Revelan que Gómez recibió cortes y feroces golpes solo en la cabeza
Sus dos hijos terminaron con fractura expuesta de tibia y peroné. Asimismo, la pérdida de la visión en un ojo. Hoy, 3ª jornada del juicio.
Los forenses revelaron ayer que Daniel Gómez pereció al recibir casi una decena de heridas de un arma blanca y quizá un hierro; en tanto, sus hijos resultaron con numerosas fracturas y hasta la pérdida de la visión en un ojo, como resultado del ataque del "Clan Iturre", el 18 de abril del 2020.
El escenario fue la casa de la familia Gómez en el Bº Huaico Hondo. Los acusados son: José Enrique Iturre, alias "Perra", de 57 años, padre; Gabriel Lorenzo Iturre (a) "Tony", 29; José María Iturre (a) "Debi", 27, y Enrique Oseas Iturre, de 22.
"Homicidio doblemente calificado" es la acusación por Daniel Gómez, y "lesiones gravísimas" en perjuicio de su hijo Darío Gómez, según emana de la acusación fiscal.
En la segunda jornada del juicio, los forenses y médicos declararon que todas las heridas de la víctima fatal se situaron en la cabeza. Los testigos afirmaron que el "Clan" empleó un machete y un hierro.
Asimismo, uno de sus hijos sufrió "fractura expuesta de tibia y peroné". Y el restante perdió la visión de un ojo, todo por obra de los cuatro Iturre, quienes habrían copado la casa de los Gómez, al parecer por una deuda.
La historia de viejos odios
Los testigos destacaron que los Iturre nunca tuvieron una convivencia armoniosa. En ese caldo de cultivos de odios cotidianos, un hijo de Iturre se habría unido en pareja con una hija de Gómez.
Ello habría erosionado aún más las diferencias, las cuales se potenciaron aquel 18 de abril. Los voceros afirmaron que los Gómez tenían una deuda mensual. Un hijo de Iturre fue a cobrársela y la forma no les resultó la ideal a los Gómez. Un hijo tomó una botella y expulsó al cobrador.
Lo que vino después fue un culto a la sangre y barbarie. Los Iturre se presentaron en la casa y agredieron con machete, fierros, palos, trompadas y patadas.
El jefe de familia de los Gómez pereció el 2 de mayo en el Hospital Regional. Y ahora un tribunal y fiscales reconstruyen la historia, ávidos de dar con el rol de cada imputado.