Policiales

Robaron más de $ 6.000.000 en bienes de un exclusivo motel 

AYER El confortable motel, en tiempos de esplendor económico.

Los últimos del pelotón delictivo cayeron esposados el 14 de septiembre. Escapaban con puertas, ventanas y hasta "restos" de la costosa grifería. EL DOLOR DE YA NO SER Al parecer, ya vendido, los maleantes toman por asalto un antiguo albergue "top" de La Banda

Protegidos por la oscuridad y la soledad de la ruta 51, frente al Bº San Carlos, un grupo de delincuentes desvalijó un exclusivo motel que "brilló" en la década del 90 y en los albores del 2000, alzándose con un botín superior a los $ 6.000.000, en acondicionadores de aire, grifería, camas, puertas, cobre y bronce.

Ello se desprende de una incipiente investigación al mando del fiscal Hugo Herrera, respaldado por efectivos de la Brigada, quienes el 14 de septiembre sorprendieron a tres individuos que tomaron por "asalto" el edificio, caracterizado por una veintena de habitaciones.

Atrás quedó la "era dorada" del muy conocido albergue transitorio, que era propiedad de una sociedad de médicos los que reformuló por entonces el negocio e impuso un mercado nocturno de parejas, con nuevo estilo edilicio, glamour, y novedosas habitaciones con jacuzzi, sello distintivo en los sectores vip.

Hoy, el edificio se encuentra cerrado. Los voceros manifestaron que habría sido vendido y que los nuevos propietarios aún no iniciaron el flamante cometido.

En plena transición comercial, los que aprovecharon la volada fueron los maleantes que hoy son buscados y que pusieron en marcha una seguidilla de robos hormiga, con la complicidad de la ubicación del inmueble. Se sitúa a varios kilómetros de la zona céntrica de La Banda y también, no menos distante de la comisaría más cercana: la Seccional 12.

Tamaña oportunidad fue propicia para que los maleantes tomaran por asalto el viejo motel. Los investigadores manifestaron que se apoderaron de acondicionadores de aire, puertas, griferías, equipos electrónicos, y desguazaron baños y la estructura de los jacuzzis.

Fue tan alevosa la voracidad delictiva que cuando ya el robo se hizo sin ningún tipo de miramientos, la noticia se propagó en forma masiva y así fue que el 14 de septiembre los policías literalmente "emboscaron" a tres individuos, mientras huían cargando afanosamente puertas y ventanas.

Con el mismo ímpetu, los flamantes propietarios interpusieron denuncias a través del abogado, Sebastián Robles, quien habría requerido ya una serie de medidas, en neta protección del patrimonio en riesgo.

El fiscal Herrera busca piezas para el armado del rompecabezas. Sospecharían que no actuó el mismo bando delictivo. Sino que los primeros "trabajaron" con perfil ultra bajo. El "emprendimiento" ilegal fue observado y contagió hasta los "rapiñeros" más bajo, resueltos en convertir en plata hasta puertas y ventanas.

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