"Yiti" más complicado en el crimen de Esther: hallan otros bienes ocultos en casa familiar

La situación de Paulo Andrés Pereyra, alias "Yiti" — sospechado de asesinar a puñaladas a Esther Tévez— se complica aún más con el correr de las horas.

El sujeto, que fue detenido en medio de un escándalo y con amenazas de 'hacer volar todo' con una garrafa, está sindicado como el único responsable por el crimen cometido el pasado 11 de enero.

Sus antecedentes condenatorios, puesto que había abusado sexualmente de una anciana hasta matarla y su comportamiento "llamativo" durante los últimos meses lo pusieron en el ojo de los investigadores.

Si bien había pruebas en su contra, la evidencia más contundente se encontró el jueves en la casa de una de sus hermanas en el Bº Lomitas, donde hallaron enterrada la motocicleta de la víctima.

Según los dichos de Sandra —hermana del acusado— el rodado había sido ocultado "en el fondo de la casa de Tere" por "Yiti", aparentemente días después del asesinato.

Tras caer el sospechoso preso durante la jornada de ayer, efectivos del Departamento de Homicidios y Delitos Complejos junto con sus pares de la División Criminalística y de la Comisaría 20 regresaron a la casa de Tere.

Los investigadores, con ayuda de detectores de metales y drones, realizaron unan minuciosa inspección en la casa y en una zona montuosa. Si bien no trascendió qué se halló específicamente, fuentes cercanas indicaron que recuperaron "parte del botín robado" a la mujer.

Como se recordará, Esther Tévez (67) fue ultimada a puñaladas en su casa ubicada en el paraje Tres Caminos, que se encuentra a 10 kilómetros al oeste de Villa Atamisqui y a 2 al este de Estación Atamisqui.

El cadáver fue hallado el sábado siguiente por su empleada, Norma Ledesma, quien solo trabajaba los días sábados en casa de la mujer, cuyo triste final shockeó a la población.

Según la investigación, Ledesma limpiaba afuera de la casa, entre las 6.30 y 8. Al considerar que su patrona ya se habría despertado, entró a la vivienda y la halló en la cama en posición cúbito dorsal y los pies apoyados en el suelo, con sangre en el torso.

La víctima se dedicaba a la cría de animales caprinos y aves de corral. También desarrollaba una actividad comercial recorriendo la zona con su utilitario, vendiendo mercadería. El día del asesinato además de gran cantidad de dinero, sus atacantes le robaron su teléfono celular entre otros bienes.

Al parecer varios de esos elementos ya fueron encontrados y serán peritados en los próximos días por expertos de la policía científica y reconocidos por familiares de Tévez.

"Delatarlo" causó una disputa familiar 

La intervención policial ante la situación grave de violencia doméstica entre "Yiti", su madre y hermanas lejos estaban de imaginar que llevaría a los investigadores a encontrar el hilo que puede desentrañar el misterio del crimen del que fue víctima Esther Tévez.

Al delatarlo, su hermana Sandra no habría dimensionado lo que le esperaría a su hermano así como tampoco nada hacía suponer que esto a la vez generaría una irreconciliable disputa que dividió a la familia Peralta.

El día jueves, Sandra Peralta (28) se encontraba en su casa del 27 de Octubre, y allí mantuvo una pelea con su hermano Paulo (alias "Yiti") quien la habría amenazado de muerte, en el momento que llegaron los uniformados.

Ante la policía, y en medio de una enardecida discusión con su hermano, Sandra manifestó: "Hay una moto en un pozo al fondo en la casa de la Tere", en el barrio Lomitas a poco menos de un kilómetro del lugar donde ellos se hallaban.

Todo lo posterior a ello ya se conoce. Se encontró la moto de la comerciante asesinada y "Yiti" terminó preso. Pero el drama familiar no quedó ahí, pues Noemí del Valle Peralta, madre de los tres implicados, acusó a Sandra de ser la responsable de la situación que vive su hermano.

Otro incidente intrafamiliar ocurrió más tarde que llevó a intervenir a la Justicia. Se ordenó una prohibición de acercamiento entre las tres mujeres, y además Sandra tuvo que abandonar la ciudad de Villa Atamisqui y trasladarse a la localidad de Medellín junto a sus hijos.

El despilfarro de plata gravitó en contra de "Yiti" en crimen 

La Justicia aguarda las conclusiones de la autopsia al cuerpo de Esther Tévez, asesinada al parecer por Paulo Andrés "Yiti" Pereyra, sin descartar que su triste fin estuviera precedido por un intento de abuso sexual.

Pese al hermetismo en que la fiscal Luciana Jacobo delinea la indagatoria a "Yiti", trascendió que el crimen oscilaría entre varias imputaciones: "Homicidio simple"; "Homicidio en ocasión de robo"; "Homicidio críminis causa" y hasta "abuso sexual" combinado con el "homicidio".

La ciencia representa hoy la principal aliada de Jacobo. Se sabe que al ser hallada por su familia, la comerciante llevaba dos días muerta. Y al terciar los forenses, el proceso de deterioro era intenso ya.

De todos modos, los investigadores creen que si la mujer fue atacada sexualmente, la pericia en sus uñas podrían aportar pruebas en clara alusión a posibles huellas de defensas solo perceptivas desde la lupa forense.

Vale subrayar que el sujeto le habría robado dinero, una motocicleta y otros elementos. En el allanamiento, la policía incautó la moto de Tévez enterrada.

Mientras tanto, "Yiti" será representado por la defensa oficial, a cargo de Emilio Nazar, quien lo asistiría entre lunes y miércoles, para la correspondiente indagatoria. Un vocero confió que el hombre cayó preso por excesiva confianza.

Según se supo, tras la muerte de Tévez, el principal sospechoso habría sido descubierto en una confitería, gastando dinero en demasía, sin un trabajo aparente en qué justificarlo. Desde ese detalle, la Fiscalía cerró filas en la sospecha contra "Yiti", hasta esposarlo el jueves en medio de un escándalo de resistencia a la policía.