Comenzó el juicio oral por el asesinato de Eduardo Móttola
Se registraron los primeros testimonios en el debate y el tribunal rechazó un requerimiento de la defensa del ex policía federal.
En medio de gran expectativa, finalmente ayer comenzaron a juzgar a los tres sospechosos de haber planificado y ejecutado el crimen del mecánico Eduardo Móttola, cometido el 6 de agosto del 2018.
En la primera audiencia se expusieron los alegatos de apertura por parte de la Fiscalía, la querella y la defensa de los acusados y se sucedieron los primeros testimonios, entre ellos una hija de la víctima y una ex pareja del mecánico. Todos habrían coincidido en que había sido amenazado de muerte por Jésica Díaz, una de las acusadas.
Además de Díaz, están siendo juzgados Damián Nicolás Silva y Juan Pablo Fernández. "Homicidio calificado por alevosía por la premeditación y promesa remuneratoria", son los cargos que pesan sobre los tres.
Ayer la Fiscalía, representada por las Dras. Celia Mussi y Luciana Jacobo, expusieron los alegatos de apertura en los que dieron a conocer los hechos y su teoría de lo ocurrido en esa fatídica noche en el taller de calle Pedro León Gallo casi Santa Rosa, en el que acribillaron al mecánico.
Lo propio hicieron la querella –Dr. Gabriel Coronel Chalfón- y los abogados de los tres imputados.
Planteo
Los defensores de Juan Pablo Fernández, el supuesto ejecutor del homicidio contratado por Díaz, solicitaron la excarcelación de su cliente.
El tribunal, integrado por los Dres. Raúl Santucho (presidente), Graciela Viaña de Avendaño y Daniela Campos Nittinger, pasó a un cuarto intermedio y luego resolvió rechazar el pedido de la defensa por considerar que no era la etapa procesal oportuna.
Seguidamente, prestaron testimonio Valentina Móttola, una de las hijas de la víctima, el cuñado de apellido Ananía, quien trabajaba con el mecánico en el taller donde ocurrió el crimen y Yanina Abregú, ex pareja de Móttola y madre de uno de sus hijos.
Los testigos aseguran que el mecánico había sido amenazado
Sin lugar a dudas uno de los momentos de mayor tensión de la primera jornada del juicio oral por el asesinato de Eduardo Móttola, fue cuando su hija Valentina ingresó a la sala para prestar su declaración testimonial.
Con angustia y entre lágrimas, relató cómo era su padre. Lo propio hicieron Abregú, expareja de la víctima y Ananía, un cuñado.
Sin embargo, fuentes judiciales aseguraron que todos coincidieron en que Eduardo Móttola les habría develado que había sido amenazado de muerte por Jésica Díaz.
Por otra parte, también prestó declaración testimonial un Oficial de Policía de apellido Cuevas, quien se encontraba trabajando en la División Homicidios y Delitos Complejos cuando se produjo el crimen y encabezó el procedimiento en la escena del hecho.
Las audiencias continuarán la próxima semana y continuarán los testigos, tanto funcionarios policiales, peritos forenses y familiares de la víctima, para tratar de reconstruir lo ocurrido.
Se prevé que al finalizar el debate, la Fiscalía y la querella solicitarán la máxima pena posible para los tres imputados.
La hipótesis de la Fiscalía que deberá comprobar en juicio
La hipótesis de la Fiscalía es que Jésica Díaz ideó el asesinato y contrató a Juan Pablo Fernández, ex policía federal, con dinero que le habría facilitado su amigo, Damián Silva, el tercer implicado. Hasta el 6 de agosto del 2018, el mecánico Eduardo Móttola transcurría su cotidianidad en su taller de calle Pedro León Gallo, entre Santa Rosa y 8 de Octubre, de B° Libertad.
Aquella noche, cerca de las 21, un solitario desconocido ingresó al taller, a minutos del cierre: "Usted es Móttola?", habría preguntado. El sí del mecánico antecedió a 9 disparos, de los cuales 6 habrían impactado en la víctima. El asesino salió caminando y se perdió en la oscuridad de las calles cercanas. En cuestión de horas se montó un importante operativo e inició la investigación.
Recién el 18 de septiembre del 2019, efectivos Homicidios y Delitos Complejos allanaron una casa de Alberdi 2800, en Hurlingham, provincia de Buenos Aires. Allí, detuvieron a Juan Pablo Fernández, ex cabo de la Policía Federal. Su defensa viene sosteniendo que es inocente, que fue inculpado injustamente.
Siempre de acuerdo a la teoría de la Fiscalía, Móttola y Díaz habrían sido amantes. Meses antes de ser asesinado, el mecánico había realizado dos presentaciones judiciales. El objetivo fue impugnar la paternidad de una niña de 4 años, a quien la peluquera había inscripto como hija de otro hombre, un gendarme, y que al parecer el mecánico reconocía como suya.
El tercer detenido es Damián Nicolás Silva y con quien los fiscales cierran el cerco. El joven, amigo de Díaz, le habría prestado dinero que la mujer habría utilizado luego para contratar a Fernández.