Un cáncer que desapareció y médicos que no le encontraron explicación científica
La biopsia detectó cáncer de mama a una docente santiagueña. Cuando le extrajeron el nódulo, el médico patólogo ya no lo encontró. Su mamá le había pedido a Mama Antula que cuando la operaran, los médicos le dijeran que "ya no teñía nada".
En medio de las miles de almas que ayer asistieron a las ceremonias organizadas en Villa Silípica, estaban Andrea Judith Ledesma, docente que ejerce en el interior de la provincia, y su madre, Mirta Trejo, celebrando la santidad de Mama Antula, y agradeciéndole una vez más por una importante gracia que recibieron.
A Judith le detectaron un cáncer de mama, debían extirparle el nódulo para ver el grado de agresividad y cómo seguiría su tratamiento. En eso, su mamá le pidió a Mama Antula que cuando la operaran, "los médicos le dijeran que no tenía nada". Eso efectivamente sucedió y los profesionales no le encontraron explicación. "Es un milagro", dijeron.
"En febrero de 2017 me detectan cáncer de mama. Aquí me hicieron la biopsia, y debían operarme en Tucumán. Pero la cirugía, por diferentes motivos debió postergarse dos veces. En la tercera oportunidad, me operan un Jueves Santo, y ese mismo día me dieron de alta, cuando en lo que me sacaron comprobaron que no había cáncer", sintetizó Judith.
Se le había diagnosticado un carcinoma in situ y debían operarla del carcinoma y de un ganglio centinela que lo iban a extraer por el cáncer. "Pero cuando me sacaron el nódulo, no encontraron el cáncer. La doctora que me operó me dijo que no tenían una explicación lógica, en la cirugía estuvo el patólogo que era quien debía determinar qué grado de agresividad tenía el cáncer para decidir si me extraían la mama o solo el nódulo donde estaba el cáncer", explicó.
Judith asegura tener todos los estudios donde consta que la biopsia dio como resultado que existía un cáncer.
"Mi mamá lo primero que le dijo a los médicos fue que era un milagro, porque lo que ella pidió el día que vinimos a la novena fue que los doctores nos dijeran que yo no tenía nada", contó.
Y a esa felicidad que tuvo de recibir un resultado favorable, se sumó otra felicidad, porque el médico que la operó le dijo que debía devolverle cinco mil pesos, que ya le había adelantado por la operación. "Aquel año, era muy buena plata", recuerda entre risas.
"Después de eso nunca volví a tener problemas. No me hicieron tratamiento, ni quimio, ni pastillas, ni rayos, absolutamente nada. El doctor me dijo que no tenía una explicación lógica ante esta situación, que era un caso que no se da por lo general. Y cuando voy al segundo control, me devuelve la plata y me dice, 'señora yo no tengo una explicación lógica para esta situación. Puede darse un caso en un millón que se detecte el cáncer en la biopsia y que en el momento de la cirugía no se detecte nada'", contó.
Mirta Trejo es la mamá de Judith. Viven en el barrio Ejército Argentino. Judith es docente, trabaja en una escuela de capacitación para adultos y en una escuela secundaria, y asegura que "a todos les cuento esto, porque para nosotros es un milagro, incluso mi hermano, que es un poco alejado de la Iglesia, ahora dice que sí cree... Se ha volcado".