Pepe Lorente reveló quién le enseñó a tocar chacareras
El actor español de "La Estrella Azul" recordó con inmenso agradecimiento a "Cuti" y a Pablo Carabajal. Se convirtió en un gran guitarrero y cantor. ENTREVISTA EXCLUIVA
"La Estrella Azul", película que fue rodada en Santiago del Estero, después del andar exitoso que tuvo en los festivales cinematográficos del mundo, en los que cosechó premios, tendrá su estreno comercial en España el viernes 23.
Esta historia que se disfruta con los ojos, los oídos y el alma, dirigida por Javier Macipe, recién podrá ser vista en las salas de Argentina, particularmente las de Santiago del Estero, durante el primer semestre de 2024.
Pepe Lorente, nacido en Zaragoza, es en "La Estrella Azul" Mauricio Aznar, músico zaragozano como él que, tras un viaje de redención y de búsquedas por América Latina llegó a Santiago del Estero, más precisamente a La Banda, ciudad en la que conoció al folclorista Carlos Carabajal, con quien trabó una amistad. De eso habla "La Estrella Azul". Es el hilo conductor para también referirse a la identidad, la soledad, a la amistad, a la vida.
"La Estrella Azul" tiene una historia que toca fibras íntimas, que "va directo al corazón", tal como lo manifestó Lorente a EL LIBERAL.
- ¿Cómo reaccionaste cuando Javier Macipe te dijo que serías Mauricio Aznar?
Recuerdo que lo viví con ambivalencia. Por un lado, con mucha alegría porque era un trabajo deseado. Había hecho tres pruebas, dos de ellas intensas y una de nueve horas. Era un trabajo muy anhelado. Lo viví con mucha satisfacción y a la vez con miedo.
- ¿En qué momento lograste conectarte con Mauricio Aznar?
Lo curioso es que nunca lo sentí. Cada día que yo iba a los ensayos y a hacer el rodaje yo sabía que podíamos encontrar lo que estábamos buscando. Era como que yo ya empezaba a relacionarme con ese trabajo artístico de abrirme para que esa energía de Mauricio apareciera.
-¿Fue un peso o qué significó para vos interpretar a tu coterráneo e hijo dilecto de Zaragoza?
Al principio, sin ninguna duda, fue un peso. Y ese peso siempre estuvo ahí. El peso cambiaba como yo me relacionaba con él. Al principio fue un peso que, en algún lugar fue adulador, que me hacía procrastinar tareas. Fue un peso que se transformó cuando yo iba conociendo los diferentes personajes: su madre, su hermana, su familia, sus sobrinos, sus amigos, los músicos. Al principio fue una losa, dura. Yo me empecé a relacionar con ello y cuando Mauricio empezó a entrar y yo abrirme a ello surgió un clima de confianza y de apoyo. La losa no me la quité aunque me fue transformando la relación que tuve con ellos.
-¿Cuánto influyó Pablo Carabajal para que te convirtieras en músico y creíble en la composición de Mauricio?
Me ayudó muchísimo. Pablo ha sido decisivo en enseñarme, en tocar conmigo. Tocar rock ya es jodido. Me enseñó todo, a cómo tocar una chacarera, una zamba, una vidala. Fue determinante absolutamente Pablo con su paciencia, su entrega. Una generosidad enorme la de Pablo. Hemos estado en la casa de "Cuti" Carabajal durante un mes. Otro gran maestro.