Para el bostezo: Huracán y San Lorenzo no pasaron del cero
El partido fue muy malo y ninguno de los dos pudo generar peligro. El "Globo" busca todavía a su nuevo DT y el "Ciclón" volvió a decepcionar. COPA DE LA LIGA
Huracán y San Lorenzo empataron ayer sin goles en un flojo clásico porteño disputado en Parque Patricios por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional.
Pese al gran marco en el estadio Tomás Adolfo Ducó con más de 40 mil personas, los dos equipos jugaron un muy discreto partido potenciado por el estado del campo de juego.
El "Globo", bajo la conducción interina de Walter Coyette, ahora suma 5 puntos en la Zona A y no gana desde la primera fecha.
Por su parte, el "Ciclón" tiene 7 puntos en la Zona B y sigue lejos de los cuatro primeros.
Huracán quiso, pero no pudo y San Lorenzo se conformó con el empate a pesar de que no gana en el Ducó desde 2007.
El partido tuvo más amonestaciones que situaciones de gol y si bien no tuvo polémicas, el árbitro Nazareno Arasa permitió el juego brusco y las excesivas protestas de ambos lados.
Obligado por la localía y la necesidad de ganar, el "Globo" se hizo cargo del partido en los primeros minutos, mientras que San Lorenzo eligió esperar en su campo para salir rápido de contraataque.
En medio de un primer tiempo discreto y por momentos mal jugado, Huracán tuvo su momento entre los 10 y los 30 minutos con algunas aproximaciones.
San Lorenzo tuvo su primera excursión por el área local a los 25 minutos con un remate de Nahuel Barrios, el más punzante del ataque.
El equipo del "Gallego" dejó muy solo a Adam Bareiro y a "Lukaku" Herazo, quien directamente no salió a jugar el segundo tiempo y fue reemplazado por Leguizamón.
Si el primer tiempo dejó mucho que desear, el segundo fue todavía peor.
El punto le permite a Huracán cortar la racha de derrotas y tener tiempo para buscar un DT, aunque quizás el jueves ante Rosario Central, vuelva a estar Coyette.
San Lorenzo recuperó ese solidez defensiva y volvió a terminar con la valla invicta, pero su deuda sigue siendo en ataque donde depende muchísimo de Bareiro para marcar y de Barrios para generar jugadas.
El empate dejó con sabor a poco en Parque Patricios.