Policiales

Dos salteños evaden puestos de control del sudeste y caen presos en Real Sayana

RENDIDOS: La odisea terminó y los dos salteños son apresados. Ahora hay que develar, por qué burlaron los controles policiales.

El revuelo fue mayúsculo en el sudeste santiagueño, entre anteanoche y ayer hasta las 9 de la mañana. Los huidizos son dos jóvenes salteños. ENIGMA y TENSION EN LA RUTA 34 Hoy arribarán a Avellaneda perros antinarcóticos y drones

Dos salteños anoche permanecían alojados en el Centro Único de Detenidos, tras movilizarse en camioneta y evadir media docena de puestos de control entre Santa Fe y los departamentos Rivadavia y Avellaneda, a la vera de la ruta 34, con droga como principal hipótesis.

Los sospechosos fueron identificados como Sergio Matías Mirabal, 25, chofer, con residencia en San Ramón de Nueva Orán, Salta y Dahiana Mercedes Pachao, también salteña.

El raid cinematográfico comenzó el martes a la noche. La policía santafesina alertó a sus pares santiagueños sobre una camioneta Toyota que había evadido el control de Ceres y San Cristóbal.

Alocada carrera

De ahí en más, toda la madrugada los policías de ambos distritos coordinaron el alerta, pero la camioneta no pudo ser detenida en diversos puestos de control: limítrofe Selva- Ceres, Puesto Caminero N° 10- Palo Negro.

Sin freno aparente, la camioneta siguió su alocado derrotero por la 34, obviando el control de la 34 altura Km 496 (Pinto, Aguirre); Seguridad Vial de Colonia Dora; localidad de Casares y otros controles.

Recién a las 9 de ayer, la policía descubrió la camioneta abandonada en un camino vecinal a 4 kilómetros de Real Sayana, Avellaneda. Hasta allí, se trasladaron varias fuerzas policiales y le dieron alcance a los salteños cerca de una estancia.

Reducidos, los policías inspeccionaron la camionera, pero no encontraron nada. Sin sospechas específicas, la fiscal de Añatuya, Florencia Garzón, requería anoche información e investigaba a la pareja, tanto con la policía de Santa Fe, como la de Salta.

Usina de trascendidos

Dentro de la confusión reinante, una corriente policial deslizó que el salteño confió que no encontrarían nada y que todo fue dejado ya en Santa Fe.

Meticulosa, pero no apresurada, la Fiscalía no se jugaba por nada. Pese a lo alocada de la persecución, en concreto los salteños no llevaban nada comprometedor.

Sí se sabe que entre el inicio de la persecución y la aprehensión, transcurrieron casi 12 horas. Ese tiempo es considerado más que suficiente para desprenderse de cualquier elemento comprometedor.

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