Juzgan a sujeto y a presunta curandera, por golpizas a su ex y obligarla a abortar
El es Juan José Domínguez y ella, Rosa Chávez. Víctima y Fiscalía sostienen que en 2015 la obligaron a abortar y que el feto fue enterrado en el monte. SEIS LEGAJOS
Un individuo es juzgado desde ayer, sindicado de hacerle pasar una pesadilla a su ex pareja de golpizas y amenazas, y está acusado de perseguirla con cuchillos e inclusive hasta forzarla a abortar en manos de una mujer apodada "Negra Mota".
Seis legajos contabilizó ayer el Ministerio Público Fiscal, en la jornada inaugural de un debate en contra de Juan José Domínguez, a quien la presunta víctima, C.L.S. le endilga torturas y humillaciones, en cuyo peor momento terminó trepándose a una antena, intentado quitarse la vida.
En los alegatos de apertura del equipo fiscal de Ignacio Guzmán y Analía Nóblega Rayó, la acusación desarrolló una apretada síntesis.
Después de varios años de tortuosa relación, la víctima terminó el vínculo con Domínguez, pero acordaron tolerancia y una cierta armonía por los cinco hijos en común. El 9 de mayo del 2020 estalló un escándalo con casi una docena de vecinos como testigos.
Domínguez habría apuñalado a C.L.S., mientras ella retiraba a uno de sus hijos de la casa de su ex cuñada, en el B° Adela, de Las Termas. La damnificada terminó hospitalizada. Al recibir el alta médica, formuló una denuncia en la Comisaría del Menor y la Mujer.
Acorralado, Domínguez se refugió en el monte. A la vez, protagonizó al menos otros tres hechos de violencia, en especial amenazándola de muerte para que levantase las denuncias y en una oportunidad le destrozó su celular.
Con pedidos de detención, se materializaron tres allanamientos con resultados negativos y en julio del 2020 partió una orden de captura nacional y el 10 de agosto, Prefectura Naval le impuso un abrupto final y Domínguez fue retirado de las calles y enviado a un prudente encierro.
Juntos, a la par
Además de Domínguez, el tribunal juzga también a Rosa Chávez, apodada "Negra Mota". En contexto, la Fiscalía y víctima la acusan de obligarla a practicarse un aborto en el 2015.
En pleno embarazo, Domínguez habría golpeado en el estómago a la mujer y lanzada por una escalera. Después, la condujo a una especie de curandera que le hizo un aborto clandestino. Consumado el "trabajo", el sujeto llevó el feto a una zona montuosa y lo enterró.
En octubre de 2020, la Justicia allanó la casa de la curandera conocida como la "Negra Mota", de 71 años y le secuestraron elementos quirúrgicos y acabó imputada por "aborto".
En las casi tres horas de trabajo, los investigadores habrían secuestrado jeringas con y sin agujas, una caja de instrumentales de acero, cajas de sales orales, ampollas anestésicas y blíster de Clonazepam.
La "Negra Mota" arribó al debate libre, y su defensa, a cargo de José López, reiteró ayer que padece grandes problemas de salud, por lo cual es auxiliada por un hijo y con muletas.
Defensa atacó directo a la médula de la instrucción
La defensa de Domínguez, a cargo de Ángel Nassif, atacó con dureza cada cimiento de la investigación fiscal y afirmó que su cliente está preso como resultante de una "confabulación", cuyo mentor "es una pareja de la denunciante, un ex policía cesanteado o exonerado", arriesgó en el recinto.
En su alegato introductorio, Nassif objetó todas las resoluciones por las cuales Domínguez prosigue privado de la libertad y manifestó que la causa no tiene nada, ya que todas fueron denuncias chatas, vacías de contenido, sin sustento, menos de probable acreditación.
"No se conocen"
A su turno, el abogado de la "Negra Mota", José López, manifestó que no tenía bien en claro "¿por qué está sentada aquí?. Ni mi asistida, ni Domínguez, se conocían entre sí. Lo crucial es inentendible esto", razonó.
Con el mismo ímpetu y verborragia que Nassif, López afirmó que la instrucción se rigió por una sola hipótesis, pero que ésta fue impulsada por ex funcionarios. "Igual, vamos a afrontar este juicio seguros de que Chávez será absuelta, no por el beneficio de la duda, sino absuelta, en forma lisa y llana", auguró.
Después, el tribunal (conformado por Daniela Campos Nittinger, Luis Achával y Fernando Viaña) inició la ronda de testigos (además de la denunciante), en especial con el testimonio de una psicóloga. Le seguirán en esta jornada, presenciales, médicos, policías y familiares de las partes, entre otras personas.
"No me siento bien", dijo en el recinto la denunciante
La denunciante tuvo un fugaz paso por el recinto. Primero, se sentó para declarar (con Domínguez en una sala contigua) y manifestó sentirse descompensada. Sobrevino un cuarto intermedio, en cuyo proceso los empleados sugirieron a la damnificada desayunar, o consumir algo para restablecerse.
Una vez superado ese aparente trance, la misma se ubicó frente a los jueces. Éstos reabrieron la audiencia, con preguntas de la Fiscalía sobre los legajos. Sin embargo, enfatizó: "Disculpe, no me siento bien; no estoy en condiciones de responder nada..."