HOMICIDIO DE ARTEMIO PEÑAFLOR

Escuchas telefónicas tensionan la estrategia defensiva de achacarle las culpas a Saúl Jerez

Para hoy, las partes conocerán detalles de un entrecruzamientos de llamados telefónicos: los protagonistas, dos hijos de Saúl Jerez. Pruebas científicas versus indicios y un desenlace imprevisible.

Sincronizados, los abogados defensores de los cuatro imputados pusieron en marcha una estrategia compacta en procura de trasladar y achacar todas las culpas al anciano Saúl Jerez, 75 años, en la segunda jornada del juicio por el asesinato de Ricardo Artemio Peñaflor, ejecutado a tiros entre el 6 y 8 de agosto del 2019.

 

Jerez ya es historia en el juicio, al haber sido declarado inimputable por dificultades en su salud y los abogados defensores direccionan sus cañones sobre él desde ayer, par convencer al tribunal de que él es el único beneficiado con la muerte de Peñaflor. Dijeron que Jerez y Peñaflor habían acordado que por negocios, Jerez le cedería tierras a Peñaflor ante un escribano; pero a último momento Jerez cambió de idea porque habría sido persuadido por el ex policía Lindor Alfredo Rodríguez para que le diese la espalda a la víctima y le entregase al propio Rodríguez aquellas tierras. Todos los protagonistas se conocían y alguna vez los unió la armonía. Pero surgió el entredicho y sobrevino la enemistad entre Peñaflor con Jerez y Rodríguez.

 

En la audiencia de ayer, el testigo más importante fue Luis Toneatti. El hombre señaló que el 6 de agosto se cruzó con la camioneta de Peñaflor, pero no confirmó si vio a quien conducía. Explicó su rutina y los pasos dados mientras mucha gente buscaba con desesperación al ganadero.

 

Ese detalle fue celebrado por los fiscales Alfonso Arce y Gustavo Montenegro, ya que recrearía en sintonía el "mapa" y secuela delictivos del homicidio, relatado por el ex imputado Jerez. Éste indica que entre los cinco redujeron a Peñaflor, al sorprenderlo en casa de Jerez, su compadre. Maniatado, lo habrían trasladado al camino donde le dieron muerte.

 

Otra valla surge en ese punto. En la jornada inaugural del juicio, se supo que de los cuatro teóricos disparos contra Peñaflor, solo un plomo fue rescatado y sería del arma de Rodríguez, para alivio de los hermanos Pinto, también sospechosos de fusilarlo. En la causa, Jerez había declarado que Peñaflor recibió cuatro tiros. Los fiscales manifestaron que si el cuerpo fue incinerado, es obvio que el fuego consumió los otros plomos.

 

 


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