Los padres de Carla Kapp limpian el nombre de su hija, víctima de un nuevo femicidio
El ex marido de la víctima fue detenido el pasado viernes. En las próximas horas prestaría declaración de imputado.
“Fueron meses de calvario, de no poder defender a nuestra hija”, aseguraron Carlos Kapp y su esposa Cristina, los papás de Carla Noelia Kapp, la joven que murió el 21 de junio del 2022 y que tras un inesperado vuelco en la causa, detuvieron a su ex marido el pasado viernes en la ciudad de Loreto, sospechado de haberla asesinado.
Los padres de la mujer de 35 años que murió apenas unas horas después de haber ingresado de urgencia al Hospital Regional, aseguraron que nunca imaginaron que quien era su yerno, el padre de su nieta, podría ser hoy el principal sospechoso del crimen de su hija y cargaron duramente contra los médicos que la asistieron en su ciudad y en capital, como así también contra el fiscal que tuvo en sus manos la causa durante los primeros cuatro meses, antes de que pasara a manos de otros miembros del Ministerio Público Fiscal de la provincia.
Tal como publicó EL LIBERAL en su edición del sábado, Dante Rodrigo Umlandt (36) fue detenido el viernes en la tarde en el barrio Polígono de Loreto, en el marco de la investigación por la muerte de Carla Kapp.
En una entrevista brindada a este medio, Carlos y Cristina, revelaron detalles que permiten reconstruir cómo sucedieron los hechos prácticamente desde su origen.
Señalaron que su hija conoció a Umlandt alrededor del 2017 y al poco tiempo se casaron y llegó la hija de ambos que hoy tiene 6 años.
Sin embargo, hoy entienden que su hija les lanzó alertas que no supieron reconocer a tiempo para tratar de ayudarla.
Recordaron que hubo un episodio a los pocos meses de que Carla haya dado a luz a su hija, en el que la joven los llamó una noche en una crisis de nervios, pidiéndoles que se hagan presentes en la casa de sus suegros –donde residía por ese entonces- y que allí ambos presenciaron como la víctima le gritó a la madre de Umlandt “su hijo es un violento que me ha pegado y por eso me voy”.
La pareja habría compuesto su relación luego de ese hecho, que hoy cobra otra relevancia, y continuaron juntos, hasta que se separaron en los primeros días de junio del 2022.
“Ella vivía angustiada, estaba sobrepasada, el simulaba ser bueno y atento con nuestra hija, pero puertas a dentro, le cuestionaba lo que hacía, a donde iba, si subía una foto a las redes sociales, le revisaba el celular y en una ocasión descubrió que le instaló una aplicación en la que podía rastrear sus movimientos a través del teléfono”, reveló Cristina.
“Tiene un perfil de manipulador, nos llamaba diciéndonos que estaba preocupado por Carla, llegó a decirnos que ella estaba por matarse y llegamos a la casa y la encontramos a ella regando las plantas”, recordó la madre de la joven.
“Le pregunté qué estaba pasando, y ella me dijo que yo siempre le creía más a “Rody” que a ella”, agregó y admitió que “nos hizo llegar a dudar de nuestra propia hija”.
De acuerdo al testimonio de los padres, el 20 de junio del año pasado compartieron con su hija el Día del Padre y luego en horas de la siesta, Cristina tuvo una charla con ella, en la que la joven le dijo que quería volver a trabajar en el negocio familiar e intentar salir adelante, ya que hacía 15 días que se había separado de Umlandt y ella vivía sola con la hija de ambos.
Después de ese momento no volvieron a verla. Alrededor de las 3.30 de la madrugada del lunes 21, “Rody” llamó al padre de Carla, diciéndole que ella había tomado “algo”, dejando entender que se trataba de pastillas, y que la hija la había encontrado tendida en el suelo. Lo mismo le habría relatado el ahora acusado a la Policía esa noche.
El relato del ex de la víctima, señalaba que la hija de ambos –de 5 años por ese entonces- buscó ayuda en una vecina, la cual tras constatar que Carla estaba tendida en el suelo dentro de la casa, fue a alertarlo a su domicilio paterno y él llegó primero que los padres de la joven.
“Cuando llegamos ya estaba una ambulancia, la cargamos y la trasladamos al Hospital Zonal, allí comienza otro capítulo, que queremos que se haga público por lo que tuvimos que pasar”, explicó la madre de la Carla Kapp.
“Nos atendió el Dr. Aníbal Mansilla, que lo despertaron de su sueño y nos preguntó si ella solía tomar algo, a lo que le dijimos que ocasionalmente tomaba un ansiolítico que le había recetado un psiquiatra”, detalló Cristina.
“Aún somnoliento nos dijo que le pondría un ‘suerito’ y que esperemos, sin examinarla ni hacerle ningún análisis, y pese a que el enfermero le advertía que el ritmo cardíaco estaba acelerado”, precisó.
“Yo me quedé con ella y a los pocos minutos comenzó a convulsionar y a los gritos pedí ayuda, lo despertaron de nuevo al doctor y cuando vino, nos dijo que la iba a derivar al Hospital Regional. En la derivación puso “por consumo de sustancias prohibidas” y que yo estaba a los gritos, cuando lo que hice fue pedir que la asistan”.
Según los Kapp, cuando citaron a declarar en Fiscalía por qué había consignado de esa forma la derivación, Mansilla habría deslizado que no recordaba.
Carla fue trasladada en ambulancia y con oxígeno al Regional. En primera instancia la habría asistido un neurólogo, que tras una tomografía de cráneo les informó que su cerebro estaba bien y le habría preguntado por los hematomas que tenía la víctima, pero la madre no los había visto y pensó que eran golpes que tenía habitualmente por el gimnasio. El médico le dijo que continuarían con los estudios, pero le tocaba el cambio de guardia y quedaba otra colega.
“Nos atiende la Dra. María Belén Corvalán Leguina. Nunca voy a olvidar su cara. Me miró y me dijo “su hija no está enferma, no la puedo internar, porque este lugar es para gente enferma, pero el problema de ella ni si quiera al Crease (centro de rehabilitación de adicciones) la puedo derivar” asumiendo que era un problema de drogas”, recordó la madre de la joven.
“Le dije, ‘pero Dra. está convulsionando’, y me contestó que era propio de ‘su estado’, que le puso un suero y que iba a volver a Loreto, y que por eso le había dicho al chofer de la ambulancia que nos espere”.
Siguiendo con el estremecedor relato, los padres de Carla señalaron que momentos más tarde le realizaron otra tomografía de pulmones, que siguió con las convulsiones y la sedaron y en un momento ya no saturaba y entró en un paro cardíaco, del que no pudo salir.
“Vino la medica custodiada por policías a decirnos que habían intentado reanimarla, pero que no habían podido y nosotros no reaccionábamos, estábamos en shock. Nos dijo que quisieron intubarla y que se habían encontrado con un color borra vino, pero nunca entendimos a qué se refería”.
Tuvieron que dirigirse a la Morgue. Por la tarde el Dr. Horacio Renato Alfano, médico forense, examinó el cadáver aproximadamente por dos horas y al finalizar les dio un adelanto.
“Nos dijo: ‘Hemos abierto y la causal de la muerte estaba allí, su hija muere por una laceración hepática; algo rompe su hígado, inunda todo el estómago de sangre –otro médico me dijo que con una palpada lo hubieran detectado porque se endurece el vientre-, se produjo un shock hipovolémico, dejó de llegar oxígeno al cerebro y el corazón y se produjo el paro. Ahora se deberá abrir una causa judicial para determinar el motivo de esa laceración’”.
Aquí comienza el tercer capítulo de este caso. La muerte de Carla Kapp cayó en manos del Dr. Sebastián Robles, fiscal de turno en ese momento, que además del examen forense, había ordenado testimonios y algunas pericias para determinar las causas del deceso.
Según los padres de la víctima, el fiscal recibió el informe de la autopsia que señalaba que la causal fue una laceración en el hígado, que implica que fue producida por un trauma, es decir un golpe, lo que podría suponer una muerte violenta.
“También se le realizó un examen toxicológico, que demoró aproximadamente un mes en conocerse los resultados, y aún estaba el fiscal Robles. El resultado dio negativo para cualquier sustancia tóxica”, revelaron los padres de la joven que tuvieron que soportar que los médicos trataran a su hija como si hubiera estado bajo el efecto de drogas cuando fue asistida en los hospitales.
“A nosotros nos entregó “Rody” el celular de Carla, recién en el Hospital de Loreto, le pedimos la clave para ver si encontrábamos alguna explicación a lo sucedido en ese momento, y allí advertí que no había mensajes ni registros de llamadas con él, y ni si quiera figuraba en la lista de contactos, lo que me resultó extraño y le entregué el teléfono a los detectives de Homicidios y Delitos Complejos, pero el fiscal nunca pidió el secuestro del teléfono del marido”, ahondaron Cristina y Carlos Kapp. “Allí se perdieron muchas pruebas”, enfatizaron.
Los padres de la víctima afirmaron que a los cuatro meses veían que la causa estaba paralizada y decidieron solicitar una audiencia con el Fiscal General, Dr. Luis Alberto de la Rúa, quien los atendió en su despacho y tras escucharlos, convocó a la Dra. Mariela Bitar de Papa, coordinadora de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos y Recursos para que ella se hiciera cargo de la causa y se investigue por qué no avanzaba el caso.
Bitar de Papa junto con la fiscal Carla León y su equipo, comenzaron a trabajar y los papás de Carla, afirman que allí comenzó realmente la investigación.
“Pasamos de que no se avanzaba en nada, a un trabajo exhaustivo. Lo primero que hicieron fue secuestrar el celular de él (Umlandt). Había contradicciones, el decía que no había peleas, pero después decía que ella le era infiel, decía que él le encontró mensajes del celular, siempre haciéndola quedar mal”.
Las pericias habrían determinado que se borraron mensajes en los dispositivos celulares y que pese a que el acusado declaró que no vio a Carla la noche del domingo 20, su teléfono se activó según las antenas de las empresas de telefonía, en el domicilio de la víctima.
Las fiscales convocaron a una junta médica entre el Dr. Alfano y un médico forense tucumano, Dr. Afur (perito de parte), para establecer la hora de las lesiones que tenía Carla en su cuerpo, no solo la laceración en el hígado, sino también tenía múltiples hematomas en distintas partes del cuerpo, excoriaciones y signos de haberse defendido en los antebrazos y lesiones en el cuero cabelludo compatibles con que le habían tirado del pelo.
Las heridas se habrían producido entre 8 y 12 horas antes de su muerte, es decir, en la noche del domingo 20 de junio.
Con todos los elementos reunidos por el Ministerio Público Fiscal, se solicitó una orden de allanamiento y detención en contra de Umlandt, la cual se concretó el viernes. Permanece alojado en Alcaidía de Tribunales. En las próximas horas prestaría declaración de imputado.
“Fueron meses de calvario, de no poder defender públicamente a nuestra hija, de decir que hubo una lesión en el hígado producto de un golpe. Pese a que sospechábamos de él en los últimos meses, la confirmación fue horrible, porque dentro nuestro esperábamos que sea otra persona, porque está nuestra nieta en el medio”.
Sobre el fiscal insistieron, “Presentamos una denuncia en contra del Dr. Robles, porque queremos que se investigue por qué no hizo su trabajo, si fue por negligencia, por desinterés, por alguna influencia o recomendación o lo que fuera, pero si es así, no debería estar en ese lugar”.
Al finalizar, fueron contundentes también contra los médicos. “El desempeño de los doctores de Loreto y del Regional, está en el expediente y es parte de la investigación, nosotros no nos vamos a quedar con esto, él (Umlandt) pudo haberla golpeado, pero ellos (los médicos) la terminaron de matar, porque si había alguna chance de que se salve, no lo intentaron”.