Espectáculos

En la nueva edición de GH parece que nadie busca hacer amigos

Tras el éxito inesperado que tuvo la edición pasada de Gran Hermano dos décadas después de su estreno en la pantalla de Telefé, y en medio de un contexto donde la conversación pública pareciera estar dominada por la agenda política, 20 participantes ingresaron a la casa para permanecer más de cien días encerrados y marcaron picos de rating de 21.5, según mediciones parciales que se divulgan en las redes sociales.

Anoche ingresaron dos participantes más, superando en 4 el total de "hermanitos" de la edición pasada, y hoy será noche de nominación, con una sorpresa: en menos de 24 horas de convivencia, uno de los participantes ya usó la fulminante: mandó a placa a uno de sus compañeros.

Al desafío original de permanecer juntos, encerrados y desconectados de la realidad como es el caso de Gran Hermano, a cada participante se le suma el reto de que su permanencia dentro de la casa acapare nuevamente la atención del público.

Y en este caso, el que ya conquistó la mirada de los televidentes -en favor y en contra- es el tucumano Federico Frías, influencer que es furor en tik tok y cantante de cumbia RKT, conocido como "Manzana" o "Big Apple", quien fue el primero en ingresar a la casa de Gran Hermano y quedó inmortalizado por el uso de la palabra "épico", y por la frase: "Una cocinita eléctrica para hacerme un guisito de arroz con pollo", mientras recorría cada estancia del lugar.

Pero así como hizo reír con sus comentarios, en el afuera también se multiplicaron las denuncias contra él. Varios usuarios de X (ex Twitter) lo acusaron de "transfóbico", a tal punto que pidieron que lo expulsen del programa. "No nos olvidamos de la transfobia de Manzana, tiene que ser el primer eliminado de GH", escribió una usuaria de la red social.

En el video que dio vueltas se lo escucha a Federico hablando de la influencer tucumana Danelik Star, de manera discriminatoria.

Además, de "Manzana", una veinteañera de Recoleta que dice que la confunden con Barbie, un chivilcoyano que trabaja en los campos familiares, una "sommelier instructora de taekwondo" de sesenta años que "busca estar en calle Corrientes" y un asesor financiero en "busca un cambio radical" son algunos de los perfiles -en su mayoría provocadores y hegemónicos- que disputan el premio de 50 millones de pesos y una casa prefabricada para los tres finalistas.

Con destino al encierro también se encomendaron una uruguaya "sin filtro" que se tatuó el día que se anotó en el casting del programa en la cara interna del labio superior; el primer participante chino en la historia de Gran Hermano, una jugadora de fútbol salteña, un joven misionero que promete dar "un buen ejemplo en la tele".

El listado de jugadores continuó con una estudiante de abogacía oriunda de Trelew, un peluquero y cantante pop casado con un militar, una policía de zona norte con aspiraciones de ser modelo, un joven correntino de boina y bombachas de campo que vive en un pueblito de veinte habitantes, una comerciante de Villa Adelina.

El extenso plantel de participantes que fue ingresando a la casa se completó con un "máster en seducción" dispuesto a mentir para conseguir sus objetivos en el juego, una creadora de contenidos y doble de riesgo; un azafato, una modelo curvy, un cordobés fanático de la "Mona" Jiménez, una médica pediatra "botinera". Para esta noche, Del Moro anunció el ingreso de dos jugadores más.

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