y posibles nuevas imputaciones
Los unos y los otros se verán las caras hoy, a la mañana, en audiencia de conversión. Desde las 9.30, un juez/a de Control y Garantías analizará los procedimientos del personal de la seccional 28, de Suncho Corral y de la fiscal, González Garay.
La Fiscalía y la querella bregarán por la legalización y conversión de aprehensión en detención por los próximos 15 días. Es decir, el panorama luce cuesta arriba para los tres sospechosos, Abregú, Caro y Camus (a quien asiste la defensa oficial).
Todo es incipiente y hay un cúmulo de medidas por cumplirse. En especial, el análisis técnico y extracción de información de los celulares incautados.
La tecnología se perfila decisiva. Permitirá establecer el vínculo genuino entre Abregú y Camus, asumidos dúo de una sociedad con otros no tan anónimos en la "cuerda floja".
Si los celulares delatan la existencia de una banda con más integrantes, se vendrían nuevas imputaciones y pedidos de eximición de prisión.
Abregú vio venir el vendaval judicial. Requirió eximición de prisión el viernes, pero para entonces ya estaba resuelta su aprehensión, en especial por su condición de carnicero.
Efecto dominó: tecnología para "El Carancho" y operativos sanitarios en locales de Suncho Corral
El oscuro negocio del abigeato movilizará a todos los protagonistas del hecho denunciado por el presidente de la Sociedad Rural de Matará. Por un lado, el ganadero Fernando Moisés adelantó ayer: "Ya hemos tomado medidas e instalaremos tecnología para mayor seguridad: cámaras, controles internos y hasta dispositivos para monitorear cualquier cambio en los movimientos de nuestro ganado", precisó.
El productor quizá dio en la tecla. Al menos en su región, la ruta 89 (del Mercosur) posibilita el despliegue inmediato de camiones u otros transportes, hacia Quimilí, Moreno, o Chaco; pero en dirección oeste, hacia nacional 34. Representan vías preciadas para un tránsito rápido y nocturno.
"Abregú tenía un tráiler con capacidad cercana a una decena de cabezas de ganado. Cada ejemplar pesa casi 800 kilos y el señor se presentó con un equipo casi como un camión. Obvio, era ideal para su negocio. A mayor capacidad de traslado, más jugoso su negocio y ganancias. Le aclaro, netas, sin pérdidas, más que el solo pagarle a sus changarines para el carneado del animal...", resaltó.
El zarandeo no solo repercutirá en la billetera de Moisés. Trascendió que las turbulencias llegarán a los organismos de contralor y que en los días venideros habrá operativos de control en las carnicerías.
Una alta fuente deslizó que los operativos desnudarán y expondrán las carnicerías legales, de aquellas sostenidas en carne obtenida en el mercado negro. Es decir, nadie descarta clausuras, el temido fantasma de Abregú.