LA FONOAUDIOLOGÍA ES TAMBIÉN UNA CUESTIÓN DE EDUCACIÓN
POR LIC. ANITA LUCRECIA LEMOS A TENER EN CUENTA
Pensar el lugar del fonoaudiólogo en el ámbito educativo - escolar implica un cambio de paradigma, pasar de la concepción del fonoaudiólogo como un mero reeducador fónico, que reeduca los fonemas en un sujeto, lo externo de la lengua, lo descriptivo, a aquel profesional, que orienta a directivos, padres y estudiantes, focalizando su intervención en el desarrollo de las competencias comunicativas, que conceptualiza al lenguaje como proceso interactivo complejo, interno y externo.
Al revisar las normativas, las reglamentaciones sobre educación, se vislumbra claramente que el proceso de definición sobre el rol que debe cumplir el fonoaudiólogo en el ámbito educativo ha avanzado en estos últimos años, teniendo en cuenta que el contexto educativo tiene características particulares que van más allá de la superación, rehabilitación, o compensación de una alteración. Involucra el desafío de vincular a los estudiantes en el sistema escolar pese a sus dificultades, permitiéndoles acceder al currículum y promover su aprendizaje de forma tal que le sirva en la construcción de su proyecto de vida.
Por otro lado, socialmente, el reconocimiento de la tarea del fonoaudiólogo está ligado más a las áreas de salud, entendiendo a este profesional como el especialista, encargado del estudio de la comunicación humana, y la prevención de patologías de las áreas de deglución, voz, audición, y del lenguaje, en todas las etapas del desarrollo del individuo.
EL FONOAUDIÓLOGO COMO ORIENTADOR ESCOLAR
La construcción del objeto de trabajo del fonoaudiólogo en educación, implica la reformulación de la demanda, en el desplazamiento de la mirada hacia los sujetos en medio de relaciones, en contextos, en situaciones; los espacios, las formas de enseñanza, la organización escolar misma, es decir una dimensión institucional, que refiere a un encuadre de trabajo. No se opone a la atención de lo individual sino más bien lo sitúa, lo reconfigura dentro de un contexto.
En el ámbito educativo el fonoaudiólogo, trabaja desde la articulación transdisciplinaria junto a los otros profesionales que conforman el equipo, (psicopedagogo, psicólogo, profesores de educación especial, etc.) para el logro de una meta común, en relación de igualdad y complementariedad, con una misma filosofía de trabajo.
Este equipo del que forma parte es el encargado de realizar intervenciones individuales, grupales, institucionales y comunitarias tendientes a mejorar las trayectorias escolares de los alumnos de los diferentes Niveles (Inicial, Primario, Secundario) y Modalidades del Sistema Educativo (común y especial) promoviendo e indicando a los adultos responsables de los estudiantes información y orientación respecto de los servicios disponibles para el abordaje específico de problemáticas sociales, pedagógicas, en el marco de la promoción y protección de los derechos de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.
En cuanto a sus funciones en el ámbito escolar, el fonoaudiólogo:
v Es parte de la elaboración del proyecto educativo (PEI) y los acuerdos institucionales de convivencia, aportando elementos de fundamentación que colaboren con las políticas educativas actuales.
v Participar activamente junto a los directivos y docentes de la institución, en la generación de oportunidades educativas que posibiliten la participación de miembros de la comunidad en la terminalidad de sus estudios en los distintos niveles educativos.
v Interviene en los procesos de exploración fono pedagógica sistemática y asistemática dentro y fuera del aula.
v Define las acciones a realizar para la intervención con alumnos provenientes de establecimientos educativos pertenecientes a la Modalidad Educación Especial que se encuentran en condiciones de incluirse a las aulas ordinarias, acompañando los procedimientos, aportando formalmente datos, información relevante y orientación a padres, docentes y equipos directivos.
Dentro de las escuelas es el fonoaudiólogo el encargado de la prevención e identificación precoz de dificultades de lenguaje y comunicación, así como asumir otras funciones, como la de prestar la asistencia a los maestros, padres, alumnos y la defensa de las prácticas efectivas de alfabetización para la prevención de los problemas del lenguaje escrito mediante el fomento de la adquisición del lenguaje y la alfabetización emergente.
Otra función importante es la de identificar a los niños en situación de riesgo respecto de problemas de lectura y escritura y evaluar e intervenir en el desarrollo de habilidades relacionadas con estos procesos abordando a la lectura y la escritura como actos de comunicación y herramientas de aprendizaje.
En otros casos es el fonoaudiólogo el encargado de determinar el impacto de los trastornos del lenguaje oral en la alfabetización aportando a los docentes propuestas que faciliten la recuperación del diálogo, las prácticas sociales del lenguaje con diferentes formatos, la argumentación y la exposición sobre temas y problemas de interés comunitario entre sujetos y grupos, brindando herramientas que posibiliten la construcción del discurso y las habilidades del pensamiento que favorezcan el avance de los estudiantes en el currículo.
Queda entonces planteado que bajo ninguna premisa se puede en el ámbito educativo ejercer la profesión desde una mirada clínica, ya que, no son solo los estudiantes que padecen algún trastorno en la comunicación o el lenguaje los sujetos receptores de intervención fonoaudiológica, sino son todos los estudiantes, desde una mirada en la intervención en contextos y promoviendo habilidades y aprendizajes que favorezcan su desempeño académico y formativo integral de los alumnos y desde un posicionamiento profesional como orientador escolar.