Alcohol, una cuestión de calidad de vida
Por la Dra. Virginia Busnelli
El calor y las vacaciones traen momentos hermosos y de disfrute. Pero una realidad es que suelen venir acompañadas de un aumento en el consumo de alcohol. Muchas veces el consumo, o mejor dicho, el NO consumo de alcohol está relacionado con "planes" o "dietas" para descender de peso... "estoy cuidándome no voy a tomar nada", y si bien es muy cierto que el alcohol tiene calorías vacías y colabora con el aumento de grasa corporal, la recomendación de reducir su consumo va mucho más allá del peso, es una cuestión de salud general y calidad de vida. ¿Por qué?
La Organización Mundial de la Salud en 2022 informó cómo el consumo nocivo de alcohol está relacionado con más de 200 enfermedades y trastornos, produciendo 3 millones de muertes en el mundo y que, aproximadamente el 13,5% del total de muertes en personas de 20 a 39 años son atribuibles al alcohol. Es un causante de enormes consecuencias económicas y sociales.
Existen muchos factores que influyen en el consume de alcohol, como el nivel de desarrollo y el estado económico, la cultura, sexo, edad, circunstancias familiares, la disponibilidad, entre otros. Y, al ser una sustancia que causa dependencia, el limitar su consumo es muy difícil en muchos casos. Asique si estas leyendo esto y sentís que no podés, existen muchos profesionales y espacios que pueden ayudar a hacerlo. Pero, sin llegar a ese punto, es muy importante concientizarnos e ir tomando medidas para controlar, limitar o eliminar de nuestra vida el consumo de alcohol.
En esta época de calor el cuerpo pide a gritos hidratación, lo que se confunde muchas veces con la necesidad de salir a "tomar algo", que lindo poder descubrir que ese "algo" puede ser muchas cosas, y que disfrutar con el resto no necesariamente tiene que ser con alcohol como intermediario.
Como siempre digo, se trata de no prohibirte cosas que al fin y al cabo aumenten tus ganas y alimenten tu sensación de restricción. Si tenés muchas ganas de tomar algo que tenga alcohol y queres hacerlo con responsabilidad, te dejo algunos consejos.
Escuchate. Si el cuerpo necesita hidratación, ¡primero hidratate! Es decir, tomá AGUA, el alcohol no hidrata, todo lo contrario.
Volvé a escucharte. ¿Por qué voy a tomar alcohol? Esto es importante ya que el consumo de esta bebida está muy relacionado a la influencia social. Que sea por tu propia elección y búsqueda de placer.
Dejate a mano siempre agua cerca, ya que, si estás tomando alcohol, el cuerpo la va a necesitar.
Intentá evitar tragos que contengan azúcar y bebidas gaseosas.
Elegí uno y tomalo lenta y conscientemente, disfrutando de cada trago como una experiencia y por placer.
No es necesario que solo tomes agua todo el verano, se pueden hacer muchas bebidas creativas, ricas y distintas, para ir probando y disfrutando sin la necesidad de que el alcohol sea uno de sus ingredientes. Limonadas, pomeladas, naranjadas, batidos, smoothies, aguas saborizadas caseras...
El alcohol es toxico y podemos trabajar juntos para que no sea protagonista de nuestro verano si no un simple invitado, si de verdad vale la pena. Y recordá: hay un mundo por conocer en lo que se refiere a bebidas sin alcohol que sí hidratan y que son muy ricas.
¡A disfrutar el calor, las vacaciones y el verano siendo conscientes de nuestra salud, sin prohibiciones, pero sin excesos!