"Hay mucha angustia y desamparo en la gente, y hay una búsqueda de Dios en el sacerdote"
El pastor de la Iglesia de Santiago habló de la importancia de sumar sacerdotes a la misión y al legado de santa Mama Antula, en momentos en que hay "mucha tristeza, mucho dolor".
Al ordenar como nuevo sacerdote del clero santiagueño a Federico Poldi, santafesino de origen y afincado en nuestra provincia, el obispo diocesano Monseñor Vicente Bokalic hizo una mención especial a la importancia de sumar religiosos a la misión "en momentos en que la gente está muy necesitada; con mucha tristeza, dolor, angustia y desamparo, e inconscientemente busca a Dios en los sacerdotes".
Habló de la enseñanza de santa María Antonia de San José "de laburar, de caminar, de hacer una Iglesia más cercana" de modo especial para los jóvenes, en tiempos "de tan pocos testimonios agradables, que los atraiga".
"Es un día de fiesta para la Iglesia nuestra. Siempre pido a la gente que recemos por los curas, por las vocaciones, y si bien hoy promovemos los ministerios laicales, que va a ser cada vez más fuerte, porque los laicos están preparados para asumir distintas áreas en la Iglesia, siempre se necesita un pastor que tiene la misión de celebrar la fe, de rezar con el pueblo de Dios, de visitarlos, de consolarlos, de reconciliarnos", dijo Bokalic en diálogo con EL LIBERAL tras la ceremonia de imposición de manos al nuevo sacerdote.
Recordó que, visitando permanentemente "las barriadas" de la Diócesis, comprueba la necesidad que hay de guías como los sacerdotes. "Estuve en el barrio Mama Antula en La Banda, que es una ciudad nueva, y no tenemos nada, y la gente nos pide un pastor", dijo.
"Siento esa necesidad de la gente que quiere y aprecia mucho a los sacerdotes, a pesar de todos nuestros defectos y limitaciones, nuestro pueblo respeta la figura del sacerdote y lo quiere, y los sigue así como son", reveló.
Respecto de lo que percibe en sus recorridas por la Diócesis, son las necesidades de la gente. Aseguró que "hay mucha necesidad", y recordó que "se han dado signos durante las vigilias; en cómo se acercó la gente a buscar la bendición de Dios, a poder expresar sus penas, sus tristezas, ese dolor inmenso que llevan en su corazón, que lo buscan aliviar en la persona del sacerdote".
"Y nos toca a nosotros recibirlos, como Jesús recibía a todos, ese es modelo, no discriminaba entre el bueno y el malo, se sentaba a la mesa con los más desclasados, con los más atorrantes, para atraerlos y mostrarles un camino distinto. Y hoy en día nuestra gente está muy necesitada de esto; hay mucha tristeza, mucho dolor, mucha angustia, mucho desamparo, e inconscientemente hay una búsqueda de Dios, porque en el trasfondo es Dios el que nos da sustento, fuerzas en este camino", enfatizó el obispo diocesano.
"El testimonio de Mama Antula es fundamental"
"La vocación es cosa de Dios, nosotros ponemos lo mejor, rezando por la gente, dando testimonio, incorporando a gente en nuestra misión, pero el testimonio de Mama Antula es fundamental en este momento, porque ha penetrado en la sociedad santiagueña, y se ve cómo ha llegado y cómo sigue llegando; es un aliciente para nosotros y nos enciende a trabajar, a luchar como ella, a buscar caminos nuevos de proponer el Evangelio y muchas cosas que ella nos va a inspirar.
Es un modelo de vida, es nuestra y es de todos. La gente le ha tomado mucho cariño, la ha incorporado a su vocación, y seguramente nos va a inspirar a nosotros a transitar estos caminos.
Los sacerdotes somos el instrumento, no porque seamos buenos, Dios nos ha elegido con una misión especial; hoy tenemos que tener un corazón muy misericordioso, para que nadie se vaya sin que nosotros los atendamos muy bien".
Una ceremonia cargada de emotividad en la Catedral
La ordenación sacerdotal de Federico Poldi contó con la participación de numerosos fieles que colmaron la capacidad de la iglesia Catedral.
Fue presidida por monseñor Vicente Bokalic y concelebró prácticamente todo el clero diocesano, e incluso sacerdotes que llegaron desde Tucumán, donde Poldi cursó la última etapa de su camino por el Seminario.
Al final de la celebración, el obispo bendijo a los presentes, y familiares y amigos compartieron un grato momento con el nuevo sacerdote que asumirá su misión en la Diócesis de Santiago del Estero.
"Él estaba en el proceso vocacional; comenzó a ver la necesidad que teníamos de sacerdotes; se quedó en el seminario y servirá en nuestra Diócesis", confirmó Bokalic.