Miles de devotos participaron de la clausura de la festividad de Nuestra Señora del Valle
El obispo de la Diócesis de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, pidió a la Virgen: "Por favor, graba en tu corazón las innumerables lágrimas de tus devotos y peregrinos, porque eso sostiene nuestra esperanza", en la despedida.
Con una multitud que siguió la tradicional procesión que se realizó en horas de la tarde, se clausuraron ayer los actos en honor a Nuestra Señora del Valle de Catamarca, que contó como cada año, con la presencia de cientos de devotos santiagueños, que se desplazaron durante toda la jornada.
La jornada tuvo un momento de alto contenido emotivo, cuando por la mañana se desarrolló la misa en conmemoración del 80° aniversario de la Declaración de la Virgen del Valle como Patrona del Paracaidismo Militar, para la que llegaron 50 miembros de la IV Brigada Aerotransportada con asiento en Córdoba, para celebrar esta fiesta mariana.
Luego de la bendición final de la ceremonia litúrgica, los paracaidistas hicieron bendecir por el Obispo una placa recordatoria de estas ocho décadas bajo el amparo de la Virgen del Valle como Patrona.
Durante toda la jornada fue incesante el arribo de devotos desde nuestra provincia, que se sumaron a quienes durante toda la semana llegaron a pie o en bicicleta, para rendir honores a la patrona.
Homilía
En su mensaje de la misa central que tuvo lugar por la mañana, monseñor Urbanc mencionó que "la fiesta de la Inmaculada Concepción recuerda a la humanidad que existe una sola cosa que contamina verdaderamente al hombre, y es el pecado", y lamentó que se "ha perdido el sentido del pecado".
"En lugar de librarse del pecado, todo el empeño se concentra hoy en librarse del remordimiento del pecado; en vez de luchar contra el pecado se lucha contra la idea de pecado, sustituyéndola con aquella -bastante distinta- del 'sentimiento de culpa'. Se hace lo que en cualquier otro campo se considera lo peor de todo, o sea, negar el problema en lugar de resolverlo, volver a echar y sepultar el mal en el inconsciente en vez de extraerlo", acentuó en otro momento de su homilía el obispo.
Al final, monseñor Urbanc dijo: "Demos gracias a Dios por este signo maravilloso de su bondad, encomendemos a la Virgen Inmaculada a cada uno de nosotros, a nuestras familias y comunidades, a toda la Iglesia y al mundo entero".
En horas de la tarde se hizo la procesión y la despedida a los fieles.
En su homilía de la misa matinal que presidió en la parroquia Virgen del Valle del barrio Huaico Hondo, el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, recordó la alegría de María al recibir el primer mensaje del Ángel cuando le dijo "alégrate, llena eres de gracias", y pidió a los fieles mantener esa alegría pese a los momentos difíciles que nos toca vivir.
"Alégrate, llena eres de gracias, fueron las primeras palabras del mensajero que escuchó María, y esa alegría es la que nos invita a que tengamos nosotros; alegría aun en medio tantas cruces y dificultades que nos toca vivir cotidianamente, con esas cruces pesadas que llevamos", dijo el obispo en el momento central de su mensaje.
Antes de despedir a la gran cantidad de fieles que se convocaron en la plaza ubicada al frente de la parroquia, les pidió "ser instrumentos de paz, de concordia, de reconciliación, de solidaridad, de cercanía, de tantos hermanos que esperan de nosotros", y deseó "que la Virgen Santísima sea la intercesora, haga que alcancemos esa gracia".
En la parroquia del barrio Huaico Hondo, las actividades se iniciaron bien temprano con la tradicional peregrinación desde El Deán, de la que participaron numerosas comunidades parroquiales, agrupaciones gauchas y fieles devotos en toda clase de vehículos.