Le pone el cuerpo a los personajes
El actor español, Pepe Lorente, vive momentos inolvidables. El prestigioso intérprete de "Elite" disfruta de la gran aceptación que tiene "La Estrella Azul", filme que rodó en Santiago del Estero a las órdenes de su compatriota Javier Macipe, como también de "Une affaire d'honneur", una realización de Vincent Perez.
Su trabajo como Mauricio Aznar, en "La Estrella Azul", tuvo excelentes críticas. Destacaron la muy buena composición que hace el músico español.
SU ADMIRACIÓN POR EL MÚSICO "CUTI" CARABAJAL
"Un proceso artístico-espiritual, de confianza"
-¿Qué sensaciones te generó a vos hacer el mismo camino de Mauricio Aznar, transformarte en él y poder transmitir esa etapa dolorosa de su vida?
Es el viaje del héroe en los mitos el que hizo Mauricio. Es una búsqueda, una búsqueda generalmente desde lo físico. Uno viaja a un lugar y al final acaba encontrando que lo que buscabas estaba adentro. En mi caso fue lo mismo. Mauricio es como si estuviera ahí. Es el espíritu de alguien que busca redención, que ha tenido un pasado difícil y yo me uní a él en el anhelo de dejar de ser uno para ser multitud. Lo mío ha sido, de alguna manera, un proceso artístico-espiritual y de confianza, de fe, de entrega. Y con "Cuti" me ha pasado algo muy curioso. Ya lo admiraba como músico, pero empecé a admirarlo como vive, de una manera sencilla y grandiosa.
EL VÍCULO CON "CUTI" CARABAJAL Y EL APRENDIZAJE
Pepe, nacido en Zaragoza, es un actor de pura raza que ha demostrado su talento en series que hoy pueden ser vistas en Netflix ("Élite" y "La chica del cable"), en Amazon Prime Video ("Historias para no dormir") y HBO Max ("Todo lo otro"), además de filmes que alcanzaron una enorme reputación mundial ("El Reino", "El aspirante" y "El ministerio del tiempo", además de "La Estrella Azul" y "Une affaire d'honneur"). Lorente se destacó en preciosas producciones para TVE, Telecinco y Antena 3.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia durante los días vividos entre La Banda y Santiago?
Ha sido una gran y enriquecedora experiencia. Siempre he tenido un interés enorme, como actor, de visitar los lugares en los que él (Mauricio Aznar) estuvo y de empaparme de las músicas, pero no dejaba de ser un poco, al principio, atropellado especialmente en el primer viaje que hice. A Javier le guiaba un deseo natural y verdadero de encontrar esa música. A mí la música me empezó a interesar después, personalmente. A mí me interesaba encontrarlo a él (Aznar), pero la paradoja se daba en que yo lo encontré a través de la música. En el primer viaje, que estuve muy a gusto con "Cuti", muy bien. Lo viví con mucha más dificultad porque yo no tocaba nada. Fue duro, muy duro para mí porque no tocaba nada. Mauricio, cuando vino, ya tocaba, él era músico. Luego, en los otros viajes, ya mejoré todo. A principios, con "Cuti", tratábamos de generar esa sintonía que tenían Carlos y Mauricio. Y en el último viaje a Santiago ya aparecía ese Quijote y Sancho. Así que, mi experiencia ha sido siempre positiva, siempre buena.