Narco apresado en Santiago tuvo cautiva en un baño a su esposa en la cárcel
Mientras, la Cámara Federal de Apelaciones desestimó un pedido para ser retornado a la Penitenciaría Nº 35 de Colonia Pinto. BALACERA
Empecinado en retornar a la Unidad Federal N° 35 de Colonia Pinto, un narco salteño que fuera apresado en una balacera por gendarmes santiagueños en abril pasado, resiste su alojamiento en la cárcel de Ezeiza a fuerza de malos comportamientos. Esta vez, acaba de recibir una sanción por encerrar en un baño a su esposa durante una visita, al parecer para tener sexo allí, a contrapelo de las normas carcelarias.
El hombre es René "Manudo" Guzmán, presunto jefe del Cártel del Valle de Acambuco, Salta. Fue "tumbado" a tiros el 7 de abril pasado, mientras guiaba un "convoy" narco que enfrentó a balazos a un grupo de gendarmes apostados en el paraje Cruz Bajada, en el cruce de las rutas 42 y 2, Copo.
Según la investigación del juez Federal, Sebastián Argibay, y el fiscal, Pedro Simón, aquel día primero llegó al puesto de control una moto enduro con dos salteños. Como llevaban armas y tecnología satelital, fueron demorados y 40 minutos después, apareció un Renault Clío.
"Bienvenida" a balazos
Bajaron varios narcos de ese auto. Uno abrió fuego y en la respuesta, "Manudo" Guzmán quedó tendido en el tierral y reducido por los gendarmes. Después, fue internado e intervenido quirúrgicamente en el Hospital Regional. El post operatorio, forzó a su familia a fijar residencia en Beltrán, Robles. Del hospital, el juez mudó a "Manudo" a las instalaciones de la Cárcel Nº 35 Federal de Colonia Federal de Colonia Pinto.
Pero por decisión federal, el 22 de mayo los guardias lo trasladaron a la cárcel de Ezeiza y los abogados del presidiario pusieron el grito en el cielo, se dirigieron a la Cámara Federal de Apelaciones, Tucumán.
Los letrados apelaron la resolución de Argibay. Sus argumentos fueron que el reo contaba con un solo antecedente penal, opuesto al legajo que lo considera "jefe de un cártel". De nuevo, los defensores indicaron que "Manudo" fue alejado de Santiago a 1500 metros de distancia.
Flamante padre
Ahondaron que acababa de ser padre de un niño santiagueño y con él preso en Ezeiza, Buenos Aires, habían sido vulnerados los derechos del pequeño de permanecer junto a su progenitor.
Con el mismo dinamismo, el tribunal desestimó el planteo. El alto cuerpo consideró que el alojamiento de "Manudo" a Ezeiza "no implica castigo, penalidad o una deliberada intención de agravar sus condiciones de detención ", deslizaron los voceros judiciales.
Aún así, el tribunal subrayó que en consideración a la situación familiar de Guzmán, "deberá el juez arbitrar los medios a fin de trasladar al interno, a la brevedad posible, a un Penal más cercano a su centro de vida, que posea las condiciones de seguridad requeridas para el caso "
Sancionado por atrincherarse en baño con su mujer
La estadía de "Manudo" en la penitenciaría de Ezeiza ya provocó un cortocircuito con los guardias. Los voceros internos confirman que en una reciente visita de su esposa, el narco la habría tomado de un brazo y arrastrado hacia uno de los baños.
La percepción es que el fin era tener sexo, muy a pesar de que el hecho está prohibido en ese lugar por el conjunto de autoridades y guardias. Como la tan mentada "visita íntima" tardaba en llegar, el salteño habría tomado un atajo. Luego los guardias lo desalojaron y al día siguiente anunciaron una presunta sanción dado a la transgresión a las normas internas.
"Sacudón familiar"
La señora dejó Santiago del Estero y fijó residencia en Salta, con la familia de "Manudo". El hijo de ambos nació en el Hospital Regional y ya va por el cuarto mes.
Con otro ritmo y urgencia, sus abogados planifican la forma de sacarlo de Ezeiza. El plan A no funcionó, es decir el operativo Santiago fue desechado.
Ahora se envalentonan y fantasean con lograr que sea trasladado hacia una cárcel en la provincia de Salta. Sin embargo, las autoridades penitenciarias y los funcionarios del Juzgado Federal, están seguros de que cuánto mas cerca del submundo que conoce a la perfección, más probabilidades habrá de que el "narcotraficante" no le rehuya a la tentación de retomar el manejo de sus súbditos desde una fría celda de penitenciaría.
Alocada hipótesis: juego del tero para despistar a todos
El proceso que profundiza el juez Sebastián Argibay y el fiscal en su instrucción, incluye dos detenidos alojados en la sede de Gendarmería Nacional de Santiago del Estero. Sus abogados operan con la Justicia, para ser conducidos a una cárcel de Tartagal, Salta.
A la vez, es buscado intensamente un narco salteño que en plena balacera, de los dos bandos, logró fugarse y desde aquella tarde pareciese haber sido tragado por la tierra.
Aún emerge poco comprensible el paso del "convoy" por Santiago del Estero. Se barajan múltiples conjeturas. Una, que el grupo se trasladaba hacia Córdoba. Otra, que el destino real era Rosario, Santa Fe. En síntesis, apuestan en que los narcos jugaban al "tero": que atrajeron a los gendarmes hacia la izquierda, porque lo sustancioso (¿droga?) viajaba a la derecha.