ANÉCDOTAS DE LOS PRESIDENTES ARGENTINOS
Por Eduardo Lazzari, Historiador.
La historia de las presidencias argentinas permite el relato de una extensa recopilación de episodios que vale la pena rescatar, más allá de lo generalmente conocido. Si tomamos como argumento de selección los gobiernos legales y constitucionales este año se han cumplido un siglo y medio exacto de primeros mandatarios. Siempre el recurso a las fechas consistentes ayuda también a plantear un recorrido que merezca un mayor interés.
Este año se han cumplido 210 años desde la reunión de la primera Asamblea General Constituyente del país, la del Año 13. Hace 170 años se sancionaba en Santa Fe de la Vera Cruz la Constitución Federal de 1853, obra magna del gran acuerdo político entre los federales de Justo José de Urquiza y los unitarios de Salvador María Del Carril, que hizo posible el fin de las guerras civiles argentinas, aunque los remezones de la secesión de Buenos Aires abarcaría casi una década más.
Pero es interesante, en un juego de números, decir que hoy, domingo 19 de noviembre de 2023, los ciudadanos elegiremos al 37° presidente civil de nuestra historia, contando los dos legales nombrados por el Congreso General de 1824, además de los 34 constitucionales. En este día festivo para las instituciones argentinas dejaremos de lado a aquellos primeros mandatarios que accedieron al poder por la fuerza, y que en una suerte de conjuro, fueron 13. Recorremos la historia nacional de la mano de algunos episodios de la vida de los hombres y las mujeres que condujeron, mejor o peor, los destinos de la nación en tantos años.
Los jóvenes
Pocos presidentes argentinos ejercieron el poder contando con menos de cincuenta años de edad. Pero sólo dos lo hicieron antes de contar con cuarenta años. Es curioso que los dos presidentes tucumanos de nuestra historia y en forma consecutiva hayan accedido al sillón de Rivadavia a muy corta edad. Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda sucedió a Domingo Faustino Sarmiento el 12 de octubre de 1874 y había nacido el 1° de octubre de 1836, por lo que contaba con 38 años y doce días al asumir su cargo. Alejo Julio Argentino Roca había nacido el 17 de julio de 1843 en la misma ciudad que su antecesor, aunque en las afueras, y juró el cargo en el antiguo Congreso Nacional cuando contaba sólo 37 años y tres meses.
Avellaneda, que tuvo una prolífica familia con Carmen Nóbrega, de la que nacieron doce hijos: seis mujeres y seis varones, sería el más joven de los presidentes en morir. Luego de padecer una espantosa enfermedad renal, Avellaneda falleció el 25 de noviembre de 1885, poco antes de desembarcar en Buenos Aires, a los 49 años. Roca a su vez, tuvo seis hijos también, pero sólo un varón que al no tener descendencia impidió que esa rama familiar mantuviera el apellido. Hay que destacar que hasta hoy el general Roca es el hombre que más tiempo ha ejercido la presidencia de la Nación al gobernar completos sus dos períodos de seis años, que separados en su inauguración por 18 años, le permitió completar doce años de mandato.
Los presidentes que asumieron durante su quinta década de vida, es decir entre los 40 y los 49 años, fueron Bernardino Rivadavia (45), Vicente López y Planes (43), Bartolomé Mitre (41), Miguel Juárez Celman (42), Carlos Pellegrini (43), José Figueroa Alcorta (45), Arturo Frondizi (49) y María Estela Martínez de Perón (43). Y junto a Avellaneda los más jóvenes en morir fueron, Carlos Pellegrini (59) y Roberto Marcelino Ortíz (55).
El solterón
El acertado título que Manuel Gálvez otorga a Hipólito Yrigoyen presenta a un personaje extraordinario de la vida argentina: el "hombre del misterio". Este porteño nacido en 1852 iba a cultivar a lo largo de su existencia, tanto en lo privado como en lo público, una pasión por el sigilo, la media palabra, la sutileza, que su liderazgo político aún hoy constituye una fuente de anécdotas, todas probables, muchas no comprobadas, pero todas coherentes con la construcción de una imagen que le fue útil, aunque despertó muchas veces las suspicacias propias de quien resulta inasible por sus contemporáneos.
Poco afecto a los discursos públicos, hizo de las reuniones discretas con decenas de ciudadanos cada día, con quienes hablaba generando una intimidad atrayente, la forma de consolidación de un poder político que sorprendió cuando luego de dos décadas de una presencia fantasmal en el escenario nacional llegó a la presidencia en 1916. Desde su participación en la revolución del Parque en 1890, sólo aparecería en el centro de la escena durante las revoluciones radicales de 1893 y 1905. Diría el general Julio Argentino Roca poco tiempo antes de morir: "Es el único argentino importante que no he conocido". Y curiosamente Yrigoyen conoció a su antecesor el día que asumió la presidencia.
En lo personal, tuvo tres parejas estables a lo largo del tiempo, pero nunca se casó. En la década de 1870 estuvo con Antonia Pavón, quien le dio dos hijos: Hipólito y Helena. Pero mientras su pareja con Antonia atravesaba una crisis, comenzó una larga relación desde fines de los 1870 por más de doce años con Dominga Campos, quien le daría cinco vástagos: María Luisa, Dominga, Hipólito, Eduardo y Sara. Finalmente tendría un intenso romance con la viuda del escritor Eugenio Cambaceres, Luisa Bacichi, con quien tendría dos hijos más: Sara y Luis Herman. Se recuerdan una serie de planteos judiciales a su muerte para obtener la legitimación de algunos de sus hijos y ciertas disputas hereditarias.
Es derrocado en el segundo año de su segunda presidencia, cuando contaba con 78 años y dos meses de edad, siendo el segundo presidente más longevo en ejercer la primera magistratura argentina.
El tercer hombre
Juan Domingo Perón llega a la política con casi medio siglo de vida. Cuando se convierte en uno de los más influyentes miembros del GOU, esa agrupación de coroneles que tuvo una gravitación extraordinaria en la revolución del '43, Perón contaba con 47 años y las circunstancias de entonces lo proyectaron a la presidencia de la República según el ordenamiento constitucional de 1853. Al asumir el 4 de junio de 1946, el lobense contaba con 50 años exactos y comenzaría un liderazgo que abarcaría tres décadas. Por imperio de la discutida reforma constitucional de 1949, Perón sería el único presidente argentino reelecto en forma consecutiva en una elección directa sin límites de mandatos.
Entre 1946 y 1974, y hasta hoy, Perón fue el único ciudadano que alcanzó la primera magistratura en tres ocasiones: su primer mandato lo terminó, de su segundo período lo derrocaron en septiembre de 1955, y en el tercero murió el 1° de julio de 1974. En su vida personal se casó tres veces, en 1929 con Aurelia Tizón, en 1945 con María Eva Duarte y en 1961 con María Estela Martínez. Fue el tercer presidente argentino en morir durante el desempeño de su cargo, dejando entonces a su última y tercera esposa como la primera jefa de estado argentina. Tenía 78 años y ocho meses, siendo la persona más longeva que ejerció el poder ejecutivo.
Las mujeres
La República Argentina ha sido conducida por dos ciudadanas durante diez años de su historia. Y la gran curiosidad, no repetida en otras latitudes, es que en ambos casos fueron las esposas de quienes las antecedieron en el ejercicio del poder. María Estela Martínez alcanzó lo que la segunda esposa de Perón, Evita, no logró: fue elegida por el pueblo como vicepresidente de la Nación. Cuando su marido murió, asumió la presidencia que ejerció en un contexto de crisis política, económica y social, marcada además por la presencia de ataques propios de la violencia revolucionaria.
"Isabelita", tal como era conocida por su sobrenombre artístico, llegaría a gobernar casi dos años, sería derrocada y se convirtió en la primera mandataria que más tiempo permaneció presa en todo el tiempo argentino. Desde 1976 y hasta 1981 permaneció detenida, sin que al final de su cautiverio se haya establecido la comisión de ningún delito por su parte. Desde entonces decidió vivir en España, donde hoy transcurre su ancianidad a los 92 años, lo que la convierte en la más longeva de los mandatarios argentinos. Su última participación pública fue el izamiento de la Bandera Nacional en el Congreso el 10 de diciembre de 1983, junto a Arturo Frondizi, última vez que los presidentes constitucionales vivos posaron junto a quien asumía ese día, Raúl Alfonsín, en una misma foto, hecho que habla por sí mismo de la dificultades de convivencia democrática que aún tiene la Argentina.
En el caso de Cristina Fernández, vale destacar que la sucesión de su esposo el 10 de diciembre de 2007, Néstor Kirchner, se realizó por medio de elecciones bajo el imperio de la reforma constitucional de 1994, y en ninguno de sus dos mandatos necesitó del recurso del balotaje para acceder al poder. En este caso además, Fernández de Kirchner logró un record vinculado a su actual condición de vicepresidente, lo que la ubica doce años en la cumbre del poder político argentino. Como curiosidad también que las aproxima, a María Estela Martínez y a Cristina Fernández les tocó gobernar viudas, luego de las muertes de sus maridos.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales que los argentinos protagonizamos en el día de hoy completará el listado hasta el presente de los primeros mandatarios: hasta hoy hubo tres militares de carrera en el poder: Roca, Justo y Perón; un médico: Illia; un odontólogo: Cámpora; una profesora de piano, Martínez de Perón y tres decenas de abogados. Mitre es difícil de caracterizar: poeta, militar, historiador, traductor y tantos otros oficios. Dos presidentes ingenieros civiles: Justo y Macri. Hoy veremos al anochecer, si a la lista se suma un abogado o un economista. Es la esperanza de quien esto escribe que la Casa Rosada, pintada así por el presidente Sarmiento para simbolizar la unión nacional con la mezcla de los colores de los federales y de los unitarios, se convierta también hoy en la representación de la concordia de los argentinos.