Amigos reeditan salvaje crimen de Vidal, en manos de tres hermanos Picón y "Chuqui"
Juzgan al “cuarteto” que bañó con sangre una fiesta clandestina en pandemia.
En boca cerrada no entran moscas parecen haber decodificado los tres hermanos Picón y "Chuqui" Medina, en la jornada inaugural del juicio por el asesinato de Jonatan Alan Vidal, condicionado por dos hipótesis enfrentadas: "homicidio simple" o en "riña".
De acuerdo con la estrategia de la fiscal Analía Nóblega Rayó, el 19 del julio del 2020, a las 3 de la madrugada, numerosos jóvenes coparon una casa abandonada del Bº España y dieron rienda suelta a la música, comida y alcohol. Regía el aislamiento social y obligatorio por el Covid-19.
En un momento, el entonces adolescente Ignacio Medina, "Chuqui", besó a la fuerza a una jovencita. Ésta se ofuscó y terció en su defensa Vidal. "Chuqui" se puso más loco, pelearon, pero acabó reducido y expulsado por los amigos de Alan.
Insensato, "Chuqui" comenzó a atacar a ladrillazos la casa y arribaron refuerzos. Eran sus amigos Miguel Alberto, Steven Gabriel y Pablo Kevin Picón.
La Fiscalía sostiene que los Picón patotearon a Vidal y le asestaron 8 puñaladas. Reticente en permitir que los amigos auxiliaran a la víctima, "Chuqui" lanzó una lluvia de pedradas. Sin embargo, las puñaladas fueron certeras. Una al corazón, precipitó la muerte por mera añadidura.
Casi tres años después, los cuatro acusados enfrentaron ayer al tribunal. Dijeron que no declararían por ahora, y permitieron que lo hicieran los padres de Vidal, policías afectados al procedimiento y exhibidas imágenes del cuerpo.
En contexto, el juicio arranca hoy y proseguirá con 10 testigos. Están previstos los testimonios de la jovencita besada por "Chuqui", hoy de 18 años. Luego, seis amigos de Vidal. Sus versiones asoman decisivas para la fiscal y la defensa, a cargo de José López y Alejandro Medina.
Nóblega Rayó contempla a un joven asesinado por cuatro sujetos "colados" en una fiesta ajena. El clima, quizá, conllevaba un alto cóctel de marginación, complejos y prejuicios.
Enfrente, López y Medina contragolpearán con otra teoría: creen estar al frente de un homicidio en riña, es decir de todos contra todos.
Es de suponer que los abogados cimentan un terreno legal en que los acusados respondieron a una agresión externa. En su película, la peor parte recayó en Vidal, al pagar con su vida una madrugada de excesos, pero indescifrable entre buenos y malos.