El tango que escribió páginas de cultura

Por  Dr. Carlos I. Scaglione. Ex docente de la Unse

Un 15 de julio de 1900 nace en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, el poeta, compositor y escritor Enrique Domingo Cadícamo, autor de las más emblemáticas composiciones de nuestra música popular. En 1996 fue distinguido como Personalidad Emérita de la Cultura Argentina por la entonces Secretaría de Cultura de la Nación.

Pompas de jabón" fue el primer tango escrito por Cadícamo y el primero de los suyos que grabó Carlos Gardel, al que le siguieron 22 composiciones más. En 1931, mientras el compositor se encontraba en Barcelona (España), escribe en tres horas la obra Anclao en París. Se la remite a Gardel, que se alojaba en Niza, quien la graba con la música de su recordado guitarrista Guillermo Barbieri.

Otros tangos interpretados por Gardel y escritos por Cadícamo fueron "Muñeca brava", "Cruz de palo" y "Madamme Ivonne", el último grabado por Gardel en Argentina antes de su gira a Medellìn donde perdió la vida.

Enrique Cadícamo fue un reconocido letrista de tango argentino. Durante su carrera, le dio al tango una perspectiva poética y lírica única, con letras que reflejaban la vida urbana, el amor y la melancolía característica del género.

Cadícamo escribió letras para numerosos tangos famosos, colaborando con compositores destacados como Aníbal Troilo, Ástor Piazzolla, Francisco Canaro y Juan D'Arienzo, entre otros. Algunos de los tangos más conocidos que le dio al tango incluyen:

"Los Mareados": Escrito en colaboración con Juan Carlos Cobián, este tango, interpretado por Carlos Gardel, se convirtió en un clásico y es considerado uno de los más representativos de Cadícamo.

"Anclao en París": Escrito en colaboración con Aníbal Troilo, este tango es una descripción nostálgica de un hombre que se encuentra lejos de su tierra natal y anhela regresar a Buenos Aires.

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"Madame Ivonne": Escrito en colaboración con Vicente Greco, este tango cuenta la historia de una mujer enigmática y seductora.

"Tres Esquinas": Escrito en colaboración con Héctor Stamponi, este tango describe las esquinas de Buenos Aires como testigos de amores y desamores.

Estos son solo algunos ejemplos de las contribuciones de Enrique Cadícamo al tango. Sus letras capturan la esencia y la pasión del género, dejando un legado duradero en la música argentina.

Enrique Cadícamo, reconocido letrista de tango argentino, escribió sus primeras letras de tango a principios de la década de 1920. Sus composiciones se destacaron por su lenguaje poético y sus letras que exploraban temáticas relacionadas con la vida y la nostalgia. Cadícamo se convirtió en uno de los letristas más influyentes del tango argentino y su trabajo sigue siendo recordado y valorado en la actualidad.

Expresión del sentir popular: Sus composiciones representaban el sentir del pueblo argentino y retrataban la realidad de la vida cotidiana en los barrios de Buenos Aires. Sus letras eran cercanas y auténticas, conectando con las vivencias y las aspiraciones de la gente común.

Innovación en el lenguaje tanguero: Cadícamo fue reconocido por su habilidad para renovar el lenguaje del tango. Introdujo nuevos giros lingüísticos, metáforas y expresiones idiomáticas en sus letras, aportando frescura y originalidad al género.

Legado perdurable: Aunque Cadícamo vivió en el siglo XX, su legado creativo sigue siendo relevante en la actualidad. Sus letras y composiciones continúan siendo interpretadas y apreciadas por artistas y amantes del tango en todo el mundo.

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El maestro Enrique Cadìcamo ha sido uno de los más importantes nombres de la historia del tango, que abarcó el siglo XX, porque nació en el 1900 y murió en 1999. Durante toda su etapa y en toda su lucidez, Cadícamo aportó, no solamente bellísimos poemas y bellísimas letras de tango, en conjunción con otros artistas, con otros músicos, como el caso de Cobián-Cadícamo o Troilo-Cadícamo, que fueron obras fundamentales, sino también compuso varios tangos, él mismo, en música y letra.

Fue un artista completo, dirigió cine, pensó guiones de películas, escribió libros, retrató a personajes de la época, sobre todo a Cobián que fue su gran amigo y transitó, en todas esas etapas y a través de sus tangos, reflejos de lo que era la Buenos Aires que vivió. Ese Cadícamo que, además, por supuesto, tiene el gran galardón de haber sido amigo de Gardel y que a Gardel le interesara grabar tantos tangos de su autoría. Una personalidad del siglo XX, un poeta del tango y un hombre de la cultura para todos los argentinos.