"Hay licuación de ingresos, se ha frenado el gasto, pero esto no es sustentable en el mediano plazo"
Se refirió a los cambios que se proyectan en diferentes impuestos. También brindó un diagnóstico sobre la economía y lo que falta.
¿Cómo analizan desde Facpce los cambios en materia fiscal e impositiva que proyecta el Gobierno?
Sería conveniente aprovechar esta oportunidad para trabajar y diseñar un sistema tributario más equitativo, menos engorroso, pero bueno, lamentablemente daría la impresión que una vez más las necesidades de caja van a primar en esta reforma. En Ganancias, no solo hay que modificar cuestiones que existían incluso antes de las reformas impulsadas de manera electoralista por Massa, sino que habría que pensarlas para que sean equitativas. Por ejemplo entre trabajadores en relación de dependencia y autónomos, que grave a los ingresos más altos y no que vuelva a poner en la bolsa a un montón de trabajadores que de casualidad con sus ingresos pueden llevar adelante una vida digna para una clase media. Tendría que ser un impuesto que grave los altos ingresos con una progresividad adecuada, que tenga en cuenta la alta inflación, con actualizaciones automáticas y escalas con saltos progresivos.
¿Pero es necesaria una mayor reforma del sistema tributario?
Por supuesto que hay que modificar todo el sistema tributario con una división mucho más federal, para impulsar reformas de impuestos que sean tendientes a poder soportar el gasto del Estado. Pero un gasto racional y no desmedido como el que teníamos últimamente donde el gasto del Estado representa 40 puntos del PBI. Históricamente, hasta por ahí del 2006 representaba el 24% del PBI. Hay que adecuar el sistema tributario a un país moderno, pensado en producir, en agrandar el PBI. La recaudación tiene que venir por mayor nivel de actividad no por mayor presión tributaria al sector privado.
¿Cuál es el análisis que hacen del conjunto de medidas económicas que adoptó el Gobierno hasta ahora?
Son medidas apuntadas a un déficit cero, basadas en una licuación tremenda de gastos, del Estado, del Tesoro, de las jubilaciones, los sueldos como también de sentarse arriba de la caja y no enviar el incentivo docente más allá que esté amparado por la ley. Y no terminar las obras que se estaban licitando y contratadas. Esta reducción de gasto tan fuerte que se ha producido en estos 2 ó 3 meses no es sustentable en el mediano plazo. No hay reformas estructurales que tiendan a eliminar o bajar el gasto público de manera duradera. Lo que hay es una licuación muy fuerte en la deuda del BCRA y por ende el déficit cuasi fiscal que se conoce como el interés que paga el BCRA por esterilizar dinero, también va disminuyendo. Pero debido a una caída tremenda de las deudas del BCRA que son la contrapartida de los depósitos. Entonces, se está licuando ingresos. Esto no se puede mantener en el largo plazo y el Gobierno debe realizar los esfuerzos necesarios para llegar a consensos con las clases dirigentes en general, sindicatos, sectores productivos, sectores de la oposición para poder llevar adelante reformas estructurales que generen un Estado más pequeño, más fácil de solventar y más eficiente.
¿Cuánto más falta para que se empiece a reactivar?
Las medidas hasta ahora son profundamente recesivas. La caída del ingreso de las familias genera una caída del consumo muy fuerte y también en los niveles de actividad. Todos los sectores de la economía en febrero cayeron entre un 20 y 30%, una recesión muy fuerte, así que si faltan medidas para reactivar, lo principal que habría que generar a la hora de reactivar es credibilidad.