El nieto restituido 133, hijo de un santiagueño, fue apropiado por comprovinciano
Daniel: "Lo que más interesaba era poder encontrar una familia, hoy soy muy feliz". "Me siento completo ahora, recuperé una parte de mi vida", confesó Julio. DURA HISTORIA CON PRESENTE FELIZ Julio Santucho y su hijo Daniel se la contaron a EL LIBERAL
Abuelas de Plaza de Mayo dio a conocer el 28 de julio que habían encontrado al nieto 133, hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, santiagueño. Daniel de 46 años, finalmente halló, con la confirmación del ADN, lo que más quería: la verdad de su origen y a su familia. Julio, que perdió a su compañera a manos de la dictadura militar, recuperó "una parte de mi vida".
Julio (78) y Daniel estuvieron en Santiago del Estero participando de la 13ª Edición de la Feria del Libro donde dieron la charla "Los niños robados de la dictadura", también para que el joven conozca a sus familiares santiagueños y parte de su origen. Durante su estadía en la provincia (volvieron a Buenos Aires ayer), hablaron con EL LIBERAL para contar su dura historia y cómo disfrutan hoy el presente.
Cristina y Julio eran militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que había fundado Mario Roberto Santucho (también líder del ERP y hermano de Julio). Cristina fue secuestrada en julio de 1976 y estaba embarazada de dos meses y tuvo a Daniel en cautiverio en un centro clandestino de la provincia de Buenos Aires. El bebé fue robado por los represores y entregado a un matrimonio que vivía en Provincia de Buenos Aires y que estaba compuesto por un santiagueño oriundo de Palo Negro (Dpto. Rivadavia) que revestía en las filas de la Policía Bonaerense, Estanislao Gómez; y una enfermera y que murió cuando Daniel tenía 21 años. Sus apropiadores falsificaron sus datos y como una burla a los verdaderos padres, anotaron a Daniel como nacido en Capital Federal el 24 de marzo 1977, fecha del primer aniversario del golpe de Estado de 1976.
Desde joven, Daniel comenzó a indagar a quien creía era su progenitor sobre su identidad, pero siempre recibía como respuesta una mentira. Pero los testimonios de una hermana de crianza, mucho mayor que Daniel, y de un familiar de ésta, le dieron más fuerza a su búsqueda de la verdad y así fue que llegó a Abuelas y a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) que impulsa la búsqueda de hijos e hijas de desaparecidos y de personas nacidas durante el cautiverio de sus madres, durante la última dictadura.
Fue así que tras aportar testimonios y documentos, le tomaron una muestra de ADN, la que el 25 de julio de este año confirmó que era hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho. Ese día fueron a buscarlo desde la Conadi y Abuelas, pero Daniel tenía el cumpleaños de una de sus dos hijas y quedó en ir el día siguiente, el 26, a la exEsma donde recibió la noticia de su identidad real.
"La noche anterior no dormí porque si se tomaron el trabajo de ir a buscarme, es que habían encontrado algo. No esperaba tanto, una familia, tener un papá y hermanos. Después de tantos años, sí necesitaba saber la verdad, pero no quería ilusionarme de más, entendía que era difícil después de tantos años que pudiera hallar una familia", confesó Daniel. Ese día, supo de sus padres y que tenía tres hermanos: Camilo (50), Miguel (48) que trabaja en Abuelas, y Florencia (43), hija de Julio Santucho con otra pareja.
El primer contacto de Daniel con su familia fue ese mismo día, el miércoles 26 de julio, primero con una videollamada con Miguel que estaba en Roma. Horas más tarde, ya fue una videollamada grupal con los tres hermanos y su padre Julio.
El viernes, en el que se hizo el anuncio, llegó el día del primer abrazo fraternal con su hermano Miguel que tomó un avión desde Roma, y con su padre Julio.
"Estuvimos en la exEsma y el primer encuentro fue con Miguel, me estaba esperando y nos dimos un abrazo muy fuerte y después llega papá. También nos abrazamos muy emocionados", recordó Daniel quien ese día tuvo unas palabras para con su hermano Miguel: "Lo primero que me salió fue darles las gracias por seguir la lucha, por no bajar los brazos y seguir el legado de la abuela (Nélida Gómez de Navajas, cofundadora de Abuelas y que falleció en mayo de 2012), y seguir buscándome".
Semanas después, Julio con sus hijos Miguel y Daniel viajaron a Roma para encontrarse con el resto de la familia, con Camilo y Florencia.
Y Julio tuvo por fin, ese momento de la mesa familiar, con todos sus hijos: "Para mí es un regalo de la vida, poder recuperar a Daniel y que de alguna manera viene a llenar un hueco que yo tenía, es parte de mí, es parte de Cristina. Lo recuperé, me lo robaron y lo recuperé y esa es la historia".
En Santiago, Daniel tuvo contacto con la historia de su familia, con el afecto de sus primos. "Esperaba que llegaran estos días, venir y conocernos. Fueron muy cálidos, la ciudad me gustó mucho, Santiago es muy linda. Hoy disfruto ir conociéndonos con mi familia y darnos cariños que es lo que estaba esperando", se despidió.
Daniel: "Es muy importante encontrar la verdad"
Daniel Santucho tiene 46 años, nació el 10 de enero de 1977, pero sus apropiadores (como una burla) lo anotaron como nacido el 24 de marzo, la fecha del Golpe de Estado. Se hizo un peritaje en la fe de bautismo y se comprobó que estaban adulteradas la fecha y el lugar, porque figuraba como nacido en Ciudad de Buenos Aires, cuando en realidad fue en La Plata.
Una hermana mayor por parte de su apropiador, le había confesado que era adoptado. Fue el disparador que necesitaba para comenzar la búsqueda de la verdad de su origen y confirmó sus sospechas cuando un hermano de sangre de esta "hermana de crianza", contó que siendo un chico de 12 años, en 1977, estando en la casa de los apropiadores, escuchó que un grupo de policías les dijo al matrimonio: "Quedate tranquilo que te vamos a conseguir un bebé".
Daniel varias veces enfrentó a su apropiador que le mintió una y otra vez, ocultándole la verdad. "Muchos años sentí culpa y es muy difícil, lo enfrentaba, discutíamos". La última vez, este santiagueño expolicía de la Bonaerense, dijo que se había separado por un intervalo de quien Daniel creía que era su madre y que ella volvió a los meses con un bebé (Daniel) y le pidió perdón y que él aceptó anotar a Daniel como su hijo. "Le recriminé que si esa era la verdad, por qué no me la dijo, me seguía mintiendo en la cara, pero había reconocido que no era mi padre. Sabía que no le iba a sacar nada más, por eso no lo quise ver más". Gómez, que estaba cumpliendo prisión domiciliaria, falleció hace tres semanas.
Daniel aconsejó que las personas que tienen dudas sobre su identidad y que crean que pueden ser hijos de desaparecidos, que lo importante es saber la verdad. "Entiendo lo difícil que es, pero que es muy importante encontrar la verdad, para uno y más cuando uno tiene hijos, darles la verdad a mis hijos, porque lo mismo que me pasó a mí les estaba haciendo a ellas (tiene dos hijas, de 14 y 9 años), que estaban creciendo con un apellido que no era el de ellas, que estaban envueltas en una mentira y que estaban perdiendo a toda una familia".
Julio Santucho: "Agradezco a Cristina el esfuerzo enorme de haber dado a luz a un hijo en esas condiciones"
Para Julio Santucho, el hallazgo de su hijo Daniel, sana el dolor de estos 46 años de búsqueda y pone de relieve el valor que tuvo la madre, Cristina Navajas, a quien agradece haberlo traído a la vida sano, aún en las pésimas condiciones en las que lo engendró. "El duelo por Cristina ya lo habíamos hecho, hubo un mecanismo planificado de la dictadura (genocidio) y no teníamos esperanzas de encontrarla con vida, porque entró en ese mecanismo. El 27 de abril, se la llevaron de campo de concentración, en Pozo de Banfield, a un vuelo de la muerte, para nosotros esa es la fecha de su muerte", dijo Julio.
Y puso de resalto el valor y la fuerza de Cristina para dar a luz, sano, a Daniel, mientras estuvo cautiva: "Hay que imaginarse lo que significa estar en esas condiciones, comían mal, dormían en el suelo, y que haya logrado conservar el embarazo y tener un hijo sano, le agradezco ese esfuerzo enorme, su fuerza de voluntad, la fortaleza para soportar esa situación. Incluso mentalmente tienes que resistir eso, en un período la torturaron, de eso sí hay testigos. Vivía en condiciones miserables, era maltratada".
Cristina Silvia Navajas fue secuestrada el 13 de julio de 1976 en la ciudad de Buenos Aires, embarazada de dos meses, mientras se encontraba en un departamento de la familia de Julio Santucho, quien en ese momento no estaba en la Argentina. Junto a Cristina se llevaron a su cuñada, Manuela Santucho, y a una compañera de militancia, Alicia D'Ambra, también embarazada de un bebé que Abuelas sigue buscando. Por testimonios de sobrevivientes, pudo saberse que Cristina estuvo detenida en los centros clandestinos Automotores Orletti, Proto Banco y en el Pozo de Banfield.
La madre de Cristina, Nélida Gómez de Navajas, se integró a Abuelas de Plaza de Mayo en 1984 y fue una de las mayores difusoras del método científico para identificar a nietas y nietos. Buscó activamente a su nieto Daniel, falleció en mayo de 2012 y su trabajo fue continuado por su nieto Miguel, que hoy trabaja en Abuelas.